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Hay temor de que peñaloza privilegie los proyectos regionales por encima de las grandes obras

GABINETE

El 'palo' en el Ministerio de Transporte

Más de uno quedó sorprendido con el nombramiento de Miguel Peñaloza como nuevo titular de esa cartera. ¿Por qué lo eligió el presidente Santos?

26 de mayo de 2012

Para reemplazar a Germán Cardona en el Ministerio de Transporte, el presidente Juan Manuel Santos llamó a Miguel Peñaloza, una persona poco conocida entre los colombianos. Su nombre no figuraba en la baraja de quienes acostumbran hacer 'gabinetología' en el país y su designación causó sorpresa en distintos sectores y por diferentes razones.

Peñaloza es un ingeniero eléctrico de 55 años de edad, oriundo de Cúcuta y en los últimos seis años ha trabajado con los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. En ambas administraciones sus responsabilidades han sido más políticas y logísticas que técnicas. Mientras que durante Uribe organizó los llamados consejos comunitarios, bajo Santos se venía desempeñando como alto consejero para las Regiones, un cargo desde el cual ha coordinado la ejecución de proyectos con alcaldes, gobernadores y congresistas.

Este perfil alimenta la primera de las prevenciones. En el sector de la infraestructura, por ejemplo, se esperaba un ministro más técnico, dados los temas que debe atender en esta cartera. De hecho, Germán Cardona dejó un terreno abonado en esa línea: volvió a dar importancia al estudio y diseño de los proyectos, acabó con los anticipos y sacó adelante la Ley de Asociaciones Público-Privadas. "Lo más importante es que el Ministerio se mantenga alejado de la politiquería y que haya un equilibrio entre la ejecución de las obras y los estudios de los proyectos. No podemos volver a lo de hace seis años cuando se ejecutaban las proyectos sin ninguna clase de estudios", dice el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo.

El temor radica en que, por sus nexos con alcaldes y políticos, Peñaloza privilegie los proyectos regionales por encima de las obras de infraestructura de impacto nacional. Además, en algunos círculos antioqueños se pensaba que Santos nombraría a un coterráneo, lo que ayudaría a mejorar las relaciones con esta región. Tres proyectos de infraestructura fundamentales para Antioquia están paralizados y son la causa del reciente tensión de los paisas con la Casa de Nariño.

Otra fuente de prevención surge por sus vínculos con la contratación privada, lo que podría generarle conflictos de interés en algún momento. Peñaloza es un hombre cercano al mundo de los contratistas, y eso a muchos les suena incómodo, porque ahora está en la orilla del gobierno. Trabajó con el contratista antioqueño William Vélez, fue su socio en la compañía Ethus en 1986, y terminó como su vicepresidente. Posteriormente, entre los años 2002 y 2006, fue presidente de la junta directiva del Grupo Odinsa, del fallecido exministro Luis Fernando Jaramillo. Otra sorpresa viene de su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe. Y ya se sabe que las relaciones entre Santos y su antecesor están en su peor momento.

¿Por qué entonces Santos escoge su nombre? Para el jefe del Estado, Peñaloza tiene algo que en esta cartera, y en el resto del gobierno, hoy es más urgente que nunca: capacidad de ejecución. El nuevo ministro manejó 71 Acuerdos para la Prosperidad y coordinó más de 300 consejos comunales durante la administración Uribe. Dice con orgullo que de las 2.460 tareas que le encomendaron en los Acuerdos para la Prosperidad, la ejecución va en un 50 por ciento, y de las 8.700 asignadas en los consejos comunales ejecutó el 73 por ciento y el resto está en proceso. "Soy un esclavo de las rutinas, hasta en vacaciones las sigo, estoy en el día a día, cuido cada detalle, fijo horarios para cada cosa y soy exageradamente cumplido".

Asegura que seguirá las tres grandes políticas del ministro saliente: la fórmula para seleccionar las ofertas económicas ganadoras en procesos de oferta pública, no pagar anticipos y la cuarta generación de concesiones. "Si hay alguien que conoce el sector soy yo, que soy un técnico". Saca a relucir que tiene una experiencia de 30 años y que ha trabajado en proyectos de infraestructura en siete países.

El nuevo ministro tendrá que darles prioridad a los dos proyectos viales que conectan el centro del país con las costas atlántica y pacífica, construir el segundo Túnel de la Línea y sacar adelante el ferrocarril y la navegabilidad por el río Magdalena. El desafío es grande. Una cosa es manejar los consejos comunales y otra la locomotora de la infraestructura, que corre sobre rieles no muy aceitados y con baches en la vía. Él asegura que tiene la capacidad para hacerlo y eso espera el país.