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EL TESTAMENTO

En medio de las fricciones entre los familiares de Pablo Escobar por su herencia, aparece el testamento del jefe del cartel de Medellín, hecho en 1983.

24 de octubre de 1994

EN SEPTIEMBRE DE 1983, Pablo Escobar Gaviria no vivía una situación tranquila. Después del debate que los carteles dc la droga le habían montado al entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara, por un cheque que meses atrás el dirigente galanista había recibido de manos del narcotraficante Evaristo Porras para financiar su campaña política, Lara resolvió demostrarle al país su inocencia persiguiendo a los narcos con una decisión sin precedentes.

Pero no todo fue malo en septiembre para el congresista Escobar: su esposa, Victoria Eugenia, le dio la buena noticia de que esperaba a su segundo hijo, que nacería en mayo del siguiente año. Sin embargo, el embarazo no transcurrió en un ambiente de tranquilidad. Las acusaciones contra Escobar comenzaron a aparecer en los medios dc comunicación y su círculo de allegados empezó a temer que se desencadenara una persecución por parte de la Fuerza Pública. Una mañana de noviembre, preocupada porque el acoso parecía crecer y crecer, su hermana Alba Marina planteó la necesidad de garantizar el futuro de la familia -en especial ahora que venía un segundo hijo- y para ello sugirió la elaboración de un sencillo testamento.

Hubo consenso sobre la idea y dos días después Alba Marina llevó un documento de tres páginas en el que recopiló -de manera premonitoria, si se quiere- las normas del Código Civil que se refieren a "la sucesión por causa de muerte y de las donaciones entre vivos", con el fin de que se redactara un testamento, que días después fue registrado en una notaría de Medellín. El tema se olvidó pronto. Lo que ninguno de los Escobar pensó era que la última voluntad de Pablo Escobar iría a convertirse, 11 años más tarde y pocos meses después de su muerte, en motivo de discordia entre las personas que recibirían algún porcentaje de la fortuna del jefe del cartel de Medellín.

Así lo pudo establecer SEMANA, que investigó el tema durante varios días, entrevistó a los abogados de los distintos afectados, habló con algunos de ellos -entre los cuales está Roberto Escobar Gaviria- y conoció los elementos más importantes del contenido del testamento con base en el cual los herederos tratan hoy de dividir los bienes del extinto jefe del cartel de Medellín.

Dos semanas después de la muerte de Escobar, en diciembre pasado, Victoria Eugenia Henao de Escobar y sus hijos Juan Pablo y Manuela recuperaron en la notaría la copia del testamento, uno de los pocos documentos de Escobar que jamás fue hallado por las autoridades, y comenzaron a estudiar el asunto. Pero aparte de tratar de aplicar su contenido a los cambios en la fortuna de Escobar en la última década, tuvieron que enfrentar otros problemas. Por un lado, buena parte de los bienes estaba en poder de las autoridades y muchos otros en manos de testaferros que, una vez muerto Escobar, no parecían muy dispuestos a devolverlos.
Pocos días antes del año nuevo, Victoria Eugenia y sus hijos decidieron informar a los demás miembros de la familia sobre la existencia del testamento y plantearles la manera como pensaban aplicarlo. No hubo ningún problema con doña Hermilda y Abel, padres de Escobar, ni con su tía, ni con sus hermanas Gloria y Alba Marina.

Algo muy distinto ocurrió con Roberto Escobar Gaviria, más conocido como 'Osito', recluido en la cárcel de máxima seguridad de Itaguí, y una de las personas más cercanas a Pablo Escobar en los últimos siete años. Pese a su cercanía con el jefe del cartel, 'Osito' desconocía la existencia del testamento y al ser enterado por su cuñada y sus sobrinos del documento con la última voluntad de su hermano, se sorprendió mucho.

Personas cercanas a la familia afirmaron que 'Osito' no fue informado de la elaboración del testamento porque en esa época vivía en Manizales, donde era un próspero industrial y dueño de algunas fincas ganaderas. Y otras fuentes enteradas del proceso de sucesión, le dijeron a SEMANA que Roberto Escobar rechazó la forma como su hermano repartió su fortuna. "El cree que hay un desequilibrio entre la porción que recibirán sus sobrinos y su cuñada y lo que recibirán los demás miembros de la familia", aseguró una de las fuentes consultadas.

Las divergencias parecen haber llegado a tal extremo que hoy, nueve meses después de la muerte del narcotraficante, no hay total acuerdo entre los herederos. No obstante, Roberto Escobar, en declaraciones a esta revista, le resta importancia al incidente, aunque afirma que ojalá la sucesión se haga de manera equilibrada y sin roces entre las dos familias (ver entrevista).


EL INVENTARIO

¿Pero qué es lo que dice el testamento que hoy está despertando la controversia familiar? Personas allegadas al extinto jefe del cartel y que han comenzado a dividirse en dos grupos por cuenta de la disputa, revelaron a SEMANA algunos apartes del contenido del documento suscrito hace 11 años.

El valor del testamento sorprende por modesto pues se ha calculado por especialistas de la Fiscalía en unos 120 millones de dólares, lo cual es insignificante ante estimativos como el de la revista Forbes, que hace unos años hablaba de 3.500 millones de dólares. Obviamente hay que tener en cuenta que esta cifra se refería solamente a los bienes en Colombia ya que hasta ahora no se han encontrado cuentas en el exterior.

Después de cumplir con los artículos del Código Civil que se tienen en cuenta en estos casos, Escobar redactó la parte sustantiva en la cual distribuyó su herencia por porcentajes. El 50 por ciento lo constituye la sociedad conyugal, en cabeza de su esposa, Victoria Eugenia. Está conformada básicamente por bienes raíces, entre ellos una finca y dos lujosos apartamentos.

El 50 por ciento restante fue dividido en cuatro partes iguales. Una para Juan Pablo, otra para Manuela, otra más que la ley denomina la Cuarta de Mejoras también para ellos dos y una última parte de este 50 por ciento para sus hermanos, sus padres y su tía. Lo curioso de esto es que cuando Escobar redactó el testamento su hija Manuela no había nacido, pero ya era esperada por su madre. Para referirse a ella en el documento, el entonces jefe del cartel de Medellín hablaba de "la hija que llegaré a tener". Manuela nació meses después en Panamá, a donde huyeron los jefes del cartel y sus familias tras el asesinato de Rodrigo Lara el 30 de abril de 1984.

Las fuentes conocedoras del testamento aseguraron que las propiedades que heredarían Juan Pablo y Manuela están constituidas principalmente por tres lujosos edificios en Medellín, avaluados por la familia en alrededor de 25.000 millones de pesos. Se trata de los edificios Ovni y Dallas, y del tristemente célebre Mónaco, donde vivía la familia Escobar cuando estalló la guerra con el cartel de Cali y un poderoso carro-bomba explotó frente a la edificación. Los tres inmuebles están hoy en manos de la Fiscalía, como resultado de incautaciones realizadas hace varios años en medio de la guerra jurídica contra el cartel.
También hace parte del paquete destinado a Juan Pablo y a Manuela la mitad de la hacienda Nápoles, de 3.000 hectáreas de extensión. La parte que les corresponde a Juan Pablo y a Manuela fue avaluada por peritos contratados por ellos mismos, en 4.500 millones de pesos, pero también se encuentra intervenida por las autoridades. Además, los dos hijos del jefe del cartel de Medellín son herederos de la hacienda La Manuela y de un buen número de pequeñas fincas y apartamentos en edificios de la capital antioqueña.

En su testamento, Escobar también les dejó otros bienes a sus dos hijos. Juan Pablo debía recibir la valiosa colección de vehículos antiguos que su padre adquirió desde comienzos de 1980 y que luego fueron destruidos por los 'Pepes' el año pasado, en una bodega donde la Fiscalía los mantenía tras su decomiso.

A "la hija que llegaré a tener" le correspondieron todos los muebles, enseres, antiguedades y obras de arte del apartamento que ocupaban los Escobar cn Altos del Campestre. Esos bienes están avaluados en 700.000 dólares, es decir, 560 millones de pesos.

Según el documento, la cuarta parte restante debe ser para los hermanos de Pablo Escobar, Gloria, Alba Marina y Roberto, para sus padres Abel y Hermilda, y para una tía. Y eso es justamente lo que parece no satisfacer al 'Osito'. Según fuentes cercanas a la familia consultadas la semana pasada en Medellín y Bogotá, Roberto Escobar habría planteado la necesidad de incluir los edificios Mónaco, Dallas y Ovni -que en el testamento aparecen destinados a Juan Pablo y Manuela Escobar-, para ser repartidos de "una manera más equilibrada".


TRAS LAS HUELLAS DE LOS TESTAFERROS

Pero este complejo asunto parece sencillo al lado de otros que ocupan por estos días la atención de los herederos. La familia Escobar Henao ha detectado por lo menos un centenar de bienes que Escobar le entregó a testaferros cuando arreció la persecución de las autoridades, con el fin de que no le fueran incautados. "La familia está decidida a recuperar esos bienes, pero se trata de un proceso lento que requiere de mucha paciencia", le explicó a SEMANA una fuente allegada al proceso.

Se trata de propiedades adquiridas en diferentes épocas de la narcoguerra. Después del asesinato de Luis Carlos Galán y cuando las circunstancias comenzaron a indicar que a las autoridades ya no les quedaba más remedio que emprenderla toda contra el cartel, el j efe de éste comenzó a colocar en cabeza de subalternos suyos y amigos de confianza esos bienes, de tal modo que no fueran detectables por la justicia. Pero el grueso de las adquisiciones es posterior a la fuga de la Catedrnl en julio de 1992.

"Nosotros siempre supimos que a partir ve ese momento Escobar adquirió numerosas casas rurales y urbanas en donde permaneció escondido hasta que lo dimos de baja en diciembre pasado", le dijo a SEMANA un oficial de seguridad. En efecto, el jefe del cartel empezó a comprar las casas donde se escondía a las pocas horas de la fuga. Según la descripción de las autoridades, Escobar y algunos de quienes lo acompañaron en la escapada, llegaban a una casa en las montañas cercanas a Envigado y en vez de pedir posada, la compraban pagándola en efectivo con dinero que habían guardado en La Catedral y, cuando éste se les acabó, con plata que les llevaban estafetas de confianza.

Las personas allegadas a la familia relataron que en las travesías tratando de evadir la persecución, Escobar llegaba a la casa de un campesino y le ofrecía una buena cantidad de dinero por el predio. "El promedio que hemos detectado -explicó una de las fuentes- es de 30 millones de pesos por cada caleta, como llamábamos nosotros a las viviendas donde ellos llegaban".

La búsqueda de esta parte de la herencia ha llevado a los Escobar y a sus abogados a realizar largas caminatas por las zonas montañosas que rodean a Medellín y Envigado. No siempre han corrido con suerte pues no todo quedó registrado, ni existe total claridad sobre lo que Escobar efectivamente compró. "El problema -agregó la fuente- es que Pablo no dejaba documentos firmados y mucho menos una escritura. El llegaba, compraba la casa, ahí dormía dos o tres días, se iba, compraba otra, volvía a la anterior y así sucesivamente. En realidad son muy pocos los campesinos que han reconocido que les compraron".

En cuanto a los testaferros que pusieron sus nombres para adquisiciones anteriores a los tiempos de La Catedral, el asunto tampoco ha resultado sencillo. Muchos simple y llanamente han decidido hacerse los desentendidos y respaldarse en los documentos que poseen y en los cuales aparecen sus nombres en calidad de propietarios. "Con Escobar muerto, la palabra empeñada a él por esos testaferros ha llegado, en algunos casos, a perder su valor", anotó un ex funcionario de un organismo de seguridad.

Un abogado que asesora a la familia en estas materias explicó que "respecto de los bienes no decomisados en poder de terceros, todo dependerá de la certeza que se tenga del hecho, de la anuencia del propietario y del alcance de las negociaciones, aunque creo que esta es una materia de buena fe, que exige elasticidad de ambas partes y que no puede extenderse en el futuro".


EL OTRO LADO

Pero la verdad es que Escobar no sólo dejó propiedades, sino al parecer también algunas deudas. Alrededor de ellas ha surgido otro elemento de disputa familiar, pues según allegados a Escobar Henao, Roberto ha firmado numerosas cartas en las que reconoce deudas de su hermano y le pide a Victoria Eugenia que las pague. Tal es el caso de algunos hombres, señalados por las autoridades como jefes de sicarios del jefe del cartel de Medellín, que pretenden cobrar supuestos honorarios, otorgados de palabra por su extinto patrón.

Los abogados les han hecho ver a Juan Pablo, a Manuela y a Victoria Eugenia, que la carga financiera de la guerra contra el Estado no se ha acabado y que van a tener que pagarles a muchas personas, entre ellas a una docena de abogados que en los últimos meses han enviado mensajes cobrando deudas adquiridas por Escobar para defender a sus hombres cuando eran detenidos por las autoridades."Por eso hemos querido hacerle entender a Roberto Escobar que hay que darle un orden a las cosas. No se puede sacar dinero como de una canasta sin fondo. No puede pretenderse que éstos conozcan al dedillo la conformación y estado de un patrimonio construido y manejado en medio de una batalla", dijo uno de ellos.

Como puede verse, el asunto está bastante enredado. Y no es para menos. Se trata de una de las herencias más jugosas de la historia de Colombia, construida tras años y años de mezclar informalidad con legalización, guerra con paz y documentos debidamente redactados con palabras empeñadas. Para Roberto Escobar, todo debe resolverse por las buenas y por la vía de lo que él llama "el equilibrio ". Para los Escobar Henao, el asunto no puede convertirse en objeto de una nueva disputa, esta vez entre familiares. "Ellos preferirían -asegura una fuente que los asesora- salir del país, olvidarse de todo y dejar el problema en manos de sus abogados". Pero si se tiene en cuenta lo que está en juego, debe darse por descontado que la solución al conflicto no será sencilla.



'QUE VAMOS A REPARTIR SI TODO ESTA DECOMISADO'

ROBERTO ESCOBAR, QUIEN SE encuentra detenido en la cárcel de máxima seguridad de Itaguí, habló con SEMANA sobre el testamento que dejó su hermano Pablo Escobar y contó su versión acerca de las divergencias familiares por la repartición de la herencia.

SEMANA: ¿Cuándo le informaron que su hermano Pablo había dejado un testamento?

ROBERTO ESCOBAR: El testamento sólo lo vine a conocer 20 días después de la muerte de mi hermano. También me enteré de que él me había incluido entre sus herederos.

SEMANA: ¿Por qué razón el testamento se ha convertido en punto de discordia entre su familia y la esposa y los hijos de Pablo Escobar?

R.E.: Lo que pasa es que hay gente que quiere crear conflictos, buscar enfrentar a la familia. Pero si vamos a repartir los bienes, yo no puedo decir qué va a pasar dentro de un mes. Lo más seguro es que no pase nada. Nosotros hemos sufrido mucho y no vamos a pelear por plata.

SEMANA: De acuerdo con la información obtenida de quienes conocen el testamento, su hermano Pablo le dejó a usted una mínina parte de su fortuna. ¿Usted está satisfecho?

R.E.: Hay un testamento muy claro en el que se dice qué tanto por ciento le toca a cada una de las familias. El testamento es muy claro y habla de repartición en porcentajes. Lo que pasa es que el 60 por ciento de los bienes que conforman el testamento está decomisado. Entonces las cosas tienen que ir en orden. Primero tenemos que pedirle a la Fiscalía que nos entregue las propiedades y luego sí hacer una reunión familiar para que se haga la repartición. Qué nos vamos a repartir si todo está decomisado.

SEMANA: Pero se dice que usted ha solicitado que los bienes dejados por Pablo Escobar a sus hijos Juan Pablo y Manuela, pasen a engrosar el listado de propiedades de la sucesión.

R.E.: Nosotros no podemos pedir cosas que no estén en el testamento. Eso está escrito y vamos a tratar de que la repartición se haga de una manera equilibrada, muy normal, en la que no se presenten roces ni enfrentamientos. Eso es lo que queremos.

SEMANA: Pero de todas maneras la herencia que dejó su hermano es cuantiosa. Se habla de que al sumar el valor de las propiedades la cifra supera los 100 millones de dólares.

R.E.: Nadie sabe exactamente a cuánto ascendía la fortuna de Pablo. Yo viví siete años al lado de él y nunca supe qué tenía porque Pablo compraba muchas cosas a nombre de terceras personas y a esa gente le entregaba las propiedades y le decía que se quedara viviendo en ellas y que él sólo los molestaría de vez en cuando, cuando fuera a dormir. Así lo hizo toda la vida y en especial después de la fuga de La Catedral.

SEMANA: ¿Entonces la fortuna qué se hizo?

R.E.: Alrededor de Pablo se crearon muchos mitos. Se dijo, entre otras cosas, que él era multimillonario. El sí tuvo su plata, pero mucha de ella la perdió en la guerra, porque la guerra es como una empresa, en la que se invierte mucho pero no se gana nada. En la última etapa de su vida gastó mucho dinero. Para estar seguro en sus escondites, él compraba las fincas y las casas donde permanecía por uno o dos días. Pagaba mucho por ellas y además cuando llegaba a esos sitios regalaba entre uno y dos millones de pesos. Y nunca hizo escrituras, porque siempre había el peligro de que le llegaran. Por eso a Pablo nadie lo delató. A él lo que lo mató fue una llamada por teléfono.

SEMANA: ¿Y usted está de acuerdo en que lo que quedó de la fortuna se reparta teniendo como base un testamento hecho hace más de 10 años?

R.E.: Jurídicamente no se puede hacer otra cosa diferente. Además, yo tengo mis cosas y si algo me toca, bienvenido es. Pero lo único que yo le pido a mi Dios es recuperar mi vista.

SEMANA: ¿Usted es un hombre rico?

R.E.: Tengo lo suficiente para vivir. Todo está en mi declaración de renta. Tengo un motel en Manizales, dos fincas en la misma zona y entre cinco y seis propiedades más. Todo eso está decomisado por la Fiscalía, pero yo sé que algún día me los tienen que devolver.

SEMANA: Usted ha enviado una serie de cartas a personas que fueron cercanas a Pablo Escobar, donde les dice que se entrevisten con Victoria Eugenia Henao para arreglar algunas cuentas. ¿Su hermano dejó muchas deudas? ¿Usted está disponiendo de una plata que todavía no ha entrado a la sucesión?

R.E.: Sí, yo he enviado esas cartas. Pablo debía dinero y estamos tratando de pagar esas platas para no tener deudas con nadie. El en vida nunca dejó de pagar una deuda y ahora la familia quiere estar a paz y salvo con los acreedores. Yo no estoy disponiendo de nada, sólo quiero que se paguen unas deudas. Cada quien puede interpretar esas cartas como quiera.

EL TESTAMENTO EN CIFRAS

50% PARA LA SOCIEDAD CONYUGAL EN CABEZA DE VICTORIA EUGENIA HENAO.

50% 24 PARA JUAN PABLO Y MANUELA
14 DE MEJORAS, PARA JUAN PABLO Y MANUELA
14 PARA SUS HERMANOS ROBERTO, ALBA MARINA Y GLORIA; SUS PADRES, HERMILDA Y ABEL Y UNA TIA.