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| Foto: Archivo particular

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El primer día de Alberto Rojas como magistrado

El nuevo magistrado de la Corte Constitucional tiene a partir de hoy en sus manos varias ‘papas calientes’.

8 de mayo de 2013

Hacía las 8:00 a. m. de este miércoles, en un vehículo blindado ofrecido por la Judicatura, llegó el nuevo magistrado Alberto Rojas Ríos, quien a partir de hoy ingresa a la Sala Plena de la Corte Constitucional en donde velará, como lo dijo en su juramento ante el presidente Juan Manuel Santos, por “el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos”.

Con un traje negro y una corbata roja se desplazó por el ascensor hacia el sexto piso, donde queda su despacho, el mismo que ocupo meses atrás Humberto Sierra Porto y que ahora pasa a su cargo como uno de los custodios de la Constitución.

Rojas llega en un momento clave de la Corte Constitucional, tras el polémico fallo de las altas pensiones de magistrados y congresistas las cuales fueron tumbadas por la alta corporación. En su primera Sala Plena, Rojas tuvo 18 puntos en el orden del día para definir junto con sus ocho colegas.

El primero es una demanda contra la Ley estatutaria de transparencia y regulación del derecho de acceso a la información pública nacional. De aprobarse dicha demanda, se le pondría coto a las filtraciones de información sensible de seguridad nacional. Ejemplo de ello es el reciente caso en el que se vio involucrado el expresidente Álvaro Uribe, quien reveló en su perfil de Twitter las coordenadas del sitio donde se realizaría una operación relacionada con el proceso de paz.

Piedad y UPAC

Otros temas que desvelarán a Rojas -según sus colegas-, por su complejidad e importancia, son dos decisiones trascendentales. Una es la acción de tutela interpuesta por la exsenadora Piedad Córdoba, quien asegura que sus derechos fundamentales fueron violados por el procurador general Alejandro Ordóñez, al destituirla e inhabilitarla para ejercer cargos públicos.

Según conoció Semana.com el tema ya está avanzado y tiene una ponencia elaborada por el presidente de la corporación, Jorge Iván Palacio, que estaría encaminada a dejar las cosas como están y no acceder a las pretensiones de la demanda. Rojas deberá entrar a la discusión con una posición clara.

El otro asunto, delicado en cuanto tendría efectos directos contra el erario –quizá más importante que el tema de las pensiones-, es una tutela interpuesta contra un fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que ordenó al Banco de la República indemnizar a un afectado por crisis del UPAC –predecesor de la UVR en los esquemas de financiación de vivienda-, descalabro que tuvo lugar a fines de la década de los años 90.

El fondo del asunto es que la decisión que tome la Corte Constitucional será tenida en cuenta por varios jueces administrativos, que tienen en sus despachos acciones populares en las que afectados por el UPAC reclaman millonarias indemnizaciones. Si el alto tribunal accede a las pretensiones de la tutela, el Banco de la República enfrentaría el pago de 200 billones de pesos. Rojas tendría en sus manos el voto para definir este aspecto.

El magistrado, según se conoció, solo consume agua y galletas integrales durante las deliberaciones de estos y otros importantes temas. Se espera que, en breve, le sean asignados asuntos de constitucionalidad y tutelas para que proyecte las decisiones.

Sus aliados en la Corte

Con este nuevo magistrado las cargas en la Corte se nivelan respecto de las alianzas que forjan en su interior y que terminan por producir grandes decisiones. Por ahora, gran aliado de Rojas en la Corte es el magistrado Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, quien durante la campaña fue el único integrante del tribunal que abiertamente lo apoyó y no le ‘paró bolas’ a los escándalos que lo rodean.

En el bando opuesto estarían el actual presidente actual de la Corte, Jorge Iván Palacio, y los magistrados Luis Ernesto Vargas y Nilson Pinilla, quienes varias veces, incluso por comunicaciones escritas, han manifestado su diferencia respecto de las decisiones de Pretelt.

El otro bloque está compuesto por quienes se mantienen al margen de este ‘campo de batalla’: los togados Mauricio González Cuervo, María Victoria Calle, Gabriel Mendoza, y Luis Guillermo Guerrero.

En medio de este ajedrez de poder, se mueven las fichas que plantearán grandes alianzas o diferencias que decidirán los temas trascendentales que tiene la Corte Constitucional en sus manos.