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El embajador en Sudáfrica, Carlos Moreno de Caro, niega haber recibido dinero de los jefes paramilitares y asegura que su gestión en Ralito no tiene diferencia con la que realizó en el Caguán con los comandantes guerrilleros

POLÉMICA

Embajador salpicado

El polémico representante del gobierno colombiano en Suráfrica, Carlos Moreno de Caro, es acusado de haber sido una ficha de los paramilitares.

6 de diciembre de 2008

"Carlos Moreno de Caro (embajador de Colombia en Sudáfrica) no fue sólo cercano a las AUC, creo que fue un miembro más". Esa acusación proviene de un testigo protegido por la Fiscalía. El mismo hombre que señala al abogado Abelardo de la Espriella de ser miembro orgánico de las autodefensas (ver artículo anterior) sostiene ante las autoridades que el hoy embajador recibió 200 millones de pesos del ex comandante paramilitar y confeso narcotraficante Francisco Javier Zuluaga, alias 'Gordolindo', para su campaña al Senado en 2006.

En entrevista con SEMANA, el testigo ratificó su denuncia y aseguró que Moreno recibió esa suma a cambio de dos concesiones a los paramilitares: admitir a uno de los suyos como su segundo reglón y apoyar en el Congreso un proyecto de ley que blindaría a los comandantes paras de la extradición. "'Gordolindo' y Moreno se comunicaban permanentemente por vía telefónica y a través de correos electrónicos que están en un computador que la Fiscalía puede ubicar con la información que di".

El acuerdo se habría efectuado a comienzos de 2006, cuando el jefe paramilitar determinó que el segundo renglón de la lista de Moreno sería la congresista Rocío Arias, quien para ese entonces había sido expulsada del partido Colombia Democrática y rechazada en otros tantos por su cercanía con los paras.

Con el paso del tiempo, la ex congresista Arias se ha revelado como uno de los mayores 'ventiladores' del escándalo de la para-política, y sus nexos quedaron en firme cuando se acogió a sentencia anticipada y la justicia la condenó a cuatro años de prisión, pena que purga actualmente en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Sin embargo, desde la época de la zona de concentración en Santa Fe Ralito, Córdoba, donde gobierno y paramilitares discutieron los términos de la desmovilización, la mujer mostraba evidentes afinidades con las autodefensas. Por eso ningún partido se dio la pela de avalar su candidatura al Congreso. Ninguno, con excepción del movimiento de Carlos Moreno de Caro.

En su momento Moreno explicó que la admitió como fórmula política porque quería conformar una lista de "reconciliación nacional", iniciativa que impulsó como presidente de la comisión de paz del Congreso. Desde Pretoria, en Sudáfrica, el embajador repitió el argumento, negó haber recibido dinero de los paramilitares y afirmó que su oposición a la extradición "se puede verificar desde muchos años antes de Ralito".

Además dijo que le dio el segundo puesto de la lista a Arias luego de habérsela ofrecido al comandante Ernesto Báez y a la ex congresista Eleonora Pineda, también condenada por nexos con los paramilitares. Ella, Rocío Arias y el propio Moreno fueron los políticos que más acuciosamente acompañaron el proceso en Córdoba. El testigo, a quien la Fiscalía ha brindado protección especial por la valiosa información que ha aportado, asegura que para los paramilitares como 'Gordolindo', Moreno era igual de cercano que Arias y Pineda. Frecuentemente, según el testigo, Moreno les revelaba "información clasificada que tenía acceso como presidente de la comisión de paz del Congreso".

Llama la atención que mientras las dos ex representantes a la Cámara han sido investigadas por la justicia, el rol de Moreno en Ralito no ha sido evaluado con el mismo rasero. Esto se debe en parte a que éste es conocido por ser excéntrico y por intervenciones histriónicas y pintorescas. En otras palabras, muchas veces se le ve como un payaso inofensivo.

Sin embargo, Moreno no es cualquier ciudadano: fue senador y hoy es el representante de Colombia ante el gobierno de Sudáfrica. Estos cuestionamientos no se puedan tomar a la ligera y menos aun luego del escándalo del embajador en República Dominicana Juan José Chaux, quien salió del cargo luego de revelarse una comprometedora grabación entre él y el ex paramilitar Antonio López, 'Job'.