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INVIERNO

Emergencia invernal ¿hasta cuándo?

Volvieron las lluvias y la mayoría de los lugares más afectados en el pasado se inundaron de nuevo. SEMANA revisó en qué van los seis sitios más críticos del país y lo que encontró preocupa.

21 de abril de 2012

Cali sigue en riesgo

Los fuertes aguaceros de Cali encendieron ya hace mucho las alarmas sobre la urgencia de fortalecer el jarillón que protege la ciudad de una repentina creciente del río Cauca. Si el jarillón falla, quedarían damnificadas 2 millones de personas. En los alrededores del dique, que tiene 17 kilómetros, se asentaron por lo menos 15.000 familias que tienen que ser trasladadas. Hay ocho estudios sobre lo que se debería hacer en el jarillón. Para no tener que contratar uno nuevo, la Embajada de Holanda se encargará de validar los existentes. Según Cecilia Álvarez, gerente del Fondo de Adaptación, el proceso para licitar las obras no va a comenzar si no se define la cofinanciación de la región y todavía falta llegar a un acuerdo con la Gobernación del Valle. Las obras costarían cerca de 1 billón de pesos.

Faltan diez años para el Canal del Dique

El Fondo de Adaptación no ha podido entregar los recursos para reconstruir los acueductos de los siete municipios del Atlántico que se destruyeron en el invierno pasado, pues el operador del contrato, así suene absurdo, sigue siendo el Grupo Nule. Esto tiene en jaque la reubicación de cientos de familias en Manatí, Campo de la Cruz (foto), Santa Lucía y otros pueblos. En el largo plazo, para salvaguardar a los pueblos del sur del Atlántico de las inundaciones se necesita una mega obra en el Canal del Dique. Los estudios de ingeniería se demoran 27 meses más. Seis de las más grandes empresas de infraestructura del mundo ya presentaron sus proyectos. Y luego de esto se abrirá una licitación que, se calcula, será de 1,2 billones de pesos y que una vez adjudicada tardaría tres o cuatro años.

Gramalote casi en ceros

Esta semana los habitantes de Gramalote, Norte de Santander, protestaron porque llevan más de un año esperando la reconstrucción de su pueblo, pues en diciembre de 2010 una falla geológica y el invierno lo borraron del mapa. Pero ese proyecto se demora. La tarea apenas le llegó al Fondo de Adaptación la semana pasada remitida por el Ministerio de Vivienda. Se están estudiando dos lotes para trasladarlo. Uno no tiene vías de acceso, por eso construir el pueblo valdría 350.000 millones, y hay 87.000 millones. En el otro hubo derrumbes en el pasado. En cuatro meses se entregará el estudio que decidiría para dónde se van los habitantes de Gramalote, que hoy viven en Cúcuta y municipios vecinos.

En el río Bogotá se hará mega obra

Según la CAR, en la sabana y sus alrededores hay 51 puntos críticos como Cota, Ubaté y Cucunubá. Muchas de las inundaciones se producen porque las vías y las fincas están por debajo del nivel de los ríos, como, por ejemplo, la carretera a Cota. Para proteger a la sabana de las inundaciones se necesita recuperar y hacer la adecuación hidráulica del río Bogotá. Para esto hay un megaproyecto de 500 millones de dólares, en alianza con el Banco Mundial. La idea es ampliar las zonas de ronda del río, crear áreas de inundaciones controladas y construir compuertas en Soacha y el Puente la Virgen, en Chía.

Hay que trasladar a Útica

Cuando en abril de 2011 una avalancha arrasó con 60 viviendas en Útica (Cundinamarca) algunos lo llamaron ‘el otro Armero’. Esta población vive bajo la amenaza de la quebrada La Negra. Por eso, la CAR, la Gobernación de Cundinamarca y el Fondo de Adaptación han advertido la necesidad de trasladar el municipio. El director de la CAR, Édgar Bejarano, sostiene que han hecho obras de mitigación, pero que estas podrían no ser suficientes. Se van a reubicar algunas familias, sin embargo, no hay acuerdo entre el municipio y las autoridades sobre si debe hacerse lo mismo con sus 2.000 habitantes.

En La Mojana se dañó el trabajo de un año

“Aquí nos mamaron mucho gallo. Por eso nos cogió el invierno, el río medio creció y nos inundamos”, así describe Fabio Paternina, alcalde de Ayapel (Córdoba), la situación que viven desde que el río Cauca arrasó con las obras del dique (que llevaban un año construyendo y que costaron 12.000 millones de pesos). Pero decir que La Mojana está inundada entraña una contradicción pues esta es un punto de encuentro de cuatro ríos y un complejo de humedales. Por eso, cada invierno llega con una tragedia. En Ayapel, por ejemplo, hay 4.800 familias que siguen viviendo en albergues temporales o sobre la carretera. El proyecto de La Mojana está a cargo del Departamento Nacional de Planeación que, en alianza con la Universidad Nacional, está haciendo los estudios para definir qué obras se necesitan.