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Mitt Romney. | Foto: Archivo Semana.

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El triunfo de Romney en Iowa no le garantiza la victoria

Mitt Romney fue declarado ganador de las primarias de Iowa, aunque con sólo ocho votos de ventaja sobre el exsenador Rick Santorum.

Alianza BBC
4 de enero de 2012

Sin embargo, Iowa es sólo la primera etapa en una larga carrera. Las asambleas partidistas celebradas este martes marcan el inicio de un proceso de elección que continuará hasta que uno de los candidatos obtenga el mayor número de votos por parte de los delegados del partido. El candidato será ungido en la convención republicana, en agosto.

Sin embargo, muchas cosas pueden cambiar hasta entonces. En las pasadas primarias, John McCain, a la postre candidato republicano a la presidencia, quedó de cuarto en Iowa.

Lo que sí se sabe es que un resultado inesperado puede sepultar las aspiraciones de un candidato.

Dennis Golford, profesor de la Drake University de Des Moines, aseguró a BBC Mundo que Iowa revela los puntos fuertes y débiles de los contrincantes.

"En lugar de definir al ganador, estas asambleas partidistas identifican a los más débiles y ayudan a indicar quién tiene menos posibilidades de ganar la nominación. Si te va mal en Iowa, puede ser más difícil atraer fondos de campaña, que son la gasolina de la contienda. Sin gasolina no es posible llegar muy lejos".

Los resultados de asambleas partidistas celebradas en el estado anteriormente no permiten establecer una fórmula matemática que indique que el ganador en Iowa terminará obteniendo la nominación del partido.

En 2008, Mike Huckabee ganó en Iowa pero perdió en New Hampshire, y lo más importante, no fue el candidato del partido en las elecciones presidenciales. Mientras que John McCain no hizo campaña seriamente en Iowa, quedó de cuarto en el caucus y finalmente obtuvo la nominación del partido.

George Bush ganó en Iowa en 2000 y terminó ganando la nominación y la presidencia. En cambio Robert Gold en 1996, ganó en Iowa y obtuvo la nominación pero no la presidencia. Unos años antes, en 1988, Gold ganó en Iowa pero perdió la nominación.

Según estos datos, el académico Denis Golford concluye: "no existe ningún tipo de relación comprobada entre la persona que gane en Iowa y el candidato que finalmente ganará la nominación".

Golford, quien es coautor del libro "The Iowa caucuses: The making of a media event", explica que la asamblea partidista de Iowa no puede compararse de ninguna manera con las elecciones primarias que se llevan a cabo en el resto del país.

"Las caucuses son simplemente un sondeo para determinar cuál es el candidato preferido de un pequeño grupo de personas para la nominación", dice.

"Es como si invitaras a un grupo de 25 amigos a una fiesta en tu casa y les dijeras 'mientras estamos aquí, les voy a dar un pedazo de papel para que escriban el nombre del candidato que a ustedes les gustaría que representara al partido republicano en las elecciones presidenciales'. Después eso se suma y listo".

Tal y como lo describe el corresponsal de BBC Mundo en Washington, William Márquez, el proceso de este estado es básicamente un voto informal, con un resultado que no es vinculante, pero que genera tendencias a las que el resto del país le presta mucha atención.

Durante una asamblea partidista los candidatos no hacen fila para depositar su papeleta en una cabina de votación. Quienes participan en este proceso tienen que estar lo suficientemente motivados como para salir una fría noche de invierno -el clima es un factor de peso- a pasar horas reunidos en grupos dentro de una casa, gimnasio, colegio o biblioteca pública y discutir sobre las virtudes de un candidato u otro.

Durante la velada, los votantes van de grupo en grupo y escuchando a los oradores hasta que llega el momento de tomar una decisión, la cual escriben en un papel y la depositan en una caja para ser contada.

"En la política estadounidense, el candidato que gana la primaria de un estado tiene garantizado los votos de los delegados que ese estado enviará a la convención del partido. Es la suma de esos votos la que determina quién será el nominado, pero los delegados de Iowa no están sujetos a depositar sus votos a favor del ganador", recalca Márquez.

El número de personas que expresa su opinión en procesos como este es muy reducido.

"No suele participar más del 20% de los republicanos inscritos en el estado", dice Dennis Golford.

En 2008, apenas 120.000 -de 3 millones de habitantes- salieron a dar su voto por un candidato republicano.

Golford asegura además que las personas que votan en el caucus de Iowa suelen ser de mayor edad y mucho menos diversas étnicamente que el resto de la población nacional.

"La minoría más grande en Iowa son los latinos y ni siquiera llegan a representar el 10%. La comunidad afroamericana también es muy pequeña. Y aunque el estado no es del todo rural, la ciudad más grande es el área metropolitana de Des Moines en donde solo viven 500.000 personas".


En contraposición, Golford considera que los asuntos de importancia para los republicanos de Iowa sí se parecen a los del resto del país, con dos excepciones: rechazan con más fuerza el matrimonio homosexual y el aborto, y tienden a ser mucho más religiosos y conservadores.

Esto indica que el dato más valioso que la contienda en Iowa pudiera revelar sería saber quién representa la alternativa más conservadora de todos los candidatos. Un nombre que sí le interesaría al resto del país.

Buena parte del poder de los resultados de Iowa radica en el hecho de que son los primeros en conocerse.

A estas asambleas partidistas les siguen las primarias de New Hampshire, que se celebrarán en los próximos días (el 10 de enero), y posteriormente el caucus de Nevada que se llevará a cabo el 14 de febrero.

Luego viene un día importante que sí es considerado como un indicio claro de las intenciones electorales generales: el Supermartes, la jornada en la que varios estados realizan primarias a la vez y elijen a un gran número de delegados.

Esa práctica, que comenzó en los años '80 y en la que esta vez participarán al menos 10 estados, se realizará el próximo 6 de marzo de 2012.

A ello seguirán las primarias en Illinois el 20 de marzo, las de Nueva York el 24 de abril y las de California y Utah el 5 y 26 de junio respectivamente.

Todo hasta que se decida quién es el aspirante con el mayor número de votos de delegados, que será nombrado oficialmente a finales de agosto en la Convención Nacional del Partido que se celebrará Tampa, Florida.