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EN LA CUERDA FLOJA

¿De qué esta acusado Mindesarrollo? ¿Qué tan culpable es?

25 de julio de 1988

Caerá el ministro de Desarrollo? Esta era la pregunta que se hacía en círculos políticos al finalizar la semana pasada.
Los medios de comunicación se mostraron implacables con el ministro Carlos Arturo Marulanda y todo el affaire parecía tener un sabor amargo.
¿De qué estaba acusado exactamente? De dos cosas: falsedad y estafa contra el fisco nacional y de contrabando de reses a Venezuela.
El primero de estos cargos tenía su origen en una estafa que se produjo contra la Administración de Impuestos Nacionales en 1976, por valor de 13 millones 290 mil 472 pesos. La estafa tenía dos modalidades. Por un lado, unos documentos de la Aministración de Impuestos que certificaban que la familia Marulanda había pagado impuestos a las ventas en efectivo por valor de 8 millones 945 mil 232 pesos resultaron falsos. Por otro lado, la misma Administración hizo devoluciones por valor de 4 millones 345 mil 240 pesos a la empresa Frigorificos La Gloria, de propiedad de la familia Marulanda, por haber pagado supuestamente un exceso de impuestos.
La defensa de Marulanda consistio en afirmar que el hombre que le manejaba sus impuestos, Elberto Medellín Santacruz, habia fallecido y que él no conocía los detalles de estas operaciones. Esto dejaba tres posibilidades: O Marulanda se había robado la plata. O su intermediario para efectos de impuestos era quien lo había hecho. O la mafia interna de la Administración de Impuestos había puesto conejo con el nombre de Frigoríficos La Gloria, cuyas cuentas aparecen a nombre de los miembros de la familia Marulanda.
El juez de instrucción criminal, que es el que se limita a realizar la investigación, dictó auto de detención contra Marulanda, dos de sus hermanos y nueve funcionarios de la Administración y de la Contraloría, quienes serían los cómplices. El juez de conocimiento, que es el que falla, revocó el auto de detención con el argumento de que no existían pruebas suficientes en su contra. Esta sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de Bogotá. Posteriormente, el juez lo sobreseyó temporalmente por carencia de méritos, sentencia que también fue confirmada por el Tribunal Superior.
Después de todo esto fue aprobada en 1980 la ley 22 por medio de la cual las personas escuchadas en indagatoria y a las cuales no se les definió la situación en dos años, automáticamente se beneficiarían de la figura de cesación de procedimiento. El juez aplicó esta norma y decretó la cesación de procedimiento contra Carlos Arturo Marulanda. Esta sentencia también fue corroborada por el Tribunal.
En 1985 se produce la prescripción del caso y todos los que estaban sobreseídos temporalmente fueron desvinculados del proceso. Sólo se siguió la causa contra Horacio Arenas Parra, auditor del Ministerio de Hacienda en la Administración de Impuestos. Aunque Marulanda aparece en la lista de los beneficiados por la prescripción, esto es un error porque desde 1982, cuando se aplicó la ley 22 de 1980, había quedado totalmente desvinculado de la investigación.
En todo este episodio la prensa ha sido un poco injusta con Marulanda. Se ha presentado como si un proceso que iba en su contra, hubiera sido suspendido por una ley providencial o por una prescripción. En realidad, en su caso, prescripción no hubo. Ley providencial sí, pero el proceso no iba en su contra, sino más bien a favor.
Las informaciones publicadas se han concentrado en lo que dijo el juez de instrucción en la etapa preliminar del proceso, cuando dictó auto de detención y prácticamente han hecho caso omiso de las providencias del juez de conocimiento, según las cuales no había ninguna evidencia en su contra.
La otra acusación es de contrabando de reses a Venezuela. La historia de este caso consiste en que, en 1983, se desplazó una comisión colombiana para firmar un convenio de exportación de carnes hacia ese país. Esta estaba integrada por el ministro de Agricultura, Gustavo Castro, y por el de Desarrollo, Rodrigo Marín. Marulanda, que es exportador de carne a Venezuela, se hizo pasar por miembro oficial de la delegación y dio unas declaraciones fuertes contra el ministro de Agricultura de Venezuela, que provocaron la furia de la prensa de ese país. Un periodista lo acusó de contrabando de carne, alegando que éste estaba exportando carne de una calidad superior a la que el gobierno venezolano le había autorizado. Rodrigo Marín y Gustavo Castro desautorizaron públicamente a Marulanda y negaron el hecho de que éste formara parte de la delegación colombiana. La explicación de Marulanda es que él, como particular, estaba luchando por los intereses colombianos, cuando Venezuela pretendía restringir las importaciones de carne. Agregó que la prensa de ese país acostumbra denigrar a los colombianos llamándolos contrabandistas y cosas de este estilo.
El capítulo de Venezuela no necesariamente significa que el ministro sea contrabandista, pero si deja la impresión de que es un hombre conflictivo, sin ningún tacto y, definitivamente, con mala imagen en el país vecino.
En todo caso, mientras el puesto del ministro estaba en la cuerda floja, varios periodistas que le vienen siguiendo la pista anunciaron nuevas y sensacionales "revelaciones" para esta semana.