Home

Nación

Artículo

política

El quinto elemento

El gobierno se juega la reelección en la votación del nuevo miembro de la Corte Constitucional

1 de agosto de 2004

La reelección y el estatuto antiterrorista, junto con algunas de las reformas que el gobierno de Álvaro Uribe buscaría sacar adelante en los próximos meses, dependen en buena medida de un solo voto, el del nuevo magistrado de la Corte Constitucional.

Para nadie es un secreto que la continuidad del Presidente en el Palacio de Nariño ya no sólo depende de las mayorías en el Congreso de la República en esta legislatura, sino en la Corte. Este organismo tendrá la última palabra sobre la legalidad de este acto legislativo, que ya algunos abogados y expertos han dicho que está herido de muerte por tener vicios de ilegalidad.

El gobierno ya perdió algunas decisiones de la Corte por cinco votos contra cuatro, y ahora quiere asegurar ese quinto elemento para garantizar que las leyes que tanto desgaste le han causado en los últimos meses no se caigan en esta instancia.

Por eso este martes, cuando la plenaria del Senado escoja al nuevo magistrado en reemplazo de Eduardo Montealegre, habrá mucho en juego. El nuevo miembro saldrá de la terna de Consuelo Caldas, Humberto Sierra y Libardo Rodríguez, escogidos por el Consejo de Estado y quienes ya cumplieron con el requisito formal de ir al Congreso para explicar por qué querían ser designados en el cargo. Rodríguez, que fue candidato para Procurador del gobierno anterior, prácticamente está por fuera de la elección.

Varios senadores y expertos han dicho que la candidata del gobierno es Consuelo Caldas, ex directora de Impuestos Nacionales, hija de Tito Livio Caldas Gutiérrez, fundador y presidente de Legis, uno de los líderes del comité promotor de la campaña por la reelección. Es un hecho que el presidente Uribe ha conversado en Palacio con cada uno de los senadores uribistas para pedirles que voten por la candidata. Pero según algunos expertos, si ella es elegida deberá declararse impedida para votar sobre este tema.

Si bien el corazón de la Presidencia está con Caldas, el del Congreso está con el constitucionalista Humberto Sierra, procurador delegado ante la Corte Suprema, quien según varios senadores ha mostrado tener las mejores cualidades para el cargo. Además de ser el único constitucionalista, es el único candidato al que se le ha visto hablar en los pasillos y oficinas del Congreso con la mayoría de parlamentarios. A pesar de sus 39 años de edad, ya ha sido profesor o abogado de muchos de ellos. El senador Juan Fernando Cristo dijo a SEMANA que antes de la intervención de Uribe, Sierra era el virtual ganador.

Este costeño, independiente en política, estaría apoyado por una parte de la bancada liberal, por parlamentarios costeños, por independientes e incluso por algunos uribistas. Pero estos últimos están enfrentados a un dilema, ya que ven en Sierra al mejor candidato, pero desde Palacio les han dicho que si Sierra gana, el gobierno quedaría en la misma desventaja que antes, con todos los riesgos que eso supone para la Casa de Nariño.

La crítica de fondo de todo el proceso es que este es "un juego de prebendas soterradas que difícilmente se sabrá. En la medida en que el gobierno pida votar por un candidato, está perdiendo energías para la reelección, lo que significa en últimas tener que dar más cuotas de poder y prebendas", dijo un reconocido constitucionalista.

Para los críticos del proceso lo que debe buscar el Congreso es que, independientemente de la coyuntura política, la Corte Constitucional siga siendo garante del Estado de derecho y mantenga sus posiciones independientes, firmes y jurídicas, más aún frente a iniciativas de interés del gobierno como el estatuto antiterrorista, la reelección y otras que ya fueron negadas en el referendo.