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. | Foto: Archivo

PROBLEMÁTICA JUVENIL

En casi el 35% de los colegios públicos hay venta de drogas

Inquietante aumento de la presencia del microtráfico alrededor de los centros educativos.

27 de marzo de 2014

El dato es realmente preocupante. A la pregunta sobre la venta de drogas cerca a los colegios, las cifras llegan al 35% de respuestas afirmativas en el caso de los colegios públicos y del 22% en el caso de los colegios privados. Este inquietante dato aparece en la encuesta de convivencia escolar “Clima escolar y victimización 2013” de la Secretaría de Educación del distrito en alianza con la Secretaría de la Mujer, el Observatorio de Culturas  y la Universidad Distrital.

Dicha encuesta se presenta en un momento de debate sobre los temas de acoso escolar o bulling, agresividad en el colegio y drogas. Los resultados en algunos temas son positivos, en otros sorprendentes y en algunos casos preocupantes. En total se han realizado 3 encuestas, la primera en 2006, la segunda en 2011 y la última hacia finales de 2013.  

En general se pueden destacar cuatro datos. El primer resultado es que los casos de acoso escolar, que hacen referencia a agresiones recurrentes contra un estudiante, han mostrado una reducción desde el año 2006, es decir, mientras algunos analistas esperaban un aumento de este tipo de comportamientos, la encuesta deja ver una reducción pequeña de estos comportamientos, reducción que muestra signos de ser una tendencia. Igual situación ocurre con el denominado acoso cibernético, el cual también muestra una tendencia a la disminución comparando las diferentes encuestas. La siguiente gráfica muestra los resultados.   


Vale la pena aclarar, que en todo caso la cifra es alta, ya que se sitúa entre el 10 y 12%. Otro de los datos a destacar es que se presenta una reducción significativa en materia de segregación por orientación sexual, la siguiente gráfica muestra una reducción cercana a los 7 puntos porcentuales.

 
Ahora bien, el tercer dato interesante que arroja la encuesta hace referencia a los temas de drogas y pandillas, en este punto los resultados son preocupantes. A la pregunta sobre la venta de drogas cerca a los colegios, las cifras llegan al 35% de respuestas afirmativas en el caso de colegios públicos y el 22% en el caso de colegios privados. Sin embargo en todos los colegios encuestados, a excepción de 1, al menos una persona respondió que si se vendían drogas cerca al colegio. La siguiente gráfica muestra dicho resultados.  



Ahora bien, si bien en casi todos los colegios se dio una respuesta afirmativa, existen zonas de concentración preocupantes, zonas que además coinciden al compararlas con otras fuentes de información del propio distrito. Esta situación en el entorno significa a su vez que varios colegios se ven afectados sustancialmente por dicho fenómeno, es decir hay consumo e incluso venta de drogas como lo muestra la siguiente gráfica. 

 
En este punto surgen dos grandes conclusiones. En primer lugar, todo parece indicar que los factores de agresividad en el colegio se mantienen estables entre 2011 y 2013, con una tendencia leve a la reducción. Sin embargo los factores ilegales asociados al entorno impactan negativamente la escuela y en algunos casos tienden a aumentar. En este punto se debe reconocer la labor de la Secretaría de Educación, la cual puso en marcha una de las estrategias más ambiciosas en materia de convivencia y seguridad escolar. El proyecto de educación para la ciudadanía y la convivencia, y dentro de este la estrategia de respuesta integral de orientación escolar –RIO- ha comenzado a mostrar sus frutos en mitigar la agresividad entre estudiantes y la trasformación de lo conflictos entre estos. 

La segunda conclusión es que existen fenómenos que transcienden la escuela, se producen y atraviesan toda la sociedad de la ciudad. La escuela o bien ejerce una función de contención o los reproduce, pero no está en la capacidad de solucionarlos. Por ejemplo la venta de drogas en el entorno esta diseminada en la ciudad. De ahí que la estrategia no sea militarizar los colegios, o satanizarlos, por el contrario se requiere una labor coordinada de trabajo con el comercio aledaño a los colegios, mayor inteligencia policial a la hora de combatir el micro tráfico, pero sobre todo cambiar las estrategias punitivas contra los adolescentes y jóvenes.