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El expresidente Ernesto Samper Pizano y el congresista Ernesto Macías. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

El uribista que señala a Samper de ‘chuzadas’

La insólita reacción del senador Ernesto Macías para defender a Álvaro Uribe por el caso de las chuzadas.

4 de marzo de 2015

El expresidente Álvaro Uribe completa cinco días sin pronunciarse por la condena a dos de sus colaboradores en el Gobierno, María del Pilar Hurtado (exdirectora del DAS) y Bernardo Moreno (exsecretario de Presidencia). Ellos fueron declarados culpables por las llamadas ‘chuzadas’ ilegales que desde el DAS se ordenaron contra los magistrados de la Corte Suprema, algunos periodistas y dirigentes políticos de oposición. Uribe, quien es investigado por estos mismos hechos en la Comisión de Acusaciones de la Cámara, anunció un pronunciamiento y lo hará sólo el día en que la Corte Suprema lo oiga en versión libre, por el caso del hacker Andrés Sepúlveda.

Pero al hoy senador Uribe no le han faltado los defensores de oficio. Ernesto Macías es uno de los congresistas más cercanos a Uribe. Y desde cuando ocupa su curul en el Senado se ha convertido en el más férreo defensor del expresidente, y lo ha hecho con un estilo muy particular. Por un lado, fuertes y muy sonoras declaraciones; por el otro, recordando los ‘pecados’ de los gobiernos diferentes al de Uribe.

Hace más de un año, cuando era candidato al Senado, Macías presentó las pruebas de la ‘mermelada’ que el presidente Juan Manuel Santos repartió en su primer gobierno a congresistas y dirigentes políticos de su coalición. A Macías le recordaron que en el gobierno de Álvaro Uribe la ‘mermelada’ también hizo parte de su manera de gobernar. La reacción de Macías va en la linea del uribismo de pasar el ataque. (El uribismo es víctima)

Ahora, cuando el escándalo de las ‘chuzadas’ del DAS volvió a las primeras planas de los diarios, el senador Macías se pregunta por qué la justicia colombiana no investiga las ‘chuzadas’ que, según él, se adelantaron en otros gobiernos, especialmente en el del liberal Ernesto Samper.

Macías, a quien sus colegas le reconocen no sólo su buena memoria sino su capacidad de investigación, desempolvó archivos periodísticos para enumerar las “otras chuzadas” que a su juicio han quedado en la impunidad.

Dice que mientras el gobierno Samper se defendía por la filtración de dineros del narcotráfico (la justicia colombiana comprobó que 5,5 millones de dólares del cartel de Cali ingresaron a su campaña en 1994), se hicieron chuzadas ilegales.

Durante el gobierno Samper, dice, la Procuraduría identificó 212 interceptaciones ilegales, pero las investigaciones no tuvieron resultados.
 
Recordó que los entonces ministros de Defensa, Fernando Botero Zea, y de gobierno, Horacio Serpa, fueron denunciados por presuntas chuzadas para tener conocimiento de la indagatoria de Santiago Medina, extesorero de la campaña ‘Samper Presidente’. De hecho, en una célebre rueda de prensa, Serpa y Botero hicieron un pormenorizado relato de lo dicho por Medina a la Fiscalía, lo que generó una gran suspicacia en la opinión pública. Serpa dijo que a la sede del gobierno había llegado un anónimo, pero negó que la indagatoria hubiese sido sustraída de la Fiscalía.
   
Otro episodio, recuerda Macías, fue que durante el gobierno Samper, el polémico Carlos Alonso Lucio, esposo de la exfiscal Viviane Morales, publicó grabaciones ilegales al director de la DEA. Y que en 1995 la Procuraduría suspendió a la inspectora del DAS de la época por no tramitar 582 investigaciones por interceptaciones ilegales.

El congresista también trajo a la memoria que el embajador de Estados Unidos en Colombia durante el proceso 8.000, Myles Frechette, que fue señalado por el propio Samper de estar detrás de una conspiración en su contra, denunció al Gobierno por interceptar su teléfono. “Nada pasó”, cuestiona Macías.

Las reacciones del uribismo al episodio de las ‘chuzadas’ han sido muy pocas. La Corte Suprema, más allá de la condena a María del Pilar Hurtado y Bernardo Moreno, dijo en su fallo, palabras más palabras menos, que en el gobierno de Álvaro Uribe el DAS fue una especie de policía política que espió a personas muy incómodas para la Casa de Nariño.

Ante esa evidencia, la estrategia parece ser poner a los demás gobiernos en el mismo costal y demostrar que la justicia colombiana ha actuado solamente contra los cercanos a Uribe y ha sido impune en los pecados de otros gobiernos. Quizá por eso Macías se extraña que el presidente Juan Manuel Santos ahora diga que no conocía las chuzadas. “Era el ministro de Defensa”.