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Andrés Camargo, protagonista de los mayores avances que ha tenido Bogotá en las últimas décadas, tendría que pagar 5 años de cárcel. | Foto: Juan Carlos Sierra

BOGOTÁ

El vía crucis de Andrés Camargo

La condena del exdirector del IDU ejemplifica las fallas de la Justicia en Colombia. La Corte Suprema tiene ahora la palabra.

21 de septiembre de 2013

En momentos en que ha sido tan difícil condenar y llevar a prisión a los cerebros del cartel de la contratación de Bogotá, cuando incluso a algunos de ellos es posible que no les toque pagar un día de cárcel, es realmente insólito que el hombre que logró poner a andar el sistema de TransMilenio esté condenado y cruzando los dedos para que la Corte Suprema de Justicia se apiade de él.

El caso de Andrés Camargo, una de las piezas clave del equipo de la Alcaldía de Enrique Peñalosa (1998-2000), expresa una tragedia que lamentablemente está siendo cada día más común en el país: un funcionario público honesto que termina enredado en los preocupantes baches de la Justicia.

¿Cuál es el drama? Parte significativa del avance físico en términos de vías en Bogotá se le debe a él. En llave con el alcalde Peñalosa y bajo su dirección, el IDU construyó tres troncales de TransMilenio, la red de ciclorrutas, 15 puentes vehiculares, el eje ambiental de la Jiménez y el paseo peatonal de la 15, por no hablar de la ampliación y construcción de importantes avenidas. En los tres años suscribió 1.600 contratos por más de 2,6 billones de pesos y no existe ninguna reclamación en los organismos de control por desvío de dineros o malversación de fondos.

Sin embargo, Camargo lleva 13 años dándole explicaciones a la Justicia. Cada uno de sus tres hijos (de 10, 8 y 5 años) ha nacido y crecido en medio de esta zozobra legal. En 2008 estuvo tras las rejas por cinco meses. Y hace dos semanas, el Tribunal Superior de Bogotá, aunque le rebajó la pena de 7 años, que le había impuesto un juez, a 5 años, le confirmó la condena en su contra por “contrato sin cumplimiento de los requisitos legales”.

¿Cuál es su pecado? Todo se resume en las famosas losas de TransMilenio. En 2003, tres años después de que encendió motores este nuevo sistema de transporte masivo, comenzaron a presentarse averías en las losas de concreto de las calzadas. En un principio se dijo que el problema era solo del relleno fluido, el material que usaron para nivelar las vías antes de poner encima las losas de concreto, pero estudios serios han dicho que también tuvieron que ver problemas de diseño (losas delgadas) y de construcción (falta de drenajes).

Esto sin duda ha sido doloroso para Bogotá, pues ha costado 60.000 millones de pesos cambiar las losas quebradas además de los inconvenientes que se crean en las vías. Sin embargo ¿qué culpa le cabe al director del IDU? Es claro que se trata de una falla de carácter técnico y que tanto en las investigaciones de la Fiscalía como en el fallo de primera instancia se dice que no se encontró ningún rastro de enriquecimiento ilegal de Camargo.

Es ahí donde se abren enormes interrogantes sobre el fallo. ¿Todo alto funcionario debe responder por todas las decisiones técnicas de su entidad? ¿El director del IDU, que tiene más de 1.000 contratos al tiempo, tiene que responder por cada material y cada diseño de cada obra? ¿Cómo puede el responder con prisión por la entera idoneidad y honestidad de todos y cada uno de sus funcionarios? Aún más ¿Una decisión técnica equivocada también da cárcel?

Un juez que exoneró a Camargo en uno de los procesos que le abrieron por el mismo tema de las losas, el del TransMilenio de la calle 80, de cierta manera respondió a esas preguntas en su fallo de preclusión: “No todo problema o controversia de carácter contractual, cae en la esfera del derecho penal. Esa es la peligrosa tendencia que infortunadamente ha hecho carrera en nuestro medio”.

Y concluyó: “La equívoca percepción del problema por parte de la Fiscalía de primer nivel –y de ello da cuenta la relación que de los hechos planteó– la indujo a dilucidar como un asunto de carácter penal, lo que sin duda era un tema contractual y técnico”.

El caso más reciente por el mismo relleno fluido es el del Eje Ambiental de la avenida Jiménez. Tras un proceso fiscal, el contratista de la obra, con el aval de la Procuraduría y la Contraloría, pagó varios miles de millones de pesos por los daños. A pesar de eso, la Fiscalía le abrió un nuevo proceso penal por ese caso a Andrés Camargo en octubre del año pasado.