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EL QUE RIE DE ULTIMO...

A pesar del palo que recibió, Barco sale de los debates con iguales o más posibilidades de ser Presidente.

31 de marzo de 1986

La primera temporada de "debatitis" acaba de terminar y la conclusión parece ser que Barco, aun cuando algo magullado, salió relativamente bien librado, pues sigue ganando nacionalmente, no obstante haber perdido a Bogotá. En el segundo debate entre Gómez y Galán, que fue visto por un 10% menos de televidentes que el anterior, los dos candidatos produjeron un espectáculo un poco más ameno que la vez pasada llegando más o menos a los mismos resultados. Galán, carismático como siempre, fue considerado el ganador por la mayoría de los encuestados (53% contra 45% en el primer debate). Gómez, decoroso pero no arrollador, parecía ir ganando en la primera parte, pero perdió por puntos al final. Una semana después, prácticamente nadie se acordaba de ningún planteamiento concreto y lo único que queda es la imagen, que era al fin y al cabo la razón de ser del debate.
Los periodistas, Yamid Amat, Arturo Abella y Germán Castro Caycedo, tuvieron más campo de acción que sus predecesores y trataron de darle un poco más de profundidad a los temas. Abella y Castro cometieron el error de dejar entrever sus preferencias políticas. Amat por su parte, aunque criticado por preguntar sobre problemas fronterizos que poco interesan al televidente, tuvo su verdadero desacierto más por omisión que por acción: siendo su tema el orden público, no le preguntó a ninguno de los candidatos qué pensaba hacer con la guerrilla en el próximo gobierno.
Pero probablemente más importante que el debate fue la que ha sido denominada "embarrada del año". Carlos Martínez Simahan, coordinador general de la campaña de Gómez, en un acto de candidez e ingenuidad política sin precedentes, dijo por radio que los resultados del debate habian sido los que esperaban, pues el propósito era inflar la candidatura de Galán, que estaba perdiendo terreno, para mantener y acentuar la división liberal, como estrategia para un posible triunfo conservador. Aunque seguramente no había un solo colombiano que no supiera esto, en política las cosas tienen que estar disfrazadas con eufemismos y lo que puede tal vez opinar un periodista, no lo puede confesar el N° 2 de una campaña, como lo hizo Martínez Simahan al afirmar: "Nunca ha habido ganador ni perdedor... La estrategia está muy clara: el crecimiento de Galán también le conviene al Partido Conservador... Porque una de las causas reales por las que se hizo el debate es que veíamos a un Galán con tendencia a disminuir. Estaba bajando de 38 a 22 puntos y nos interesaba y lo digo con toda claridad, mantener la expectativa de una candidatura fuerte de Galán porque también le da más oportunidades a la candidatura de Gómez".
Inmediatamente se legitimó el concepto, que ya había comenzado a abrirse campo, de una manguala Alvaro-galanista para evitar el triunfo de Barco. Todos los liberales aspirantes al Congreso por el oficialismo, cerraban sus campañas el fin de semana pasado, repitiendo el mismo discurso: existía una manguala contra su candidato y la prueba eran las palabras de Martínez Simahan.

LA MANGUALA
Una encuesta del Centro Nacional de Consultoría hecha antes y después de los debates, arroja unos resultados que parecen indicar que la teoría de la manguala llegó a calar en el oficialismo liberal, consolidando el sentimiento pro Barco entre las masas rojas. La encuesta fue llevada a cabo en Bogotá el 1° y el 27 de febrero con 250 y 300 entrevistas, respectivamente. El margen de error está calculado en 2.9%. La conclusión general es que, aunque Galán ganó terreno como consecuencia de los debates, fundamentalmente entre los sin partido, no tiene aún ninguna posibilidad de triunfo, a pesar de que gane las elecciones en Bogotá (Galán 43.1%, Barco 29.7%, Gómez 22.8% y Pardo 2.4%, es la intención de voto después de los debates). Sin embargo, la ecuación de fuerzas Barco-Gómez, que es donde realménte se define la Presidencia, quedó reducida escuetamente a un enfrentamiento entre sus respectivas maquinarias, pues ambos, como consecuencia del debate, perdieron por ahora el voto de los sin partido. En este duelo entre maquinarias, sin voto independiente o flotante por ninguna parte, sale ganando Virgilio Barco.
Grupo por grupo los efectos del debate fueron los siguientes:

LOS SIN PARTIDO
Este es, sin duda alguna, el grupo clave. Son cerca de 5 millones de colombianos, de los cuales en Bogotá hay 600 mil y tienen una aguda tendencia a abstenerse. En las elecciones de 1982 sólo pusieron 800 mil votos.
De este grupo (en Bogotá), antes del debate, votaba un 7.3% por Barco, un 13.4 por Gómez, un 23.2 por Galán, un 2.4 por Jaime Pardo, y se abstenia un 53.7. Después del debate, dejan de votar por Barco, bajan su intención de voto por Gómez a 6.0% y elevan a 28.0% su intención de voto por Galán.

EL CONSERVATISMO
Suprime la pequeña porción de votantes que apuntaba a Barco (1.9%), baja su votación por Gómez de 87.0% a 82.8%, e incrementa su nivel de abstención.

EL LIBERALISMO
Mantiene su fidelidad por Barco, baja su votación por Galán en 4.2% e incrementa muy ligeramente su votación por Gómez.

EL NUEVO LIBERALISMO
Se polariza alrededor de Galán aún más.
Las consecuencias para las candidaturas serían las siguientes:
-Gómez pierde votos de su partido y de los sin partido, y la gran oportunidad de lograr unos puntos muy necesitados entre liberales y sin partido.
-Galán gana puntos entre los sin partido y los pierde entre los liberales, sin que su volumen de votación se incremente sustancialmente. No logró derrumbar la fidelidad partidista a Barco, lo que es esencial para su éxito electoral si se tiene en cuenta que por su mayor tendencia a votar, más del 85% de los votos los ponen los partidos tradicionales.
-Barco pierde votos de 105 sin partido y de los conservadores, pero mantiene firmes sus tropas.
En otras palabras, la estrategia alvarista no resultó, pues si bien Galán se creció, como estaba previsto, y Barco fue golpeado, como también estaba previsto, Gómez acabó perdiendo ligeramente más que Barco como consecuencia de los debates. Galán, por su parte, quedó consagrado como tercera fuerza, pero su identificación con la manguala lo distanció de los liberales tradicionales, lo cual, sin duda alguna, tendrá repercusiones en el futuro.
Todo esto parece indicar que, por lo menos hasta el momento, el nadadito de perro de Barco sigue funcionando.

BOGOTA

INTENCION DEL VOTO PARA LA ELECCION PRESIDENCIAL SEGUN
AFILIACION POLITICA, ANTES Y DESPUES DE LOS DEBATES

1. VIRGILIO BARCO
2. ALVARO GOMEZ
3. LUIS CARLOS GALAN
4. JAIME PARDO
5. NO VOTARIA
6 Y 7. TOTAL

A.D: ANTES DEL DEBATE
D.D: DESPUES DEL DEBATE

AFILIADOS AL VOTARIAN POR
%
1 2 3 4
A.D D.D A.D D.D A.D D.D A.D D.D
LIBERALISMO 61.9 60.9 0.9 1.5 23.0 18.8
CONSERVATISMO 1.9 87.0 82.8 0.3 1.8
NUEVO LIB. 2.2 2.2 0.1 80.0 84.8 2.2
IZQUIERDA 25.0 25.0 37.5 50.0
SIN PARTIDO 7.3 13.4 6.0 23.2 28.0 2.4

5 6 7
A.D D.D A.D D.D
LIBERALISMO 14.2 18.8 100.0 100.0
CONSERVATISMO 9.3 16.9 100.0 100.0
NUEVO LIB. 13.4 15.1 100.0 100.0
IZQUIERDA 12.5 50.0 100.0 100.0
SIN PARTIDO 53.7 66.0 100.0 100.0


LA CONTRAOFENSIVA
Ante el posible daño a su candidatura que pudiera causarle el debate televisado Gómez-Galán, Virgilio Barco organizó una contraofensiva para tratar de neutralizar lo que pudiera venir, como consecuencia de su ausencia en la temporada de la "debatitis" .
Además de sus presentaciones en los espacios oficiales adjudicados al Partido Liberal, Barco contraatacó básicamente con dos eventos: su aparición en el programa "Al banquillo con Margarita Vidal" y con una rueda de prensa en vivo, el domingo 2 de marzo, con 10 prestigiosos periodistas nacionales de los medios impresos .
Al cierre de esta edición, no había tenido aún lugar el fogueo, pero vale la pena recalcar, sin embargo, que ésta es una innovación tan importante como la de los debates. En Estados Unidos, coincidencialmente, se cumplieron la semana pasada los 25 años de la primera rueda de prensa en vivo protagonizada por Kennedy, a las pocas semanas de haberse posesionado como Presidente. Antes de él, Eisenhower había accedido a algunas ruedas de prensa, pero siempre se negó a que fueran en directo, contando así con el privilegio de la edición para corregir cualquier error. Desde que Kennedy se lanzó al agua esta modalidad se institucionalizó en ese país y, hoy, es considerada un elemento indispensable de la comunicación entre gobernantes y gobernados.Es mucho el tiempo que los presidentes norteamericanos dedican a prepararse para estos fogueos, con el fin de no "embarrarla". Barco, pues, el hombre acusado de temerle a la T.V.
acabó siendo el inaugurador de esa modalidad en Colombia, que para muchos es más peligrosa que el propio debate.
En el programa "Al banquillo con Margarita Vidal", los televidentes pudieron comprobar el progreso de Barco en cuanto al manejo de la T.V. Se notó una considerable mejoría en el mismo programa, el cual había sido hecho en un solo día pero transmitido en dos emisiones. Si bien la primera entrega en realidad estuvo "floja", la segunda mostró a un Barco reposado, seguro y mucho más espontáneo. Esta media hora frente a una Margarita Vidal agresiva, quien formulaba preguntas difíciles no conocidas de antemano por el candidato, constituyó, sin duda, la mejor aparición del aspirante a la Presidencia hasta la fecha. Otras salidas suyas, como la de "El mundo de hoy y de mañana" con Darío Hoyos y José Fernández Gómez, así como su reciente intervención sobre el empleo, en el espacio oficial que le correspondió como representante del liberalismo, fueron elogiadas por presentar a un Barco enérgico y afirmativo que le dice a las cosas por su nombre. Sin embargo, en éstas hubo algo de postizo: un Barco haciéndose el bravo y regañón sin motivo alguno, simplemente para desvirtuar la imagen de falta de liderazgo que sus detractores le endilgan. Barco, en su segundo programa con Margarita Vidal, mostró, tal vez por primera vez en público, al verdadero Virgilio y ese producto no es malo. Parecía tímido pero no débil, y hay una enorme diferencia entre uno y otro. Dio la sensación de ser un hombre prudente, responsable y realista.
En la primera parte, que fue de calentamiento y donde Barco estuvo apocado y titubeante, no tuvo prácticamente a favor sino un buen chiste. Cuando Margarita le preguntó por qué en su campaña se hacía tanto énfasis en el pasado político de Gómez y si esto no podria ser perjudicial, Barco contestó: "Margarita, no me asuste... El doctor Alvaro Gómez dice que está consiguiendo un puesto y para poder pedir empleo, lo primero que le piden a cualquier persona es la hoja de vida, por eso él tiene que mostrar la suya".
En la segunda parte, aunque sin espectacularidad, Barco respondió en forma aplomada a preguntas difíciles, llegando inclusive a regañar a la periodista por preguntas cuasiofensivas como, por ejemplo, si había pensado retirarse después de mitaca. En general, el programa, aunque sin mayor contenido como casi todo lo que se dice en las campañas presidenciales, dejó un buen sabor en el televidente.