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El ministro Germán Vargas, el presidente Juan Manuel Santos y la alcaldesa (e) de El Carmen de Bolívar Ibeth Guerrero. Para la casa 100.000 el gobierno quiso escoger a El Salado como un símbolo de las poblaciones que tienen el tesón para salir adelante. | Foto: Presidencia

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El Salado tiene una oportunidad de oro

En ese municipio, el presidente Juan Manuel Santos y el ministro Germán Vargas pusieron la primera piedra de la casa cien mil. Con ello le hacen una enorme promesa al país y se juegan su capital político, su credibilidad y su capacidad de ejecución.

23 de marzo de 2013

El pasado jueves, los habi-tantes de El Salado tuvieron una experiencia muy particular: fueron el epicentro de la política nacional. Después de décadas de olvido, una masacre inenarrable y un proceso arduo de reconstrucción liderado por la Fundación Semana, que mejoró la infraestructura, el tejido social y el espíritu del pueblo, los habitantes de este corregimiento en los Montes de María hoy creen que se merecen una segunda oportunidad.


Esa era la sensación cuando, en las horas de la mañana, los helicópteros presidenciales aterrizaron a las afueras del pueblo. Juan Manuel Santos abandonó el protocolo y entró caminando. Lo recibieron niños sonrientes, pequeñas bailarinas vestidas de colores y curiosos que lo miraban. Era la segunda vez que recibían al primer mandatario.

No sin razón, Santos había elegido a El Salado como escenario para cerrar la primera fase de la contratación de las 100.000 viviendas gratis para los más pobres. Cien de estas se levantarán allá con destino a familias afectadas por la violencia. Junto al ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, a la alcaldesa encargada de El Carmen de Bolívar, Ibeth Guerrero, y al gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, el mandatario se comprometió a vigilar que sean entregadas en menos de un año. “Con este acto, el gobierno nacional demuestra su voluntad y compromiso con la paz” dijo Vargas Lleras.

Con el simbólico evento de El Salado quedó totalmente en marcha el proyecto de las casas gratis. Por ahora, el gobierno ha cumplido la primera parte de una promesa que cambiará la vida de más de 400.000 personas a lo largo y ancho del territorio nacional. Según las cifras del Ministerio de Vivienda, actualmente hay 310 proyectos en 223 municipios. El único departamento que no se benefició fue Vaupés, pues no presentó propuestas. A pesar de esto, el país está literalmente en construcción. Como el mismo Vargas Lleras dijo recientemente: “Ha sido un esfuerzo descomunal”. 

Pero ahora se viene la parte más difícil: terminar las viviendas y blindar su entrega contra la corrupción. La mirada del Ministerio de Vivienda será fundamental para que los proyectos lleguen a feliz término. Los colombianos no aguantarán otra promesa incumplida, en especial en un tema tan fundamental como la vivienda.

Los gobernantes llevan prometiendo cambios en infraestructura y carreteras durante los últimos 50 años y poco o nada se ha logrado. Es de esperar que con la ejecución de Vargas, la chequera del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y la voluntad del presidente Santos, las 100.000 casas gratuitas se conviertan en una realidad. La entrega de esas viviendas sería un gran golpe a favor de alcanzar mayor equidad en uno de los países más desiguales del mundo. Los colombianos están dispuestos a aplaudir el esfuerzo. Pero si fracasa, el lamento será enorme.