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El pasado no perdona

Yidis Medina alcanzó la gloria porque su voto fue clave para la aprobación de la reelección presidencial en el Congreso. La ex congresista podría enfrentar un proceso penal por corrupción por hechos acaecidos hace cinco años.

12 de febrero de 2006

El nombre de Yidis Medina Padilla está inscrito en la historia política contemporánea del país, aunque la mayoría de los colombianos posiblemente no lo recuerden. Esta mujer fue la responsable, en gran medida, de que el proyecto de reelección presidencial pasara las más duras pruebas en el Congreso hace varios meses. Ella, que al cambiar su voto a último momento, fue la pieza clave para que Álvaro Uribe pudiera aspirar a un segundo período presidencial, hoy está en medio de un proceso penal que, incluso, la puede llevar a la cárcel.
 
Su historia es como la de un cuento de hadas en el cual pasó de cenicienta a princesa y ahora de nuevo puede volver a ser cenicienta. Yidis Medina pertenece al Partido Conservador y fue elegida como concejal de Barrancabermeja a mediados de los años 90.
 
El año pasado se lanzó a la Alcaldía del puerto petrolero, pero quedó en segundo lugar en las elecciones. En el nivel nacional hizo parte de la lista del representante a la Cámara por Santander, Iván Díaz Mateus, quien durante tres meses le cedió su curul en la corporación, a mediados de 2004. A partir de allí su vida cambió. Cuando llegó al Congreso estaba en pleno debate el proyecto de reelección. Medina, junto con 17 parlamentarios de la comisión primera, se había comprometido para hundir el proyecto de reelección. Pero unas horas antes de votar el proyecto, cambió su decisión, y su voto, junto con la ausencia del representante Teodolindo Avendaño, fue lo que permitió que la reelección pasara.
 
Durante varias semanas Yidis se convirtió en el centro de atención de los medios de comunicación y en 'la consentida' de los funcionarios del alto gobierno. Una vez cumplió los tres meses de su 'palomita' en el Congreso, el representante Díaz asumió de nuevo su curul y Yidis regresó a Barrancabermeja. El cambio en su decisión sobre la reelección le representó grandes dividendos políticos. Varios de sus amigos, colaboradores y copartidarios políticos en Barranca fueron nombrados en los más importantes cargos, como la Regional del Programa Presidencial de la Red de Solidaridad, la regional del Instituto de los Seguros Sociales y la Corporación Autónoma de Santander, entre otros.
 
Yidis se convirtió en la política más fuerte en el puerto petrolero. Con lo que no contaba era con que un viejo problema judicial reviviera con fuerza la semana pasada, cuando un fiscal dictó medida de aseguramiento contra seis cercanos colaboradores suyos.
 
El caso que hoy tiene a la ex congresista contra las cuerdas comenzó hace cinco años, cuando se creó una fundación llamada Cooperativa para el Desarrollo Social y Económico del Magdalena Medio, Integrar. La cooperativa fue registrada en la Cámara de Comercio de Barrancabermeja en febrero de 2000 con un capital de tan solo dos millones de pesos. Un mes después, y por espacio de 10 meses más, recibió más de 1.800 millones de pesos del erario y recursos de regalías directas, a través de 35 contratos. Con recursos del municipio de Barranca y del Plan Colombia, la cooperativa recibía los recursos para, entre otras cosas, implementar programas para la creación de empleos sostenibles para la comunidad vulnerable de los estratos 1 y 2 del Sisbén, en los que se incluían familias desplazadas y madres cabezas de hogar.
 
Si bien Yidis no era la representante legal de la cooperativa, ella la manejaba e incluso desde su sede atendía durante todo el día. Para diciembre de 2000, el director regional de la red de veedurías, Henry Anaya, detectó algunas irregularidades en la contratación y el funcionamiento de la cooperativa e instauró denuncias ante la Fiscalía y la Procuraduría.
 
Entre otras anormalidades la cooperativa no tenía la experiencia ni las facultades legales para manejar recursos públicos. Más grave que esto es que se descubrió que la mayoría de los 1.800 millones de pesos jamás llegó a las familias pobres y, por el contrario, una parte fue destinada a apoyar la campaña política para la alcaldía de Barranca del movimiento de Yidis. Como si esto fuera poco, los dineros que no fueron destinados a ese fin terminaron en los bolsillos de amigos, copartidarios, familiares e incluso de la propia Yidis. Sin ningún tipo de sustento ni explicación, la Corporación le giró a Yidis 23 millones de pesos y su ex esposo fue beneficiado con un cheque de 30 millones de pesos.
 
Durante casi cinco años el proceso estuvo congelado en la Fiscalía hasta la semana pasada, cuando se hicieron públicas las primeras capturas por el caso. La investigación, que tomó un segundo aire, continúa en los próximos días cuando la Fiscalía dictará nuevas medidas de aseguramiento y llamará a indagatoria a por lo menos una docena de personas que se beneficiaron con los recursos públicos. Una de las que tendrá que acudir ante el fiscal será Yidis, quien después de su fundamental papel en la reelección nunca pensó que un viejo proceso del pasado esté a punto de darle un nuevo giro a su vida.