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Un vehículo de carga transita por la carretera de La Cordialidad que comunica a Cartagena con Barranquilla. | Foto: EFE

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El precio de la emergencia vial: hablan los afectados

El mal estado de las vías nacionales perjudica, entre otros, a los sectores de transporte, turismo y alimentos. La emergencia vial les ha generado enormes pérdidas económicas y la temporada vacacional parece no ser su salvación.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
23 de noviembre de 2011

La segunda temporada de lluvias que afronta el país demuestra de nuevo la debilidad de la infraestructura vial, una compleja problemática que hace perder dinero a muchos y cuyo impacto trasciende a los niveles social y humano.
 
Los cierres totales en las vías nacionales y departamentales afectan, entre otros, a los sectores transportador, turismo y alimentos. El comercio tambalea y los empresarios, agricultores y camioneros no pintan bien las utilidades de la próxima temporada vacacional.
 
Semana.com habló con los representantes de algunos de los grupos afectados con la inestabilidad de las carreteras. Advierten que las pérdidas económicas crecen a ritmo acelerado y señalan las causas de la emergencia vial que les impide el cumplimiento de sus compromisos comerciales.
 
La escasez transitoria de los alimentos
 
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, indicó que con las lluvias la tierra agrícola se ha disminuido por afectación e inundación en 8 por ciento.

Explicó que el clima, la demora en las obras de infraestructura y las relaciones entre los contratistas y el Gobierno son las principales causas de la emergencia vial, que entre sus repercusiones, dificulta la movilidad de los alimentos.

El representante de los agricultores aclaró que el país puede llegar a una escasez transitoria de productos, pero no a una total carencia. Añadió que las condiciones difíciles de transporte disminuyen la calidad de los alimentos.

Ante la afectación que sufren el productor y el consumidor, Mejía explicó que las pérdidas económicas para ambos grupos económicos son altas. "El que más sufre es el agricultor, al que le bajan el precio y se le suben los costos de producción para sacar el agua y volver a sembrar. Al consumidor, las centrales de abasto, los supermercados y todos los formadores del precio le suben el precio".

Este martes, el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), Juan Ricardo Ortega, señaló que la temporada de lluvias ha afectado las exportaciones. "Hay exportadores que no están pudiendo sacar su mercancía y por lo tanto, no pueden cumplir con sus compromisos comerciales", precisó el funcionario.

Con la emergencia vial, las críticas al Tratado de Libre Comercio se multiplican. Aunque Mejía precisó que se deben fortalecer las vías para recibir el acuerdo comercial con Estados Unidos, el representante agricultor defendió la firma del tratado en medio del mal estado de las vías.

"Es cierto que para aprovechar el Tratado de Libre Comercio hay que mejorar las vías, pero mientras el país espera a que todo esté listo, otros países han cogido los espacios que Colombia podría tener, quedaríamos por fuera de la globalización y sin ser oferentes en alimentos", concluyó.
Piden emergencia social para el transporte de carga

Según los cálculos de la Asociación Colombiana de Camioneros, las pérdidas económicas que se registran en el sector por la emergencia vial ascienden a 170.000 millones de pesos. El presidente de la asociación, Pedro Aguilar, apuntó que les preocupa no ser eficientes en las operaciones y dejar de hacer viajes.

"Cuando un camionero está parqueado, el propietario pierde 1.500.000 pesos y el conductor deja de recibir 70.000 u 80.000 pesos diarios. Además de tener compromisos de llantas, aceites y repuestos. Los costos fijos se nos disparan, trabajemos o no", explicó.

La parálisis en las vías agudizó la discusión por los altos costos de los peajes. Según Aguilar, cada camionero paga al año 37 millones de pesos en peajes, cifra que mortifica al sector cuando sus actividades son suspendidas por un derrumbe.
 
En ese sentido, los transportadores solicitaron desde el 2010 hacer una veeduría para verificar la proporcionalidad entre los costos de los peajes y la inversión en las carreteras.

"No vemos reflejado lo que pagamos en peajes en los beneficios que debemos recibir como personas que ocupamos las vías. Se siente y se ve que no están invirtiendo los recursos como debería ser, están quedando en la burocracia o en la corrupción", sostuvo.
 
Como los demás sectores, los camioneros rechazan las vulnerables condiciones de las vías. "Si no prestan un servicio, no tenemos por qué pagarlo. Es un principio natural".

Recordó que aún sigue vigente la propuesta al Gobierno para evitar el cobro de los peajes en las vías en mal estado. Rechazó la posición del ministro de Transporte, Germán Cardona, al decir que la posibilidad jurídica se debe estudiar porque se podría incurrir en un "detrimento patrimonial". "Eso sí se puede, sólo falta la voluntad política para resolver esta crisis", precisó.

Aguilar recuerda que la preocupación por el estado de las vías comenzó en el año 2006, cuando empezaron las fuertes lluvias. "La ola invernal acabó las carreteras hasta cuando se llegó al punto máximo de hoy, donde no tenemos cómo transitar".
 
Explicó que los llamados de atención han sido varios y que la emergencia vial es una catástrofe que ocurrió por falta de prevención. En ese sentido, Aguilar dijo que apoya a los organismos de control que buscan comprobar algún tipo de negligencia en los funcionarios encargados.

El sector camionero ha solicitado al ministro de Transporte declarar la emergencia social para el transporte de carga. "Necesitamos medidas como los créditos blandos para hacer más llevadera esta crisis que no es culpa de nosotros", indicó.

El representante alegó que la infraestructura vial colombiana no es competente para un tratado comercial. "Tenemos sobreoferta y capacidad de carga. Lo que no tenemos son vías carreteables. Cuando hacemos un viaje de Buenaventura a Bogotá nos gastamos cuatro vías, lo que va en contravía a la competitividad. Además, el camionero hace tres viajes a Buenaventura al mes, y no ocho, como debería ser", dijo.

Aguilar rechazó la preparación del país ante el acuerdo. "Si el Gobierno se metió en un TLC, necesitamos carreteras eficientes y dobles calzadas para cumplir los compromisos comerciales".

El representante de los transportadores recordó que durante el año 2010 murieron en las vías 17 camioneros e hizo un llamado para que no se cobren más vidas en esta temporada de lluvias. "Parece que nos estuviéramos acostumbrando a la catástrofe... Sólo espero que no se cobren vidas, porque los bienes materiales se consiguen y se restablecen, pero la vida de un ser humano es un perjuicio para una familia".

Finalmente, Aguilar pidió más seguridad en las carreteras debido a que en los derrumbes los  "delincuentes se están aprovechando de los conductores y los están atacando".

"El turismo está secuestrado en las ciudades"

El presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Transporte Especial y de Turismo (ACOLTES), Lupoani Sánchez, aseguró que el país volvió a la época de hace diez años, "cuando el transporte especial y de turismo estaba secuestrado en las ciudades". En ese sentido, insistió que "los turistas tienen mucho miedo de salir".

Sánchez explicó las carreteras sin mantenimiento son injustificadas tras la gran advertencia que significó la primera temporada de lluvias. "Se suponía que iban a dejar la infraesturcutra lista, pero no, estamos pagando las consecuencias del incumplimiento de obras y la inestabilidad de puentes".

El empresario advirtió que para la época decembrina las "pérdidas serán millonarias". Explicó que aunque se esperan cinco millones de turistas nacionales y 600.000 personas fuera del país, la emergencia vial impedirá alcanzar las metas. Muestra de ello es el mes de octubre pasado, cuando no se alcanzaron a usar ni 2.000 carros, de los 5.000 dispuestos, en la semana de receso escolar.

"Vamos a trabajar en la costa atlántica, en lo que se puede. En el turismo de naturaleza como el Eje Cafetero y San Agustín, en Huila, no podremos movilizarnos. Al paso que vamos, el turista va a tener que quedarse en casa y no habrá hoteles, restaurantes, centros vacacionales ni las mismas vacaciones", explicó.

El presidente de la asociación aclaró que durante diciembre y enero se podrían quedar parqueados 25.000 carros, lo cual significa enormes pérdidas financieras. "Cada vehículo gana entre 12 millones y 15 millones de pesos, ahora multiplique. El poco turista con capacidad económica se va para el transporte aéreo y el terrestre en dónde queda. El temor es que por el turismo la economía se vaya para el piso", lamentó.

Sánchez exigió al Gobierno una póliza para catástrofes, como ocurre con la medida contra el terrorismo. "Cuando queman un carro en servicio, el Estado reconoce el 70 por ciento. Ahora queremos que nos garanticen una póliza para derrumbes", concluyó.

La infraestructura vial, una problema histórico

El académico del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) José Stalin Rojas le dijo a la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional que razones históricas y de coyuntura agravan el problema de la infraestructura vial.

Según Stalin, el trazado de las principales carreteras y de los ferrocarriles se hizo al borde y a través de las montañas, sin considerar alternativas menos riesgosas.

“Las principales vías son muy pocas. Esto hace que lo ocurrido con el bloqueo de La Línea mantenga paralizado medio país. Es increíble que con un derrumbe, sin importar su magnitud, quedemos incomunicados por carretera”, señaló.

El experto también justificó la emergencia vial en la corrupción y la falta de previsión.

“Existe la intención del Gobierno de poner una urna de cristal en el manejo de los recursos y Colombia Humanitaria ha hecho un trabajo silencioso y acertado. Hoy, a la gente le tienen que dar la ayuda, no se pueden hacer promesas, sino ejecutar acciones”, concluyó.