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El sucesor

Pocas personas saben como Diego Palacio lo que Juan Luis Londoño quería hacer en el Ministerio de Protección Social.

3 de marzo de 2003

Optimista, emprendedor, acelerado, apasionado de su trabajo, descomplicado, inteligente. Con la camisa arremangada y echado para adelante. Así describen a Diego Palacio, el nuevo ministro de la Protección Social, quienes lo conocen. Atributos que, por lo demás, coinciden mucho con los que caracterizaban a Juan Luis Londoño, su antecesor y antiguo jefe. Pero las coincidencias van más allá de su estilo personal. Pocos saben como Diego Palacio lo que Juan Luis tenía en la cabeza para el recién creado Ministerio.

Y lo sabe desde hace mucho tiempo. Habían trabajado juntos hace 10 años cuando Juan Luis fue ministro de Salud. Palacio fue entonces su asesor, donde montó, entre otras cosas, un ambicioso programa de promoción de la salud, que incluía la campaña "sin condón, ni pío". Terminado ese período pasó al Departamento Nacional de Planeación y posteriormente se vinculó a RCN, donde creó el departamento de mercadeo social. Fue así como Diego Palacio, oriundo de Armenia, médico de profesión, graduado de la Universidad del Rosario, con un máster en economía de la Javeriana y una especialización en derecho económico del Externado, terminó haciendo carrera por unos años en los medios de comunicación. Fue gerente de RCN en Nueva York y Miami, y hasta el año pasado se desempeñó como gerente de ventas de Citytv.

En agosto pasado Juan Luis Londoño lo llamó para que fuera nuevamente su asesor en el Ministerio. Desde el primer día de gobierno se convirtió en su mano derecha, ayudándolo no sólo en el área de las comunicaciones, sino en las relaciones con el Congreso, el paso de las reformas entre otros frentes. Ahora Palacio pasará de ser una especie de ministro en la sombra a ejercer en propiedad.

Con este nombramiento el presidente Uribe sorprendió una vez más a los gabinetólogos. El nuevo Ministro no tiene jerarquía política y siempre ha preferido mantener un bajo perfil. En su elección primó más bien la competencia técnica y la voluntad de ejecutar el plan que había trazado Londoño. Alvaro Uribe no necesitaba un ministro de alto perfil, muy creativo, que llegara a inventar más cosas. La política social ya está bien concebida. Lo que falta es llevarla a la práctica.

Palacio acaba de asumir un ministerio de algo que todavía no existe. La protección social es un concepto enteramente nuevo. La fusión de las carteras de Salud y Trabajo era apenas el primer paso en el camino de su aplicación. El nuevo Ministro tiene la misión de mostrar con realizaciones concretas que la unión de los ministerios no se hizo para juntar dos edificios y ahorrar una plata, sino para hacer más eficiente la inversión social del Estado, bajo un enfoque integral.

A Juan Luis Londoño lo preocupaba mucho que el grueso de la gente estuviera desprotegida ante los vaivenes de la economía. No sólo están los riesgos propiamente económicos, como la pérdida del empleo o la caída en los ingresos. Las personas también deben hacer frente al envejecimiento, a la posibilidad de enfermarse o tener un accidente. Como funcionaba el sistema la gente estaba cubierta frente a todos estos riesgos, pero sólo mientras tuviera un empleo formal, algo que sigue siendo un lujo en Colombia.

Por eso los primeros pasos que dio Londoño con la reforma laboral consistieron en cambiar las condiciones del mercado de trabajo. Deseaba que de esa manera más empleados tuvieran la protección de un contrato formal. También creó subsidios para desempleados y extendió los beneficios de las cajas de compensación familiar a las personas que hayan perdido su empleo. Pero este era apenas el inicio. Todo está por reglamentar y aplicar. El plan de acción es ambicioso y complejo. Diego Palacio es una de las personas que mejor lo conoce y ahora tendrá la responsabilidad de ejecutarlo. Su designación por parte de Uribe no sólo es una señal de continuidad sino una expresión de confianza en las ideas de su antecesor.