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El director de la Aerocivil, Santiago Castro, afirma que no se han quedado con los brazos cruzados. Dice que el país se tiene que anticipar a la mayor demanda aérea. | Foto: Juan Carlos Sierra

INFRAESTRUCTURA

Eldorado pide más pista

Bogotá necesitará tres aeropuertos en los próximos años para atender la creciente demanda de viajeros y carga.

7 de marzo de 2013

Cuando falta todavía año y medio para que se termine la ampliación del aeropuerto Eldorado, que demandó inversiones superiores a los 1.000 millones de dólares, el gobierno se alista a presentar el más ambicioso proyecto desde la creación del terminal aéreo en 1956, que le permitirá atender a los cerca de 70 millones de viajeros que se movilizarán en el país de aquí a 30 años.


Se trata de la actualización del Plan Maestro de Eldorado, contratada por la Aeronáutica Civil en septiembre de 2011 con la firma estadounidense T. Y. Lin International, que acaba de presentar sus recomendaciones. Las propuestas de la consultora no solo contemplan ampliar los actuales terminales nacional e internacional. La firma plantea también tres aeropuertos en la sabana de Bogotá con cinco pistas, y reubicar la aviación militar que actualmente funciona en el Comando Aéreo del Transporte Militar (Catam), al costado occidental de Eldorado. El proyecto se desarrollaría por fases teniendo en cuenta las millonarias inversiones que demandaría. 

El objetivo principal es que Bogotá pueda atender los mayores volúmenes de pasajeros y carga, que vienen creciendo en los últimos años como consecuencia no solo del mayor intercambio comercial por los TLC con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea –y vienen más–, sino de la apertura de cielos, el buen desempeño de su economía y la llegada de nuevas aerolíneas, especialmente de bajo costo. Actualmente, el aeropuerto Eldorado es el que más carga moviliza en América Latina y el tercero en el rubro de pasajeros.

Todas las proyecciones hechas en el pasado sobre el aumento de viajeros saltaron por los aires ante la contundente realidad. En menos de diez años se duplicaron, pues en 2012 llegaron a 21,8 millones, una cifra que no estaba en los cálculos de los más optimistas. Como se trata de un crecimiento exponencial esa cifra podría triplicarse en las próximas décadas, lo que hace imperativo que el país comience a prepararse desde ya. De hecho, diversas voces advirtieron que la nueva infraestructura se quedaría pequeña desde el mismo momento en que el consorcio Opain comenzó a ampliar y remodelar Eldorado. Estas obras terminarán a finales de 2014 cuando se entregará la nueva terminal nacional, se derrumbe la actual torre de control y se construya un gran complejo aeronáutico con una nueva torre. 

Para el director de la Aerocivil, Santiago Castro, la propuesta del Plan Maestro será la gran revolución del sector aéreo colombiano. “No nos hemos quedado cruzados de brazos. Ya tenemos la hoja de ruta para seguir expandiéndonos de aquí a 2041. El país tiene que entender que los aeropuertos crecen al ritmo de las ciudades y de la demanda y por eso debemos adelantarnos”, dice el funcionario.

Se va el Catam

El proyecto comprende tres fases. En la primera se ampliará la capacidad de los muelles actuales con el fin de doblar el número de posiciones para las aeronaves. Además, la pista norte se ampliará en 900 metros con lo cual quedará de 4.700 metros, lo que permitiría que lleguen aviones más grandes. No se tiene previsto construir una tercera pista en este sitio porque Eldorado está rodeado de grandes concentraciones urbanas como Fontibón y Engativá. 

Si bien el proceso que se lleva a cabo en el terminal alcanzará 190.000 metros cuadrados de construcción, las obras se pueden extender aún más hasta conectar con el Puente Aéreo. La Aerocivil dispone actualmente de 1.000 hectáreas, incluso para hacer desarrollos hoteleros y comerciales, también pensados para un futuro cercano.

Sin embargo, en el mediano plazo y en la medida en que crezca el número de viajeros, se necesitarán los terrenos del Catam en donde las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional desde comienzos de la década de los sesenta realizan sus operaciones aéreas, así como la aviación privada y los vuelos chárter, entre otros. El gobierno es consciente de esa necesidad y la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez, sostiene que hay que mirar esa alternativa.

La idea sería trasladar esa base a un predio de 700 hectáreas ubicado en la sabana de Bogotá, donde se construiría una pista de unos 3.000 metros, con dos calles de rodaje, una para los aviones militares y otra para los privados, y contaría con todas las facilidades de movilización y de seguridad. Pero reubicar al Catam no es una decisión fácil. Por eso, teniendo en cuenta su alcance, quedará en manos del presidente Juan Manuel Santos, quien debe convocar a un Consejo de Ministros para mirar los detalles de la iniciativa. 

El Plan Maestro comprende, además, una tercera y última fase con la construcción de un tercer aeropuerto, complementario a Eldorado, también localizado en la sabana de Bogotá, con dos pistas de aterrizaje. Los tres aeropuertos podrían quedar interconectados mediante un sistema ferroviario. Hasta el momento la ubicación de los dos nuevos aeropuertos es un misterio que no se ha querido revelar para evitar que los actuales propietarios especulen con los terrenos. 

La Aerocivil ya dio un gran paso con estos estudios con los cuales el gobierno deberá decidir si acoge o no las propuestas, de dónde saldrán los millonarios recursos para ejecutarlas y si una parte se hace a través de iniciativas privadas. Lo cierto es que se necesitan medidas de fondo para que el futuro de la aviación no sea un colapso anunciado.