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Este es el sacerdote Germán Augusto Giraldo, cuyo asesinato se convirtió en un misterio.

BOGOTÁ

El sacerdote asesinado buscaba caleta de DMG

Todo indica que esta era la razón del viaje a Villavicencio y que podría ser un engaño a manos del vigilante.

12 de junio de 2013

Un nuevo giro dio la extraña muerte del sacerdote Germán Augusto Giraldo, de la Iglesia Universal Apostólica Anglicana, y del abogado Marco Rodríguez, quien servía a esa misión pastoral como asesor. La Fiscalía anunció este miércoles que las dos personas irían a buscar una caleta con dólares de la captadora de dinero DMG, en Villavicencio.

Todavía no se ha logrado establecer la existencia de 200 millones de pesos en el interior del vehículo, donde iban el sacerdote, el abogado, un vigilante y monseñor Rosendo Úsuga, pero todo indicaría que el dinero sería entregado a cambio de la caleta con dólares, según Jorge Eduardo Saavedra, director Seccional del CTI Bogotá.

El acuerdo para el intercambio se habría dado a través del vigilante Miller Arley Silva, de quien la Fiscalía dio a conocer un retrato hablado, pues aunque no tiene orden de captura en su contra, es fundamental para que declare sobre lo sucedido. Desde cuando ocurrió el atentado, se desconoce su paradero. 

“Podemos señalar que a través de esta persona (Silva) se dice que en Villavicencio se encontró una caleta dólares y tarjetas de DMG. Los que la hallaron estaban interesados en dar dinero a esta iglesia Anglicana, pero que a cambio requería una recompensa de 200 millones de pesos, que serían los que llevaban el día de los hechos”, señaló el funcionario de la Fiscalía. 

Según los primeros avances dados a conocer por Saavedra, todo fue organizado por el sacerdote Germán Giraldo, quien fue el que contactó al abogado Marco Rodríguez para que los acompañara a Villavicencio. Se cree que se trataría de un engaño del que había sido objeto el religioso y que hace parte de un modus operandi de organizaciones delincuenciales. 

“Ellos (Giraldo y Rodríguez) contactaron al obispo para que los acompañara a esta ciudad, toda vez que este vigilante había hablado con unos campesinos en Villavicencio. Personas que indicaron que tenía una caleta y que ellos requerían para entregar los dólares que estaban allí, la suma de 200 millones de pesos. El padre Germán había conseguido 175 millones de pesos y el faltante lo tenía desde la semana anterior”, indicó Saavedra. 

Monseñor Rosendo Úsuga ha asegurado ante la Fiscalía que aunque no puede dar fe de la existencia de los 200 millones de pesos en el vehículo que viajaban hacia la capital de Meta, sí puede decir que vio en el automotor tres maletas de las cuales desconoce el contenido y su paradero final. 

Las muertes del religioso y el abogado a manos de dos sicarios que los abordarnos y subieron al vehículo, se produjeron la madrugada de este martes es la localidad de Kennedy, en Bogotá, cuando las víctimas y los sobrevivientes se movilizaban en el vehículo de placas BOS- 384.

Según explicó monseñor, los ladrones le quitaron las llaves al abogado y uno de ellos tomó el control del vehículo mientras otro se instaló en la parte de atrás.

Se desconoce el paradero del vigilante luego de los hechos, razones por las cuales recae algún tipo de sospecha sobre él, más cuando se conoce que sería el que estaría detrás del supuesto canje del dinero por la guaca.