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El magistrado fungió como presidente del Consejo Superior de la Judicatura. | Foto: Juan Carlos Sierra

PROCESO

En tres días Ricaurte debe abandonar la Judicatura

Este miércoles se notificó la sentencia que declara nula la elección del jurista, a mes y medio de tomada la decisión.

30 de julio de 2014

Cerca de un mes y medio se tomó el Consejo de Estado en firmar la sentencia que deja por fuera del Consejo Superior de la Judicatura al magistrado Francisco Javier Ricaurte, al señalar que fue favorecido por sus antiguos colegas de la Corte Suprema, quienes lo pusieron en esa corporación.

Este miércoles quedó firmada y notificada la sentencia que deja en firme la nulidad de la elección del magistrado.

El Consejo de Estado estudió una demanda por posibles irregularidades en la elección del togado. El argumento era claro: la elección de Ricaurte estaba viciada por un presunto pago de favores de los magistrados con sus anteriores compañeros.

Según el texto de la demanda, “15 de los 16 magistrados de la Corte Suprema de Justicia que eligieron a Ricaurte fueron elegidos magistrados en votaciones en la que este participó”.

Esto, a la luz del artículo 126 de la Constitución Política, era una verdadera irregularidad. “No podrán designar personas vinculadas por los mismos lazos con servidores públicos competentes para intervenir en su designación”, precisa el texto de la demanda instaurada en enero del 2013 por los reconocidos abogados Rodrigo Uprimny y Ramiro Bejarano.

Ricaurte quiso buscar oxígeno hace unas semanas y radicó una recusación contra el magistrado de la Sección Primera Marco Antonio Velilla, al señalar que su colega tiene un trámite judicial en la Judicatura, por lo que no podía ser juez ni parte. Pero el recurso no procedió.

El magistrado Ricaurte, según se dice en los pasillos del Palacio de Justicia, tiene un enorme poder político en las altas cortes. Prueba de ello es que recientemente logró 13 de 14 votos posibles para convertirse en presidente del Consejo Superior de la Judicatura.

Sin embargo, en esta ocasión, el poderío no le sirvió de mucho puesto que no logró echar para atrás la decisión de su salida.