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EL PRIMER ROUND

Gana Galán, Gómez no pierde y Barco pierde mucho en el primer debate de candidatos en T.V.

17 de marzo de 1986

Los dos hombres vestidos de azul y luciendo corbata roja, caminaron unos pasos el uno hacia el otro, se estrecharon la mano y prosiguieron hacia sus respectivos podios. Comenzó en ese momento para los colombianos, el controvertido y tan anunciado primer debate en televisión entre dos candidatos a la Presidencia de la República: Alvaro Gómez y Luis Carlos Galán. ¿Quién sería el vencedor? ¿Qué tan afectado podía resultar el gran ausente, Virgilio Barco?
Desde la primera pregunta, el director de noticias de RCN, Juan Gossaín, puso el dedo en la llaga, señalando lo que habría de constituirse en la mayor limitante del espectáculo: el exceso de rigidez en el formato y, particularmente, el ridículo requisito de repetir cada pregunta para formular exactamente la misma a ambos candidatos, con lo cual además, era necesario que todas estuvieran escritas de antemano. Después de unos minutos de nerviosismo inicial, el ambiente se distendió y bajo la férrea disciplina del moderador Bernardo Hoyos, Gossaín, María Elvira Samper, directora del Noticiero de las Siete, y Alvaro H. Caicedo, director del diario Occidente de Cali, procedieron a foguear durante una hora y en forma intercalada, a los dos aspirantes a la Presidencia.
Las limitaciones ya señaladas en el formato, impidieron que en realidad se presentara un debate. No hubo prácticamente ningún enfrentamiento de tesis y la brevedad del tiempo adjudicado a cada respuesta hizo imposible que los temas fueran tratados con profundidad. Las respuestas fueron en general muy abstractas y llenas de lugares comunes y, fuera de un par de chistes de Gómez, uno de ellos al cerrar el programa, cuando anunció que estaba buscando empleo, se puede decir que los televidentes nada pudieron recordar, una vez terminado el programa, de los planteamientos que en él se hicieron.
Terminado el debate, como si se tratara de la votación en Filipinas, ambos contendientes reclamaban la victoria y en las dos esquinas se respiraba con júbilo un auténtico aire de triunfo.
Dos ganadores
Los dos bandos tenían razón. Indudablemente habían ganado, y mucho. Galán lo había hecho en términos inmediatos, es decir, en el propio debate, y Gómez posiblemente en algo menos inmediato, pero sin duda más importante: en lo que se refiere a sus posibilidades electorales.
A pesar de sus limitaciones y de que como programa de televisión fue un ladrillo, el enfrentamiento Gómez-Galán resultó un espectáculo de mucha altura, que tuvo gran impacto en la ecuación de fuerzas políticas del momento. Toda clase de sondeos y encuestas demostró inmediatamente que el ganador había sido Galán, particularmente en esa franja indecisa que hoy en día suele definir las elecciones. Pero a pesar de este súbito repunte, el candidato del Nuevo Liberalismo no tiene aún posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. Por lo tanto, el gran beneficiado electoralmente es Alvaro Gómez, quien al ahondarse la división liberal, tiene hoy en día más posibilidades de pasar por el medio. Cualquier duda sobre si Barco se perjudicaba o no, quedó definida por el resultado de las primeras encuestas (ver artículo al respecto). El daño, por lo menos de inmediato, parece haber sido enorme para el candidato del oficialismo, quien perdió de la noche a la mañana el liderazgo en Bogotá para las presidenciales, el cual fue asumido por Galán, quien hasta hace pocos días ocupaba el segundo puesto en la capital.
Gómez, por su parte, mantuvo intactas sus hordas azules, pero logró penetrar un poco en la anhelada franja de los independientes, en donde se pensaba que ni él ni Barco tenían mayores posibilidades.

Los intangibles
El debate en realidad dio todo lo que podía dar. La utilidad de estos enfrentamientos no consiste tanto en exponer fórmulas concretas, ni en destrozarse con el adversario, sino más bien en transmitir elementos más intangibles, como la capacidad de liderazgo, la autoridad, la seguridad en sí mismo,la madurez y la experiencia, que son los que inconscientemente influyen en los electores, a quienes en el fondo no les interesan mucho los programas de gobierno.
Galán demostró una vez más que es un mago en el manejo de la televisión. Se podría decir, sin caer en exageraciones, que estuvo casi demasiado perfecto. "Parecía el afiche hablando", comentó a SEMANA un barquista resignado. Elocuente fluido, lúcido, bien documentado y con una gran capacidad de manejo de cifras, sólo se le podría criticar su absoluta falta de sentido del humor. Para muchos, manejó un lenguaje y unos conceptos un poco elevados y distantes para el promedio de los televidentes. Sin embargo, los votos no se consiguen necesariamente haciendo que la gente entienda, sino dejando la impresión de que el candidato entien de. Y eso, definitivamente, lo logró.
También lo logró Gómez, quien, sin embargo, trató de moldear sus intervenciones con un tono un poco más coloquial y accesible, que el enérgico tono de Bolívar en el Monte Sacro utilizado por Galán.
Gómez, con estilo conversadito y contenido de editorial de El Siglo, salió muy bien librado. Al fin y al cabo, teniendo en cuenta que se enfrentaba a un superdotado para la televisión como Galán, sus riesgos eran mucho más grandes que los del jefe del Nuevo Liberalismo. "Que Galán en televisión luzca mejor que Gómez, eso no significa nada, pues Galán en eso es mejor que todos los colombianos", afirmó con realismo y mamadera de gallo el senador Alberto Casas, el alter-ego del candidato conservador.
Por esto, si bien Gómez no ganó, tampoco perdió. Y a una madurez y experiencia que ya se le reconocían, se le sumó un inesperado y bienvenido sentido del humor. Independientemente de cuáles fueran las preguntas, la respuesta era siempre alguna variante de su consigna "mi revolución es el desarrollo". Esto le dio cierta monotonía a sus intervenciones, pero también coherencia y claridad en el mensaje.
En fin, a pesar de las generalidades y los lugares comunes en que incurrieron, Gómez y Galán lograron proyectar perfiles ideológicos bastante bien delineados. El primero de centro-derecha, y el segundo de centro-izquierda. Empate en contenido y victoria de Galán en cuanto a imagen, podría ser el resumen final del debate que tendrá el próximo martes 25 su segundo round.

HABLA LA GENTE
Sin ninguna pretensión estadística, SEMANA entrevistó a transeúntes de Bogotá, que expresaron espontáneamente sus opiniones sobre el debate. Estas son algunas de ellas

Alvaro Jaramillo
Liberal galanista, 59 años de edad, jubilado: "No!!!, qué cosa tan mala, ¿a eso le llaman debate? Quizá si se organizara mejor, realmente como debate, sería fabuloso. Ahora, hay que tener en cuenta que no se presentaron todos los candidatos y eso afecta la opinión pública. Galán, en este momento, le está quitando votos a Barco y está capitalizando con Gómez. Galán es estupendo".
Mary de Velásquez
Ama de casa conservadora: "Definitivamente mi candidato es Alvaro Gómez, tiene todo lo que necesita el país, es un hombre serio, con ideas estupendas, con alcurnia, y además es un excelente orador. El debate que se hizo por televisión me acabo de convencer sobre lo que pienso de Gómez. Así debe ser para que la gente decida acerca del voto que va a dar, es una responsabilidad muy grande de los colombianos".
Edgar Tavera
Estudiante liberal, con 26 años de edad: "Dicen que la juventud está con Galán, yo soy joven, pero voy a votar por Barco. Con todo y el debate por televisión, considero que el mejor sigue siendo Barco, lo he visto en entrevistas por la pantalla chica como lo he hecho con Gómez y Galán. El segundo domina más la palabra y las cámaras, hay que aceptarlo, pero esta vez la victoria será de Barco".
Enrique Hernández
Ejecutivo, galanista de 43 años: "No sobe!!!, ese debate fue la machera. Definitivamente Galán, con esa claridad política, barre. Es excelente, me encanta. Por otro lado pienso que el hecho de que Barco no se presentara en televisión, lo va a perjudicar mucho, porque los otros candidatos le van a quitar votos".
Malta Bueno
Conservadora, comerciante de 50 años: "¿Pero, cómo dicen que eso no es un debate? A mí personalmente me pareció muy bueno, y creo que ayudó a fijar mi posición acerca de Gómez. Voy a votar por él. Lo que sí creo es que Barco se ha debido presentar en televisión, el pueblo tiene que olvidar los odios que existieron alguna vez entre los partidos y que todavía se ven brotes de ellos".
Jorge Gutiérrez
Estudiante de economía, de 22 años y filiación política liberal:
"Me pareció que el debate no fue debate, tenía más semejanza a una entrevista, y aunque no pudimos saber qué otros pensamientos tienen Galán y Gómez. me quedo con Gómez. Hay que tener en cuenta que hay más candidatos, no solamente dos, y por eso es una lástima que Barco no se presentara en el llamado "debate", porque eso le puede quitar el cien por ciento de votantes, le resta publicidad y quizá la gente se desanime un poco de Barco".

Jairo García
Abogado de 37 años, liberal progresista: "Caramba, estamos en un país de locos, se la pasan diciendo que se presentarán dos de los candidatos a la Presidencia, por televisión, y el resultado fue realmente desarmador. Fue un debate con preguntas de cartón, prefabricadas, no dijeron nada bueno. Ahora, hay que tener en cuenta que afirman que hay 3 candidatos, pero realmente hay solamente 2. Uno es Barco, y el otro es una manguala conformada por Galán y Gómez, de los dos, el que más me gusta es Barco, porque es preciso que el país tenga un candidato que esté fuera de la rosca, una persona ilustre y técnica".
José Patiño
Cerrajero de 33 años, liberal galanista: "En el país nunca se había hecho ese tipo de enfrentamientos, por eso me gustó el debate pero lo que más me gustó fue Galán. De Gómez no le puedo hablar mucho, pero pienso con respecto a Barco que la gente tiene derecho a cohibirse ante la televisión y hay que respetar el ideal político de cada uno".
Pablo Gutiérrez
Comerciante, liberal, 45 años de edad: "Ojalá que se siguieran haciendo esos debates en la televisión colombiana y así, uno los podría conocer mejor, por eso me pareció muy interesante lo que acabó de pasar entre Galán y Gómez. Mi candidato predilecto es Barco, aunque no se haya presentado en televisión con los otros. Es una lástima porque la gente piensa que es por miedo, dicen que es falta de coraje y eso no le conviene electoralmente. De todas maneras yo voy a votar por Barco, y no cambio mi opinión".