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La exmagistrada María Mercedes López, el exvicefiscal Fernando Perdomo y el exministro Fernando Carrillo. | Foto: Archivo particular

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Procurador: la elección que tiene al presidente y al Senado con los nervios de punta

El próximo jueves se elegirá al reemplazo de Alejandro Ordóñez. Ese día el Gobierno se juega su futuro inmediato y la aprobación de la reforma tributaria. ¿Por qué?

21 de octubre de 2016

Mientras el país no sale del debate sobre la crisis que generó el triunfo del No, la clase política colombiana está al borde de un ataque de nervios por cuenta de otra elección. El voto no será de los ciudadanos, como el pasado 2 de octubre, sino que está en manos exclusivas de los senadores. Se trata de la elección que tendrá lugar el próximo 27 de octubre en la plenaria, donde se escogerá al nuevo procurador general de la Nación.

Con el guayabo del plebiscito, ni en la clase política hay ambiente para unas nuevas elecciones. Pero la elección del reemplazo oficial de Alejandro Ordóñez se ha vuelto tan decisiva, que por allí pasará parte del futuro del proceso de paz, el futuro político del país, la suerte de la Unidad Nacional que ha acompañado seis años al presidente Juan Manuel Santos y las nuevas coaliciones políticas de cara al 2018, cuando habrá un nuevo huésped en la Casa de Nariño.

Y es que ese día se escogerá al nuevo jefe del Ministerio Público entre el exministro Fernando Carrillo (postulado por el Consejo de Estado), el ex vicefiscal Fernando Perdomo (nominado por la Corte Suprema de Justicia) y la exmagistrada María Mercedes López (ternada por el Presidente de la República).

La silla más apreciada

La Procuraduría es uno de los entes de control de mayor relevancia en la estructura del Estado, como también un botín burocrático que siempre ha seducido a los partidos políticos, y esta vez no será la excepción que esas condiciones determinen la elección.

Para empezar, el Partido Conservador estuvo representado ocho años en la Procuraduría con Alejandro Ordóñez, y ahora tienen en María Mercedes López, la única carta para mantener su representación en el Ministerio Público. Sin embargo, el favoritismo con el que cuenta el exministro Carrillo, hasta la fecha, hace prever que la Procuraduría pasará de la línea conservadora a la liberal.

Aunque el presidente Santos ternó a la exmagistrada conservadora, no significa que sea su candidata. Por el contrario, de la terna, con Carrillo tiene mayor cercanía. Fueron compañeros de gabinete en el gobierno de César Gaviria (1990-1994), su jefe de empalme con Álvaro Uribe en el 2010, su ministro del Interior cuando iniciaron los diálogos de paz con las FARC (2012) y su embajador en España, hasta hace algunos meses. Por eso, se cree que el guiño secreto de Santos es para él.

Para el presidente de la República, la elección del nuevo procurador puede ser tan determinante como el plebiscito porque en un eventual escenario de implementación de los acuerdos con las FARC, al jefe de Estado le conviene más tener un aliado que un contradictor, como venía sucediendo con Ordóñez.

La otra pelea: la tributaria

Pero también porque las consecuencias de la elección en el Senado podrían afectar directamente su gobernabilidad, para los dos años finales de su mandato. La Unidad Nacional (conformada por La U, el Partido Liberal, el Partido Conservador y Cambio Radical), base de su manejo político durante seis años, ya parece tener los días contados, sobre todo a medida que se acerca el debate presidencial del 2018, año electoral en el que se supone que las cartas de las fuerzas políticas se volverán a barajar.

Si la Unidad Nacional se afecta por esta elección, el principal golpe se sentirá en la Reforma Tributaria. Es tan importante la definición del reemplazo de Ordóñez para esta apuesta estructural del Gobierno, que se decía que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, había presionado al presidente del Senado, Mauricio Lizcano, para que hiciera la elección en diciembre.

Esa idea causó un enorme malestar. Se denunció que la definición de la fecha por parte de Lizcano no tenía otro propósito que ayudar a la candidata María Mercedes López a superar una inhabilidad, pues necesitaba que pasara un año desde cuando dejó de ser magistrada para poder ser procuradora. Al final, más de 50 congresistas pidieron que la elección se hiciera pronto. Y Lizcano tuvo que ceder.

Se anticipa que el debate de la tributaria será duro pues ni siquiera los partidos cercanos al Gobierno apoyan sin reparos esa iniciativa. El liberalismo, por ejemplo, ya anunció que no está de acuerdo con el IVA para los productos de la canasta familiar.

Por otro lado, se decía que la elección podría hacer que los conservadores se bajaran del bus de cualquier proyecto del Gobierno, lo cual en un momento de crisis puede definir si hay mayorías o no. Sin embargo, hoy se ve probable que la mayoría de esa colectividad apoye a Carrillo y ganen también si él sale elegido.

Las cuentas de la campaña

Por estos días, los pasillos del capitolio se han convertido en corrillos y también en el escenario de la campaña. Perdomo, Carrillo y María Mercedes López se han vuelto habituales, abordan a senadores en procura de asegurarse la mayoría. El número mágico es 51, el que tenga asegurada esa cantidad de votos, podrá decir que es el nuevo procurador.

A una semana de la elección, en el Senado se advierte una coalición definida. El Partido Liberal en pleno y la mayoría del Partido de La U habrían comprometido su voto a favor del exministro Carrillo. Los liberales lo definieron en una votación interna, mientras que 14 de 21 senadores de La U le habrían apalabrado su voto.

El Partido Conservador tiene 17 votos. Aunque hace un mes, en una reunión de bancada, se habría acordado el total apoyo a la conservadora de la terna, la exmagistrada López, las cosas han cambiado con el tiempo. Ocho senadores de este partido estarían en disidencia (Roberto Gerlein, Eduardo Enríquez Maya, Mauricio Delgado, Yamina Pestana, Fernando Tamayo y Laureano Acuña) y con sus votos cuenta Carrillo.

Cambio Radical, el partido de Germán Vargas Lleras, tiene nueve votos que tampoco están definidos. Por lo menos los de Rosemary Martínez, Daira Galvis, Juan Carlos Restrepo y Bernabé Celis estarían respaldando a Carrillo. Cambio Radical tiene representación en la Fiscalía, con Néstor Humberto Martínez, y no le disgustaría tener influencia en la Procuraduría, más si en el 2018 aspiran a llegar al poder con la carta del actual vicepresidente de la República.

De hecho, el nombre de Vargas Lleras y el del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, han aparecido en medio de esta elección. Versiones periodísticas han dado cuenta de que Vargas Lleras y Cárdenas serían los ‘jefes de debate’ de la candidatura de María Mercedes López.

Este miércoles, incluso, se conoció la versión de que Cambio Radical votaría por López si al menos 15 de los 17 senadores conservadores firmaban un compromiso para un eventual apoyo a Vargas Lleras en las presidenciales del 2018. Ni el conservatismo ni en Cambio Radical confirmaron la versión, al menos públicamente.

Pero quien tendrá votos definitivos será, paradójicamente, el Centro Democrático. Los 21 senadores del partido de Álvaro Uribe están indecisos, pero sólo entre dos candidatos. Jorge Perdomo, el segundo en la Fiscalía de Eduardo Montealegre, parece vetado en el partido, y a última hora los uribistas se decantarían por aquel que llegue con más opciones de ganar entre Carrillo y López.

En las cuentas de Carrillo, además, aparecen los nombres de Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Prieto, de Alianza Verde. El Polo definirá sobre la hora, pero Iván Cepeda y Senén Niño parecen respaldar al exministro del Interior. Los dos indígenas, Luis Evelis Andrade y Marcos Avirama, también le habrían dado el respaldo, y en Opción Ciudadana cuatro de cinco senadores (Doris Vega, Teresita García, Mauriucio Aguilar y Antonio Correa) votarían por él.

La elección no está cantada porque para la clase política en una semana, en un día, las cosas podrían cambiar. Pero si la elección de procurador general fuera hoy, Carrillo tendría por lo menos 54 votos, Perdomo se quedaría con 15 y López tendría por lo menos 10 conservadores. La noche del 27 de octubre se sabrá quién es el ganador, pero sólo tiempo después se podrá determinar si el presidente le alcanzó para mantener sus apuestas.