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El ministro de Salud, Alejandro Gaviria participó en un debate en el Congreso, donde explicó por qué el gobierno no había destinado recursos para prevenir el virus chikungunya. | Foto: Fotomontaje SEMANA

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Gobierno no previó recursos para el chikungunya

Organizaciones internacionales de salud le habían enviado varias alertas a las autoridades colombianas.

11 de septiembre de 2014

El virus de la fiebre chikungunya ya está en Colombia y las autoridades están preocupadas porque este podría ser transmitido a unas 670.000 personas en el país. Incluso, ya hay reportados cuatro casos autóctonos de colombianos que contrajeron la enfermedad.

Pero a pesar de que el Gobierno en las últimas semanas se ha movido por este tema y este miércoles destinó 6.400 millones de pesos para manejar la emergencia, lo cierto es que el MinSalud no buscó recursos para combatir el virus a pesar de las alertas de los organismos internacionales.

Así lo reconoció el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, en las respuestas que entregó al Congreso para un debate. La razón que esbozó es que no se solicitaron recursos para la prevención y control de este virus ya que “en junio de 2013, no había evidencia de casos de chikungunya en el país”.

En lo que si invirtió el Gobierno fue para el control del dengue, la malaria, la leishmaniasis y la enfermedad de chagas. En otras palabras desde 2013, no se pensó en un rublo específico para combatir esta enfermedad, la cual se transmite a los humanos por la picadura de un mosquito y en algunos casos genera dolores por tres años.

Lo cierto, es que el propio Gobierno ha dicho que organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), emitieron desde 2010, alertas tempranas que daban cuenta del riesgo por la llegada del virus. Una de ellas fue emitida para las Américas en diciembre del 2013 por la OPS.

Ese 9 de diciembre del 2013, y ante los primeros casos de transmisión autóctona de fiebre por chikungunya en las Américas, la OPS y la OMS recomendaron a los estados miembros mantener “la capacidad para detectar y confirmar casos, manejar pacientes, implementar una efectiva estrategia de comunicación con el público para reducir la presencia del vector”. Luego el 24 de enero, 21 de febrero y 23 de mayo del 2014, se enviaron otras alertas. La pregunta es que si se conocía la inminete entrada de Chikungunya ¿por qué no se buscó los recursos para combatirlo?

Hoy se sabe que a pesar que desde diciembre del 2013, el Ministerio de Salud inició procesos de evaluación de riesgo, valoraciones de ingreso de viajeros internacionales, la creación de un cerco sanitario, la expedición de una circular de alerta temprana ante la llegada del virus, y el monitoreo en otros países de la enfermedad, entre otras acciones, solo hasta este miércoles se destinaron los 6.400 millones para atender la emergencia por el virus.

En diálogo con Semana.com el ministro Alejandro Gaviria respondió por qué no se destinaron los recursos antes a pesar de conocer las alertas. Dijo que dentro de las partidas globales existen dineros que no están amarrados y que hay “flexibilidad cuando se presentan estos temas, hay contingencias y eventos que no se pueden prever plenamente”. 

Gaviria reconoció que en 2013, no se contempló una partida presupuestal porque no había inminencia de la llegada del virus. “Presupuestalmente el tema no estuvo, aquí hay un Centro Nacional de Enlace donde se van mirando los riesgos epidemiológicos, en ese año no se preveía como riesgo inminente”.

El senador de la Alianza Verde Jorge Iván Opina reclamó por qué el gobierno desatendió las alertas. “Estábamos demasiado preocupados para gastar dineros en campaña y no para orientar recursos para lo que es necesario y es evitar que la gente se enferme”. 

Un tema que estaría a favor del gobierno es que el dengue y el chikungunya se transmiten por el mismo mosquito y al combatir la primera enfermedad también se hace con la segunda.

Lo cierto, es que en el país crece la preocupación por la eventual propagación del virus. Se sabe que el 80 % de los municipios en el país está en el nivel del mar por lo que “la epidemia es inminente y el crecimiento será exponencial”, dijo el senador. 

Se estima que las 670.000 personas que podrían ser infectadas, al menos 250.000 de ellas necesitarán atención médica especializada lo que generaría congestión en los centros de salud.

Incluso, el gobierno debe asumir con toda contundencia el tema ya que en Centroamérica se han presentado más de 310.000 casos y en el país las condiciones epidemiológicas favorecen su presencia y transmisión.

Los departamentos potencialmente expuestos están por debajo de los 2.200 metros y los mosquitos se pueden propagar por el almacenamiento de agua y que la fumigación no es una solución por los contaminantes que traen los venenos. 

Todos esos argumentos han hecho que este miércoles 17 de septiembre se realice un debate al ministro para que explique este tema y responda por las acciones que adelantará el gobierno para contrarrestar el virus y diga por qué no se habían destinado recursos.