Home

Nación

Artículo

Foto: José Guarnizo / SEMANA.

CRISIS

Alarma en La Guajira por 37.000 niños desnutridos

En medio de la tragedia por la sequía que azota al norte del país, la Defensoría presentó un preocupante informe.

24 de julio de 2014

A pesar de que las autoridades ambientales han alertado sobre la inminente presencia del fenómeno del Niño, el drama en diferentes regiones del país muestra que pocos están preparados para resistir sus efectos.

El verano inclemente y el abandono del Estado pintan un panorama devastador que se refleja en las cifras alarmantes reveladas por la Defensoría del Pueblo sobre de La Guajira: el departamento registra 17.000 niños desnutridos en el municipio de Uribia, donde, además, solo uno de los 350 reservorios de agua funciona.

A esa preocupante estadística se suman otros 18.000 niños desnutridos en Manuare, mientras que en la capital, Riohacha, más de 2.000 menores de cinco años tienen insatisfechas sus necesidades nutricionales básicas.
Incluso algunas comunidades llevan hasta dos años sin ver caer la lluvia. Por esta razón, algunos indígenas wayúu recurren a otros métodos para acceder al líquido vital, como la extracción de pozos artesanales, agua que suele estar contaminada y genera enfermedades gastrointestinales como diarrea, reporta la entidad.

A pesar de estar golpeados por la malnutrición, los niños son el eje de supervivencia de algunas poblaciones, como sucede en el rancherío Jellusira del corregimiento de Musichi, en jurisdicción de Manaure, donde los pequeños wayúu deben conseguir agua para sus familias. Este rancherío es uno de los más afectados, a pesar de estar a unos 40 minutos en carro de la cabecera municipal. Sus 75 habitantes viven en tres casas de bahareque en medio de un desierto en condiciones precarias.


En algunas comunidades, los pobladores deben sacar el agua de posos artesanales insalubres. Foto: Defensoría del Pueblo

Sin embargo, la crisis en Jellusira no es solo de agua; también sufren por el alimento. Los kits básicos de comida entregados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, no fueron suficientes, ya que, a pesar de estar a unos cinco kilómetros del mar, solo consiguen pequeñas cantidades de pescado, en ocasiones chivo y muy esporádicamente maíz.

Por ahora, como medida de choque, entre 40 y 60 carrotanques hacen recorridos de hasta siete horas diariamente desde la planta de tratamiento de agua de Manaure a las zonas apartadas, informaron las autoridades municipales.

Desnutridos y deshidratados


Son tales las carencias nutricionales de los habitantes de la región, que los adultos también muestran signos de desnutrición crónica.

Según cifras del DANE, entre el 2008 y el 2013, en La Guajira murieron 4.151 niños: 278 por falta de comida, 2.671 por enfermedades que pudieron haberse tratado y 1.202 que no alcanzaron a nacer. Eso quiere decir que en los últimos seis años, en promedio, mueren dos niños al día por abandono. Solo en el Hospital Nuestra Señora de los Remedios, de Riohacha, 14 niños murieron por las consecuencias propias de la falta de alimento entre enero y abril de este año.

El año pasado, 23 menores murieron a raíz de la deshidratación y la malnutrición, mientras que durante el primer semestre del 2014, se reportaron 15 casos. Las cifras, sin embargo, pueden ser mayores, ya que la Superintendencia de Salud estima un subregistro debido a que las comunidades prefieren enterrar a los niños cerca de sus terrenos.

Esta situación se ve favorecida por la pobre red hospitalaria. La Guajira solo cuenta con centros médicos de primer y segundo nivel de atención, es decir, que prestan servicios de medicina general y algunas especialidades básicas. Además, cerca de las rancherías no hay puntos de salud para atender a las comunidades indígenas que tienen acceso limitado a las cabeceras urbanas.


Algunas regiones de La Guajira llevan entre nueve meses y dos años sin ver la lluvia. Foto: Defensoría del Pueblo

Pero si las comunidades sufren los efectos del inclemente verano, los animales no se salvan. En los últimos tres meses, 7.000 cabezas de ganado han muerto en todo el departamento, según reportes de la Defensoría.

Medidas urgentes


Debido a esta situación y a los pronósticos por la inminencia del Fenómeno del Niño –que iría hasta marzo del 2015–, la Defensoría del Pueblo solicitó al gobierno nacional y territorial construir un sistema de pequeños embalses y reservorios de regulación hídrica; entregar kits alimentarios oportunamente y de forma sistemática a la población; aprovisionar de insumos para los cultivos, además de instaurar un programa de suplementación alimenticia tanto para pobladores como animales.

Las cifras espantosas ubican a La Guajira en un promedio no muy lejano al de Ruanda, en África, donde, según el Banco Mundial, la tasa de mortalidad de menores de cinco años por cada 1.000 nacimientos es de 55. En la península colombiana es de 45.

“La experiencia de desnutrición en Colombia es igual que en Etiopía”, le dijo a SEMANA Alicia Genisca, pediatra estadounidense quien ha trabajado en países africanos y ahora atiende a los niños con desnutrición crónica en el corregimiento de Mayapo, en La Guajira. Y añade: “La diferencia es que, por décadas, Etiopía ha sido el país que todo el mundo conoce por desnutrición. El mundo no sabe que también hay una crisis de desnutrición en La Guajira”.