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La rumba cambiará de horario en 14 zonas de Bogotá. | Foto: SEMANA.

RUMBA

¿Por qué Bogotá necesita tres horas más de rumba?

Expertos en el tema, la Administración Distrital y los dueños de bares están divididos.

8 de julio de 2014

La Administración Distrital lanzó una propuesta que algunos calificaron de audaz y otros de improvisada. Se trata de un proyecto piloto de rumba ampliada en 14 zonas de la ciudad que se implementará por dos semanas y en el cual se extenderá la jornada de rumba tres horas más, es decir, de 3:00 a. m. a 6:00 a. m.

Fue el hoy exalcalde Antanas Mockus quien en el 2002 desmontó la hora zanahoria, que iba a hasta la 1:00 de la madrugada y la prolongó dos horas más. Lo hizo tras darse cuenta de que la medida perdía vigencia por la proliferación de clubes sociales que no tenían que acogerse a la restricción.

Los bogotanos recuerdan con tristeza la muerte de seis personas en septiembre del 2013. Ese día y tras una estampida en ‘Night Club’, una discoteca al sur de la ciudad, se abrió un nuevo debate sobre si era necesario corregir la medida ya que muchos de los sitios de rumba se cobijaban bajo la fachada de clubes nocturnos.

Hoy el cambio de la medida tiene la justificación parecida a la expresada hace 12 años en la administración Mockus. El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, aseguró que la restricción actual es ineficaz y que lo que se ha fomentado es la rumba clandestina o 'amanecederos'.

La medida no sirve

A la propuesta ya le salieron los críticos. Para el profesor de la Universidad de la Sabana y vocero del programa “Celebremos Bien”, Álvaro Bonilla, esta es una “medida improvisada” ya que la administración no ha hecho nada en cultura ciudadana, “no hay una campaña de respeto por la vida y los valores”.

El analista consideró que esta es una medida para congraciarse con los dueños de las discotecas que quieren recuperar lo perdido en el Mundial. “La cifras de violencia se van a volver a presentar, Mockus restringió, pero también se lanzó el mensaje de cultura ciudadana”, recordó.

También reclamó el catedrático que la medida del cambio de horario no se hiciera gradualmente. “Esta es una fiesta ilimitada (…) Debemos proteger a los ciudadanos de los excesos”.

Para el también profesor universitario y antropólogo de La Sabana Felipe Cárdenas, la iniciativa es improvisada en una Alcaldía que lanza propuestas y luego las quita porque no tienen resultados. Para el analista, el tema no sólo debe estar mediado por estudios de cultura ciudadana, también la rumba debe de estar sustentada en concepción de ciudad.

“No se tiene en cuenta que hay una vida en esas zonas que también son residenciales y que va a afectar la convivencia de los vecinos”. También reclamó porque la Alcaldía no mantiene “restricciones que les permitan a todos convivir”. El analista dijo que no hay estudios técnicos serios.

Frente al tema de que con esta medida se van a eliminar los lugares de rumba clandestina, Cárdenas señaló que esta no garantiza nada. “Siempre va a haber el vivo que le encuentra la falencia a la norma”.

Lo que dice la Alcaldía

Son varias las razones por las cuales la administración tomó esta medida. El subsecretario de Seguridad y Convivencia de la Alcaldía de Bogotá, Jonathan Nieto, aseguró que la Administración no ha improvisado y lleva un año estudiando qué hacer. Dijo que este piloto está basado en estudios.

Y el argumento es que desde el Centro de Estudios e Investigaciones de la Secretaría de Gobierno, se encontró que en las zonas de rumba controlada no hay riñas ni homicidios, restringe los espacios de la ilegalidad, hay dispositivos de seguridad y el comercio de la rumba se ha especializado.

“Hemos analizado que los conflictos ligados al licor se desarrollan en 19 Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) que no tienen que ver con las zonas de rumba especializada (…) hemos notado con las medidas de restricción se han desarrollado mafias y procesos complicados de convivencia”, dijo Nieto.

Ante los reclamos, cabe la pregunta ¿por qué quieren hacerlo? El secretario aseguró que lo que se pretende es que la Alcaldía regule lo que la gente quiere. “Que ejerzan sus libertades bajo parámetros de convivencia, de infraestructura, seguridad y transporte”.

En principio, los representantes de los bares están de acuerdo con la medida ya que consideran que en 20 años no se ha probado nada diferente a restricciones al gremio. “La propuesta es bienvenida”, dijo el representante de Asobares, Camilo Ospina.

Para los voceros del gremio, el negocio de la rumba no es el mismo hoy en comparación al que se realizaba hace 20 años cuando inició la Ley Zanahoria en la ciudad o cinco años cuando arrancó el programa de zonas de rumba segura.

El gremio crítica a los expertos que hablan del incremento de riñas y accidentes. “Frente a esos críticos y expertos de la rumba y la seguridad no se pueden dar por ciertos esos paradigmas porque no se ha experimentado en Bogotá algo diferente a la restricción horaria. Es el momento de probar planes de contingencia y activados”, dijo el representante.

Ellos quieren mayor apoyo de la Policía, que se desarrollen planes de movilidad. Dicen que el tema de los taxis y centros de primeros auxilios ya se han aplicado en las últimas jornadas.

Lo cierto es que esta no es la decisión definitiva. Se espera que en los próximos días se acuerde la corresponsabilidad y se haga la firma de pactos con los gremios de la rumba. “En términos generales, va a ser un buen ejercicio para la ciudadanía”, afirmó Ospina.