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El reto de los protagonistas

Estos son los actores que tienen que enfrentar o resolver la crisis política. El desafío para todos: la independencia.

18 de noviembre de 2006

El Presidente
Álvaro Uribe
 
Como máxima instancia de las instituciones, será sobre él que recaiga la responsabilidad de orientar al país durante la crisis política. Su silencio sobre el tema había sido cuestionado por la gravedad de los hechos. El viernes lo rompió ante los magistrados de la Corte Suprema. Asumió la posición que el país esperaba: respetar la independencia de la justicia y exhortar a los jueces, fiscales y magistrados a que lleguen hasta las últimas consecuencias en los vínculos entre paramilitares y políticos. Y conminó a los desmovilizados de las autodefensas a que si tienen algo que decir sobre su gobierno, que lo digan. Uribe salió en defensa de las instituciones y reivindicó la verdad como una manera de fortalecer la democracia. Esta actitud clara de Uribe frente a los escándalos no ahuyenta, sin embargo, los fantasmas de la crisis que empiezan a merodear el Palacio de Nariño. En la medida en que crece la crisis, más personas cercanas al Presidente, como el ex director del DAS, un ex diplomático en Chile y varios congresistas de su bancada aparecen acusados de los peores delitos. Si sigue esta bola de nieve, parece casi inevitable que su gobierno termine salpicado.
 
Presidente de la Corte Suprema
Yesid Ramírez

Pocas veces la Corte Suprema de Justicia había utilizado su fuero investigador en un caso tan complejo y escalofriante como este, que vincula a congresistas con delitos de asesinatos y conformación de grupos armados. Las primeras órdenes de captura contra congresistas hacen pensar que está jugada a llegar al fondo de las investigaciones. Desde ya los magistrados estarán bajo la lupa de la opinión pública y de los medios de comunicación. Por ser la instancia Suprema de la Justicia en materia penal, la Corte tiene el desafío de respaldar con pruebas todas sus acusaciones y hacer sostenibles los procesos que ya ha iniciado. En manos de la Corte está la suerte de esa verdad que reclama el país sobre la penetración de la ilegalidad en una institución tan necesaria para la democracia como el Congreso de la República. A medida que aumenten los congresistas involucrados, aumentarán también las presiones. Pero los magistrados deben saber que están ante una oportunidad de mandar un mensaje al país sobre los límites y las consecuencias de la infiltración del narcotráfico y los actores armados en la política colombiana. Y, al hacerlo, de pasar a la historia.
 
El Fiscal
Mario Iguarán
 
Durante años la Fiscalía ha recogido testimonios de testigos que han sido valorados y ponen en evidencia hasta dónde llegaron las relaciones entre políticos y paramilitares. Hoy su papel en este proceso es fundamental porque debe pasarle las pruebas a la Corte Suprema y adelantar por su parte las investigaciones a quienes no tienen fuero especial, donde se encuentra mucho ex funcionario. La Fiscalía, además, empezará en poco tiempo a recibir los testimonios de los jefes paramilitares en su unidad de justicia y paz y allí se conocerá la verdadera intención por esclarecer la verdad. El fiscal Iguarán tiene el gran reto de demostrar su independencia y su carácter, ya que llegó a la Fiscalía porque fue el candidato del gobierno en la terna que envió al Congreso. Llegó a reemplazar a Luis Camilo Osorio quien tuvo estos procesos a su cargo y nunca progresaron. La Fiscalía también ha sido infiltrada por narcos y paramilitares y tiene el reto de desterrar todos esos tentáculos. En este sentido, los casos de fiscales asesinados o sobornados por el caso de Sucre son bastante sintomáticos de esta situación. En estos años de impunidad, por ejemplo, la fiscal de Sincelejo Yolanda Paternina, que adelantaba las investigaciones por la masacre de Macayepo, fue asesinada. El Fiscal tiene gran parte del peso de este proceso bajo sus hombros.
 
Presidenta del Congreso
Dilian Francisca Toro
 
A la presidenta del Congreso no sólo le tocó asumir la pesada tarea de hacerlo funcionar con la nueva Ley de bancadas, sino que ahora debe estar al frente del sacudón institucional que afronta el poder legislativo. Y ese tendrá que ser su papel principal; además de cuidar la institución, deberá responder porque en el Capitolio se siga trabajando en la agenda legislativa. Toro ha dicho que le facilitará a la Corte Suprema lo que sea necesario para el buen desarrollo de las investigaciones, al tiempo que debe realizar los procedimientos administrativos dentro del Congreso para suspender a los congresistas que resulten investigados o detenidos. El Congreso es la institución más golpeada, pero puede aplicar el dicho de que las crisis se pueden convertir en una oportunidad y ahora parece llegar el momento para una verdadera depuración. No será fácil, sin embargo, detener los impetus revocatorios que se sienten en el ambiente. Al
Congreso no le cabe un punto más de desprestigio en la opinión, pero aun así, su institucionalidad se debe salvaguardar. Los partidos de oposición, el Polo Democrático y el Partido Liberal, llaman a un acuerdo político con este fin.
 
Procurador
Edgardo Maya
 
A pesar de que Edgardo Maya Villazón ha hecho una buena gestión, esta crisis va a medir su verdadero talante, puesto que el escándalo lo empieza a sacudir. Su labor ha sido cuestionada por archivar una investigación que estaba en curso contra el senador Álvaro García Romero que hoy está detenido por orden de la Corte Suprema, además de despedir al investigador encargado de la misma. Pero más allá de los argumentos con los cuales archivó esa investigación, Maya va a tener que poner a prueba su independencia frente al proceso por la penetración del paramilitarismo, y especialmente de ‘Jorge 40’, en el departamento de Cesar, ya que no sólo es oriundo de esa región, sino que es pariente del senador Álvaro Araújo y del gobernador de Cesar, Hernando Molina, quien fuera candidato único debido a las presiones de los paras sobre los otros aspirantes. El Ministerio Público deberá, además, acompañar el desarrollo de todas las investigaciones para garantizar que se respete el debido proceso. Esta semana Maya decidió abrir pliego de cargos al ex director del DAS Jorge Noguera y con esa decisión se metió de lleno en la crisis política.
 
 Los medios de comunicación

La prensa juega un papel esencial en esta crisis. No sólo la precipitó con sus revelaciones a ‘cuentagota’ sino que fue dándole elementos de juicio –y pruebas– a la justicia para que actuara. Los medios en este escándalo tienen una doble responsabilidad. En primer lugar, seguir investigando y denunciando el grado de penetración de los tentáculos del paramilitarismo. Las salas de redacción deben fortalecer sus unidades de investigación, y los analistas deben ‘tirar línea’ sobre lo que esto significa para Colombia y la democracia. En segundo lugar, la prensa deber ser muy cuidadosa y responsable en el manejo de la información. En estos jugosos escándalos político-judiciales se juega con la honra y el buen nombre de muchas personas. Es importante poner en contexto la información, mirar los matices y evitar los maniqueísmos y la cacería de brujas. Una cosa es que la prensa con sus denuncias ayude a llevar la crisis hasta sus últimas consecuencias, y otra, muy distinta, que en el proceso el ‘síndrome de la chiva’ termine por mancillar la reputación de mucha gente. Los medios ya vivieron con intensidad lo que fue el proceso 8.000 y quedaron muchas lecciones. Si hace un buen trabajo, el periodismo colombiano también podría pasar a la historia.