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CONFLICTO

En Cauca continúan combates pese a tregua de las FARC

Los enfrentamientos entre las FARC y el Ejército se han presentado en el municipio de Caloto. Familias de tres veredas abandonaron sus casas.

21 de noviembre de 2012

La tensión prosigue en el departamento de Cauca a causa de los enfrentamientos en los últimos días entre el Ejército y las FARC, pese al proceso de paz y el alto el fuego unilateral de la guerrilla que entró este martes en vigor.

El desplazamiento de 320 personas fue una de las primeras consecuencias de esta situación, según dijo Jesús Arbey Martínez, secretario de Gobierno de la localidad de Caloto, donde este martes se registraron fuertes combates entre las FARC y el Ejército.

Esos enfrentamientos, cuyo origen aseguró no tener todavía claro el secretario pero que el Ejército atribuye a la explosión de unos artefactos colocados por la guerrilla, afectaron a la población de tres veredas, que decidió huir a aldeas vecinas.

Sólo los habitantes de Huasanó regresaron a sus casas terminados los combates, mientras que en las veredas de La Cuchilla "hay todavía 80 personas desplazadas y en El Carmelo hay 240 personas".

"El desplazamiento se explica por el temor a los enfrentamientos armados y también a la misma presencia militar dentro de su área, porque los campesinos aducen que la fuerza pública pernocta en los andenes de sus casas, que amanecen en los alrededores de sus casas", indicó Martínez.

Los jornaleros entienden que la presencia de las tropas "los convierte en objetivos militares y los pone en situación de riesgo, como ser alcanzado por balas perdidas o por la explosión de un artefacto explosivo", prosiguió el mandatario local, por lo que "han pedido que el Ejército se retire de sus casas".

Por su parte, Feliciano Valencia, consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), que representa a un alto porcentaje de la población de la región, denunció que "hay zozobra entre los habitantes".

Según relató, las amenazas a los indígenas son constantes, por lo que confió en que la confrontación disminuya en los próximos dos meses, en los que las FARC han anunciado su tregua navideña.

Martínez describió como "un campo de batalla" la zona en la que se viven estos hechos, por lo que descartó que se vayan a sentir los efectos de la medida, que fue anunciada el lunes por la cúpula guerrillera al inicio de las negociaciones de paz con el Gobierno.

"La guerrilla decreta el cese el fuego, pero el problema es que están en un campo de batalla en el que uno silencia las armas pero el otro actor sigue agrediendo, y entonces el agredido acude a su legítimo derecho a la defensa", explicó el mando local.

Frente a la decisión de la guerrilla, que busca crear un buen clima para favorecer las negociaciones, el Gobierno se ha mantenido firme al ordenar que continúen las operaciones militares para blindar la seguridad en el país y porque no confía en que las FARC cumplan la tregua.

El titular de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, dijo en un acto público que el comportamiento de la guerrilla "refleja un doble discurso y prácticamente una actitud casi mentirosa que es difícil de comprender", entre los discursos de La Habana y sus acciones en el país.

"A las FARC les pasa lo del pastorcito mentiroso con el lobo porque siguen diciéndole mentiras al país y siguen atacando, asesinando y cometiendo toda clase de crímenes", opinó por su lado el comandante de las Fuerzas Militares, el general Alejandro Navas.

Para el alto oficial, sin embargo, no se puede hablar de un incumplimiento de la tregua por parte de la guerrilla.

En cualquier caso, el secretario de Gobierno de Caloto sostuvo que las comunidades campesinas e indígenas que pueblan Cauca "se verán beneficiadas considerablemente si al menos una de las partes silencian su fuego".

EFE