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"Se pensaba que lo de las señoras del tinto era lo último, pero seguimos infiltrados".

ENTREVISTA

"El que puede cambiar la terna es el Presidente"

El presidente de la Corte Suprema, Jaime Arrubla, explica por qué no han podido elegir al Fiscal General.

18 de septiembre de 2010

El tema de la elección del Fiscal General se calentó de nuevo la semana pasada. El presidente Juan Manuel Santos, de manera muy respetuosa, le dijo a la Corte Suprema que se apurara. El Departamento de Estado de Estados Unidos también hizo lo propio. Y la Corte volvió a votar, por vigésima segunda vez, pero de nuevo no hubo humo blanco.
 
Parece un problema imposible de resolver. El presidente de la Corte Suprema, Jaime Arrubla, explica por qué.

SEMANA: ¿Por qué en 14 meses no han podido elegir Fiscal?

JAIME ARRUBLA:
Ninguno de los tres ternados ha logrado el número de votos que exige el reglamento de la Corte, que son 16.

SEMANA: Pero tal y como van las cosas esa podría ser la misma respuesta que nos dé en tres años...

J.A.:
Pues los hechos son hechos y son tozudos. Ya la Corte ha venido cumpliendo con poner la terna en consideración varias veces y hacer la votación, y no se obtiene un resultado. Hay que interpretar esos hechos.

SEMANA: ¿Y cómo se interpretan? ¿Los hechos les dicen a los candidatos que deben renunciar?

J.A.: Esa es una interpretación suya no mía.

SEMANA: El presidente Juan Manuel Santos le acaba de pedir a la Corte que cuente con él "a fin de encontrar fórmulas y no cerrar ninguna puerta de solución". ¿Será que les está pidiendo que cambien la terna?

J.A.: Nosotros no estamos en capacidad ni en competencia de cambiar la terna. Eso es una competencia del señor Presidente.

SEMANA: ¿El Presidente podría cambiarla?

J.A.: En la Constitución están definidas las competencias. La de nosotros es que una vez la terna llega, procedemos a votarla.

SEMANA: Si el Presidente puede cambiar la terna, como usted insinúa, pero por otra parte le pide a la Corte que busque otras fórmulas, ¿será que le está sacando el cuerpo a la espinosa decisión de cambiar la terna?

J.A.: No soy intérprete del señor Presidente. La Constitución es muy clara. En el proceso intervienen dos ramas, cada una con sus competencias, y lo ideal es que lo más pronto posible se elija el Fiscal.

SEMANA: RCN Radio dio a conocer apartes de un acta de una sala plena de la Corte y en ella se registra que había un bloque de seis magistrados que están votando en blanco y que han bloqueado la elección...

J.A.: Lo que eso indica es que las infiltraciones a la Corte no han terminado.

SEMANA: ¿Esas actas no son públicas?

J.A.: ¿Un proyecto de acta que ni siquiera ha sido aprobado? Las actas son reservadas y el que la obtenga, lo hace ilícitamente. Y eso es punible. Cuando alguien pide la copia de un acta, se le da el extracto, que no es reservado. Yo no veo qué diferencia hay entre obtener borradores de sesiones de la Corte y lo de las llamadas 'chuzadas'.

SEMANA: ¿Pero es un ilícito de quién?

J.A.: El delito lo comete quien lo entrega y quien lo recibe, y esto es parte de una red criminal. Hasta donde supimos, había unas empleadas filtrando y pensábamos que eso era lo último, pero todo indica que se sigue infiltrando.

SEMANA: ¿Si se cambia la terna, no cree que caeríamos otra vez en el debate del equilibrio de poderes, según el cual el Presidente en ejercicio no debería confeccionar la terna para Fiscal?

J.A.: En ninguna parte de la Constitución dice que la terna debe ser postulada por un Presidente distinto al del periodo que va a cumplir el Fiscal General. A eso se llegó por casualidad, porque el primer fiscal, el doctor de Gustavo de Greiff, renunció a los dos años. Por esa coincidencia quedó así la cosa.

SEMANA: Usted ha dicho que podría invertirse la forma de elegir el Fiscal, que la Corte presente la terna y el Presidente decida...

J.A.: Yo creo que el Fiscal debe ser independiente, sobre todo de la clase política, porque si en algo se requiere independencia, es en la investigación criminal. Ese esquema, además, agilizaría la elección, sería una forma de solucionar el problema hacia el futuro. Aunque vale decir que tampoco lo garantiza, pues a la Corte le han dicho que está un año demorada, pero el Presidente de la República se demoró un año para elegir un magistrado del Consejo de la Judicatura. Y él solo tenía que ponerse de acuerdo con él mismo.

SEMANA: ¿Será que van a necesitar mediadores que logren poner de acuerdo a los dos bloques que se han creado en la Corte?

J.A.: No está contemplado en la Constitución. Pero tenga la seguridad de que cada magistrado tiene el propósito de elegir Fiscal, pero las circunstancias nos han impedido lograrlo. Y con ello me refiero a todo el tema de las infiltraciones del DAS y de dónde pueden venir. Y a la parapolítica. Y a otros temas más. Todo eso ha llevado a que la elección no se haya dado tan rápido como antes.

SEMANA: Si las 'chuzadas' del DAS les han impedido elegir Fiscal, ¿uno podría pensar que por eso hay magistrados que no quieren elegirlo de la terna que mandó el presidente Álvaro Uribe, para evitar que quede en manos de ese fiscal la investigación de las 'chuzadas'?

J.A.: No puedo responderle. Ni puedo decirle que está en lo cierto o no. Porque los votos de los magistrados son secretos. Esto es un proceso complejo. Y mis razones particulares no las voy a revelar.

SEMANA: En su momento, el candidato Juan Manuel Santos, hoy presidente, proponía que la Fiscalía perteneciera a la rama ejecutiva y no a la judicial, como ocurre en Estados Unidos. Entre otras razones, para que el gobierno pueda diseñar una política criminal...

J.A.: Eso es discutible. Primero, hay que ver si en Estados Unidos están tan contentos con esa fórmula y, segundo, si se obtiene la independencia. Qué haría Estados Unidos si allá tuvieran un Mancuso que hubiera dominado el 40 por ciento del Congreso.

SEMANA: Todo indica que no se va a presentar, por ahora, la reforma a la justicia...

J.A.:
Creo que deberían ponerse a consideración del Congreso temas que son importantes de la reforma, y otros se pueden aplazar.

SEMANA: ¿Como cuáles?

J.A.: El tema de la revisión de decisiones de la Corte Suprema y del Consejo de Estado no debe ir porque es muy inoportuno. Eso va contra la autonomía judicial.

SEMANA: ¿No está de acuerdo con que la Corte Constitucional les revise a ustedes la plana?

J.A.:
La Corte Suprema es el máximo tribunal en lo judicial ordinario y el Consejo de Estado, en lo contencioso. Poner a que sus decisiones sean revisadas es cambiar la esencia de la Constitución. Tanto la Corte Suprema como el Consejo de Estado se eligen por cooptación, sus propios magistrados eligen a los nuevos, para buscar la independencia de sus decisiones; en cambio a la Corte Constitucional la elige el Senado porque es la juez de las leyes. ¿Qué pasaría si nosotros juzgamos a un senador y el tribunal que ha sido elegido por el Senado tiene el derecho a revisar nuestra decisión?

SEMANA: ¿Y qué hacer entonces con el Consejo Superior de la Judicatura que revisa tutelas?

J.A.:
Eso no puede ser, eso hay que eliminarlo. Es una distorsión del sistema. El juez disciplinario no tiene por qué revisar decisiones de otras Cortes.

SEMANA: ¿Por qué está en crisis la justicia?

J.A.: Para mejorar la cobertura, el acceso y la celeridad, más que reformas legales lo que necesitamos son planes de descongestión urgentes, aumentar plazas de jueces, tecnología para la oralidad y muchos otros recursos.

SEMANA: ¿El problema es de plata?

J.A.: Mientras la justicia tenga solo el 1,2 por ciento del Presupuesto Nacional va a ser de muy poca calidad. Es que Bienestar Familiar tiene el 1,5 por ciento, es decir, mucho más que toda la justicia. En otra época llegamos al 2,5 y el promedio de Latinoamérica es el 3 por ciento. ¿Dónde se refleja la voluntad del Estado? En el presupuesto.

SEMANA: ¿También las tutelas congestionan?

J.A.: Sobre todo porque se abusa. Hay 400.000 tutelas en salud, muchas de ellas no serían necesarias si le hicieran a la gente los procedimientos sin necesidad de la tutela. Y en pensiones, ni se diga. Un magistrado no logra su pensión si no es por tutela. ¡Cómo será una persona común y corriente! ¡El Estado tiene que cumplir su tarea sin exigirles a los ciudadanos que pongan una tutela!

SEMANA: Usted ha comparado las 'chuzadas' del DAS a la Corte con el Watergate. ¿Sigue pensando igual?

J.A.: Sí, cuando dije eso se me vino todo el mundo encima porque decían que estaba exagerando. Más que la infiltración, me parece aun más preocupante la difamación que querían hacer a la Corte. Uno queda estupefacto con las declaraciones que han dado ex funcionarios del DAS. Eso es una asociación para delinquir, y todavía falta averiguar muchos tentáculos.

SEMANA: Pero la Corte también tendría que hacer acto de contrición con casos como el reloj que le dio el polémico Giorgio Sale al magistrado Yesid Ramírez...

J.A.: Eso fue motivo de investigación y la Comisión de Acusaciones dictaminó que no había un delito. Cuando uno ya no tiene recursos contra las decisiones judiciales, lo único que le queda es desacreditar al juez. Hubo un verdadero complot contra la Corte Suprema de Justicia, y todavía queda mucho por revelar.