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ATENTADO

El Presidente, en la mira

Todo apunta a que la explosión de una casa bomba en Neiva, que mató a 18 personas, frustró un intento de asesinato contra Alvaro Uribe Vélez.

16 de febrero de 2003

El jueves el pais se fue a dormir acongojado por el sepelio de las víctimas del Club El Nogal, para amanecer el viernes con la noticia de que las Farc planeaban un letal atentado contra el presidente Alvaro Uribe en Neiva.

A las 5 y 25 de la mañana, cuando la fiscal especializada Cecilia Giraldo Saavedra, el mayor de la Policía Henry Angarita Calderón y ocho policías allanaban una casa en el barrio de invasión Villa Magdalena, 200 kilos de anfo estallaron provocando su muerte y la de ocho vecinos, entre ellos varios niños.

La carga estaba en el patio de una casa vacía ubicada en la trayectoria de la pista de aterrizaje del aeropuerto Benito Salas de Neiva. Como la residencia estaba a menos de 700 metros de la cabecera, todo avión que volara desde Bogotá tenía que necesariamente pasar por encima de su techo a una altura no mayor a los 50 metros.

Según dijo Hernando Valenzuela, director regional de Fiscalías, las autoridades habían recibido información de que se planeaba un atentado contra el avión del Presidente. Eso, unido a la ubicación del inmueble, llevó a las autoridades a concluir que la columna móvil Teófilo Forero planeaba activar la poderosa carga cuando el avión que llevaría a Uribe y a varios ministros a un consejo comunitario en Neiva pasara por allí el sábado.

La onda explosiva de la bomba fue tan fuerte que destruyó 70 casas de este barrio popular. De la casa donde estalló sólo quedó un cráter inmenso, como si nunca hubiera existido. Las autoridades aseguran que si hubiera explotado cuando el avión del Presidente estaba a punto de aterrizar la onda explosiva habría tumbado la aeronave.

Algunas personas de Neiva creen, sin embargo, que es posible que el atentado no estuviera dirigido contra el Presidente sino más bien contra la fiscal Cecilia Giraldo. Y que la información que le llegó a la Policía sobre la existencia de explosivos en esa casa no hubiera sido más que un gancho ciego. Giraldo, una tunjana de 45 años, se había convertido en una de las peores pesadillas para la Teófilo Forero, una fuerza especial de las Farc responsable también del atentado contra el Club El Nogal.

Abogada de la universidad Externado de Colombia con dos especializaciones en derecho de las universidades Javeriana y el Rosario, Giraldo estuvo a cargo de la primera fase de la investigación del secuestro de 15 personas en el Edificio Miraflores en Neiva, a cargo de la Teófilo. Además manejó el caso del aeropirata Arnubio Ramos, de las Farc, que desvió un avión hacia el Caguán en pleno proceso de paz durante la administración Pastrana. Y como si eso no fuera ya suficiente para las amenazas que recibía todas las semanas, investigaba también el secuestro del senador Eduardo Gechem, que condujo al rompimiento de las negociaciones con las Farc.

Algunas personas creen que si el atentado era contra ella, la guerrilla lo que en realidad quería cobrarle eran las investigaciones que condujeron a las operaciones Margaret, Apolo y Capitán Rojas, realizadas por el Ejército el año pasado. En estos tres operativos capturaron a 60 guerrilleros de la Teófilo en ocho municipios del Huila, quizás el golpe más grande que ha sufrido hasta el momento.

Como retaliación, las Farc le enviaron a la fiscal Giraldo el 26 de agosto pasado un libro bomba, que por fortuna explotó cuando aún reposaba en su escritorio, sin que nadie resultara herido. Y el atentado tampoco socavó su recia voluntad. "Era una trabajadora incansable, no tenía horario", dice de ella su jefe. Era una mujer soltera, casada con su oficio. Tanto que el día de su muerte era el sexto allanamiento que practicaba y ya tenía planeados otros por la tarde.

Las siete vidas

Pese a que la Teófilo Forero tenía sentenciada a la fiscal, las autoridades se inclinan más por la primera hipótesis. "Todo hace pensar que era una acción dirigida en contra de una aeronave", afirmó el general Teodoro Campo, comandante de la Policía Nacional. Y como ahora dicen en el gobierno, "blanco es, gallina lo pone y frito se come". Uribe había anunciado con anterioridad su consejo comunitario, lo que le habría permitido a la guerrilla planear con tiempo el atentado.

Pese a la explosión de la casa bomba, el Presidente, fiel a su talante, dijo que atendería el consejo comunitario el sábado. Esta es la misma actitud que ha demostrado Uribe en los últimos cinco atentados que ha perpetrado la guerrilla en su contra desde que se lanzó como candidato presidencial (ver recuadro).

Lo preocupante es que desde que trató de asesinarlo con un burro bomba en Barranquilla minutos antes de que el candidato Uribe y su comitiva pasaran por la Avenida Circunvalar el 3 de noviembre de 2001, las Farc han ido sofisticando sus procedimientos. Y aunque el Presidente también ha reforzado su seguridad con asesoría internacional lo cierto es que aún se expone demasiado, sobre todo en los consejos comunitarios. Las investigaciones, al cierre de esta edición, parecían ir por buen camino luego de que dos sospechosos fueron detenidos en un barrio cercano. Uno de ellos tenía en su poder un control remoto capaz de detonar a distancia la bomba fatal.