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EL REGRESO DE JULIO MARIO

Después de años de ausencia en la capital un Santo Domingo nostálgico y accesible recorre <BR>sus viejos pasos

10 de mayo de 1999

Los clientes habituales del Exito lo vieron entrar, acompañado de Andrés Obregón y algunos de
sus más cercanos colaboradores, y al principio no creían lo que estaban viendo. La verdad es que
encontrarse con Julio Mario Santo Domingo en el Exito no es propiamente normal y corriente. Pero en los
minutos en que estuvo en el almacén Santo Domingo observó cuidadosamente los anaqueles, recorrió las
innumerables filas de productos, comparó precios y se hizo a una buena idea de lo que es hoy día el Exito.
Pocas horas antes el industrial más poderoso de Colombia se encontraba en las oficinas de Bavaria hablando
sobre Carrefour, la competencia del Exito, cadena en la que el Grupo posee una participación importante. Al
no encontrar en sus interlocutores una buena explicación sobre la naturaleza del negocio se levantó de su
silla y dijo "nos vamos". En pocos minutos Julio Mario y su sorprendida comitiva estaban en Carrefour,
observando el almacén con el accionista más importante. Pero si aquello los había impresionado,
quedaron atónitos cuando Santo Domingo preguntó cuál era el competidor más importante de Carrefour. "El
Exito", le dijeron. "¿Y qué esperan?", preguntó, "vamos a verlo".No fue ese el único acto inusitado que llevó a
cabo la semana pasada en Bogotá Julio Mario Santo Domingo. Su permanencia en Colombia, habitual por
esta época en virtud de la celebración de las asambleas de las empresas del Grupo, fue más una visita de
nostalgia que una de negocios. Santo Domingo visitó a Hernando Santos, a quien aprecia entrañablemente,
se reunió con el ex presidente Alfonso López Michelsen, a quien no veía desde hacía 10 años, fue a visitar
al ex presidente Julio César Turbay a su casa, vio al Fiscal General, se reunió con viejos amigos, fue a
restaurantes y le demostró a amigos y adversarios que al frente del Grupo está él, vivito y mandando.Pero
además de buscar a algunos de sus viejos conocidos y de trabajar hombro a hombro con sus ejecutivos,
Santo Domingo consolidó el proceso de reconciliación con el presidente Andrés Pastrana. En un almuerzo al
que asistieron, por parte del gobierno, el Presidente, el Canciller y el Ministro de Cultura y, del Grupo, el
propio Santo Domingo, su hijo Julio Mario, Andrés Obregón y Gonzalo Córdoba, gobierno y Grupo
demostraron que la paz firmada en Cartagena es mucho más que un acto ceremonial. No son pocos los que
se preguntan si en esa actitud del más importante industrial de Colombia no habrá, sobre todo, un regreso
a sus raíces. Lo cierto es que, al igual que Gabo, Santo Domingo pasa hoy más tiempo en Colombia que en
el pasado y, aunque éste sigue siendo corto, su voluntad de ponerle fin a viejos enfrentamientos revela una
nueva faceta del Grupo y del propio Santo Domingo que el país no conocía. Es cierto que el Grupo aún no ha
elegido a quien deberá reemplazar de manera permanente a Augusto López en Bavaria. Se sabe sí que
Andrés Obregón presidirá de manera definitiva uno de los dos sectores _Bavaria o Valores Bavaria_ pero la
otra cabeza aún no se conoce. Sin embargo una cosa es clara: al frente está el propio Julio Mario Santo
Domingo.