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TERRORISMO

El rompecabezas

Así va la investigación del atentado en el Club El Nogal.

23 de febrero de 2003

Nuevas revelaciones

El viernes las investigaciones dieron un giro sorprendente luego de que las agencias estadounidenses le recomendaron a la Fiscalía investigar las víctimas y socios del Club El Nogal, porque dada la sofisticación del atentado era probable que los terroristas hubieran contado con complicidad interna.

Dentro de estas pesquisas, la Fiscalía prendió sus alarmas cuando descubrió que el profesor de squash del club, John Fredy Arellán Zúñiga, de 26 años, se había convertido en socio en octubre del año pasado y había recibido en su cuenta bancaria un depósito de mil millones de pesos entre el 14 y 15 de enero pasado.

La plata había sido girada desde España y tres días después, John Fredy hizo tres transacciones: dos, a unos familiares y una a su tío Oswaldo. Y lo que resulta aún más sospechoso es que precisamente Arellán había ingresado a El Nogal la noche del atentado con ese mismo tío en una Toyota Land Cruiser. Oswaldo, de 44 años, que hasta el viernes se encontraba desaparecido (su cuerpo no fue hallado entre los escombros del club) vivía a pocas cuadras de la casa de su sobrino en el barrio Bosa Carvajal, al sur de Bogotá.

Otro detalle que ha despertado preguntas es que Arellán, un modesto profesor de deporte, había realizado continuos viajes a Medio Oriente y Europa. Si bien todos estos elementos despiertan graves sospechas, las autoridades aún no han esclarecido qué papel pudieron haber desempeñado Arellán y su tío en la realización del atentado, si es que finalmente se establece que en efecto fueron cómplices

La versión que una prima de Arellán dio a SEMANA en un homenaje póstumo que le rindió la revista a la víctimas en su edición pasada, fue que John Fredy "estaba trabajando en lo que más le apasionaba, el squash y aspiraba a ser campeón mundial. Había logrado crear un negocio familiar, Invernar, una fábrica de invernaderos que él dirigía y que esperaba dejarle a sus tíos para que les fuera igual de bien como a él le iba. Tenía planeado comprar más acciones de El Nogal y todas las mañanas corría en compañía de su tío Oswaldo, a quien invitó por primera vez al club la noche del viernes de la explosión" .

Conexiones internacionales

Las autoridades estan totalmente convencidas de que los terroristas de las Farc no actuaron solos. El entrenamiento que recibieron de miembros del IRA y por expertos en explosivos de la ETA quedó evidente con el modus operandi y con la tecnología que utilizaron para llevar a cabo el atentado.

La versión de varios ex miembros de las Farc, que están colaborando con los investigadores, coincide en que hubo participación de extranjeros en el atentado. Cuatro miembros de la ETA ya están siendo buscados con la ayuda de tres informantes. Otros dos, pertenecen al IRA. Con la ayuda de inteligencia estadounidense se buscan a estos seis terroristas de quienes se sabe que ingresaron por la frontera con Venezuela.

La explosión

Las dudas sobre cuántos carros bomba estallaron quedaron despejadas. En un principio el director nacional de Fiscalías, Justo Pastor Rodríguez, dijo que habían explotado dos carros porque encontró dos detonadores y algunos testigos dijeron haber escuchado dos explosiones muy seguidas.

Sin embargo los peritajes de la oficina estadounidense de control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), que colaboran con la Fiscalía, y las investigaciones del CTI confirmaron que sólo existió un carro bomba. Se trató de un Renault Megane rojo modelo 2002.

Pese a que la pieza más grande que hallaron los investigadores de este automóvil mide 20 centímetros encontraron un pedacito del motor que les permitió rastrear dónde se vendió el carro.

Aunque el número del motor había sido borrado y regrabado, la Fiscalía logró descubrir partes del número original. Con este dato los investigadores llegaron al concesionario en el norte de Bogotá que había vendido el carro. Allí obtuvieron el número de cédula del supuesto comprador. Sin embargo, cuando ubicaron al dueño de la cédula descubrieron que a esta persona se la habían robado hacía unos años.

De otra parte, la Fiscalía ha señalado a otro hombre identificado sólo como Pedro y a quien le dicen 'El Paisa', como el encargado de comprar el Renault Megane rojo por el que pagó 38 millones de pesos en efectivo y de llevarlo cargado con los explosivos hasta el club.

La versión más sólida para la Fiscalía es que la carga fue activada a control remoto desde afuera.

Indagaciones y capturas

Los tres fiscales encargados de la investigación han escuchado en versión libre a 25 personas, de las cuales ocho han vuelto a ser citadas obligatoriamente. Cinco informantes suministraron datos relevantes que, según las autoridades, pueden conducir a la expedición de por lo menos 14 órdenes de captura. Fueron revisados todos los contratos de prestación de servicios de los empleados del club y el récord de los socios del último año.

Se desconoce si alguna persona ya fue vinculada formalmente a la investigación porque la mantienen en un total hermetismo.

Aunque la Policía insiste en vincular a la investigación a 'Javier Tanga', un miliciano de las Farc, hasta ahora sólo se sabe que fue capturado con su sobrina y su compañera en Honda cuando conducía un camión con 75 kilos de material explosivo anfo.

El otro capturado es Juan Carlos Garzón, conocido como 'Rambo'. Perteneció al frente 42 de las Farc y ahora actuaba como coordinador de actos terroristas en Bogotá. Se le atribuye el lanzamiento de una granada contra un camión que transportaba policías bachilleres en el centro de Bogotá. Será procesado por rebelión y falsedad en documento por encontrársele cuatro identificaciones diferentes en el momento de su captura.

Objetivo: Bogotá

Durante años el trabajo de las Farc en las ciudades lo realizaron grupos especializados que hacían parte de la Red Urbana Nacional (RUN), creada y organizada por 'Raúl Reyes'. Después de la creación de los bloques regionales se determinó que cada una de estas estructuras debía tener un grupo especializado en acciones urbanas. En Bogotá el bloque oriental tiene la Red Urbana Antonio Nariño (Ruan), a la que se han atribuido atentados como el de la bicicleta bomba contra una estación de Policía en el barrio San Fernando. Y desde el año pasado también actúa en Bogotá la Teófilo Forero(ver siguiente artículo)

La idea de las Farc, según una fuente militar que pidió no ser identificada, es que los frentes rurales que rodean las ciudades proyecten desde sus territorios milicias urbanas que se encargarían de hacer trabajos muy específicos. Es una estrategia conocida como 'comandos espora'. Cada grupo es independiente, no conoce la existencia ni el trabajo que realizan los otros pero tienen un objetivo común: hacer terrorismo. De esta forma si un grupo cae sólo conoce una parte del operativo. En Bogotá existirían estructuras de los frentes 22, 42, 51, 53 y 54, que son los que hacen presencia en Cundinamarca. Además estaría también un grupo del frente primero y de la Teófilo Forero. En cada comando hay un coordinador único que se encarga de ordenar el trabajo logístico, de inteligencia y la ejecución de los hechos. Para cada uno de estos procesos hay un equipo diferente de tal forma que toda la información está compartimentada. La semana pasada la Policía anunció que había desarticulado tres de estas estructuras.

El testigo de SEMANA

El testimonio del informante que SEMANA reveló en la edición anterior es una de las piezas clave de la investigación.

Según este ex guerrillero de la columna Teófilo Forero Juan Carlos Garzón, alias 'Rambo', lo contactó dos días antes de la explosión de El Nogal para que él llevara un carro bomba a un lugar que en ese momento no le especificó. Según el testigo, sólo cuando explotó se enteró de que el objetivo era el club.

Aunque no logró evitar el atentado, su información condujo a la captura de 'Rambo' y a la desarticulación de otras estructuras de las Farc en la ciudad.

Este informante se había ganado la confianza de las autoridades porque desde que desertó de la guerrilla hace seis meses había suministrado información que terminó con importantes golpes contra la guerrilla, especialmente en el Huila y Tolima. Curiosamente fue la fiscal Cecilia Giraldo, quien murió cuando allanaba la casa bomba que explotó en un barrio popular de Neiva hace dos semanas, quien avaló su vinculación al programa de Reinserción. A ella le proporcionó parte de la información que le sirvió para capturar 60 guerrilleros de la Teófilo Forero el año pasado.

El testigo también le explicó a las autoridades la nueva forma de operar de la guerrilla en Bogotá. Y describió con lujo de detalles los cursos de explosivos que recibió de los irlandeses en la zona de distensión cuando aún pertenecía a las Farc.