Home

Nación

Artículo

| Foto: SEMANA

PROCESO

El ‘pataleo’ del excongresista César Pérez

La Corte se negó a revisar su condena por la masacre de Segovia. Pérez violaría normas penitenciarias.

4 de julio de 2013

César Pérez García, veterano político antioqueño y excongresista, aún no asimila la dura condena en su contra proferida por la Corte Suprema de Justicia como el autor intelectual de la masacre de 43 personas en el municipio antioqueño de Segovia.

La Corte pidió que esa condena fuera tomada como referente internacional para que no se repita la historia de la violencia que se encarnizó contra los militantes de la Unión Patriótica, que fueron perseguidos por un maridaje político-paramilitar.

Sin embargo, a pesar de la elevada condena, Pérez no quiso doblegarse. A través de su abogado solicitó la nulidad de todo lo actuado en su proceso, bajo el argumento de que se debía garantizar por parte del alto tribunal una doble instancia en su proceso. Pérez intentaba decirle a la Corte que no existía veracidad en los testimonios que fueron la base para su condena.

Una solicitud insólita si se tiene en cuenta que la Corte es la última instancia en procesos como el del excongresista.
Pero la Sala Penal, de manera contundente, negó la solicitud. “De acuerdo con el diseño Constitucional, la Sala de Casación Penal, como lo ha destacado la Corte Constitucional, es el órgano límite de la jurisdicción ordinaria, y por tal razón sus decisiones son de única instancia y por consiguiente inimpugnables”, precisa el auto.

El alto tribunal manifestó que no existe posibilidad alguna de que se reverse la decisión, entre otras cosas porque durante el proceso no hubo afectación de garantías fundamentales o infracción de tratados internacionales.

El excongresista fue condenado por el delito de homicidio agravado por el asesinato de 43 personas señaladas de simpatizar con la Unión Patriótica (UP), en el municipio de Segovia, Antioquia. De los testimonios más significativos en contra del exrepresentante fueron los del exjefe paramilitar alias el 'Negro Vladimir' y algunos de sus colaboradores, quienes manifestaron que el único fin de la masacre era el de retomar el control político liberal en la zona.

Para la justicia colombiana no queda duda alguna de que el excongresista César Pérez García gestó y financió la masacre, de la que quedan aún secuelas de dolor en ese municipio.

Lo último que se supo de César Pérez es que continúa violando las normas. Periodistas de Blu Radio revelaron que el excongresista aprovecha salidas médicas cada 15 días a una clínica ubicada en el norte de Bogotá para atender a decenas de personas. Se cree que son seguidores políticos o servidores de la universidad de la cual es propietario.