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La guerra entre las Farc y el ELN en Arauca no es nueva. Pero está en su peor momento desde que uno de los comandantes del Frente Domingo Laín del ELN asesinó a ‘El Che’, jefe de las Farc en esa zona. Esta confrontación se puede convertir en un baño de sangre contra civiles.

Guerra

Enemigos íntimos

Las guerrillas están enfrentadas en Arauca. La orden que tienen las Farc es acabar con cualquier vestigio de los elenos.

15 de abril de 2006

El gobierno del presidente Álvaro Uribe ha probado todos los métodos para acabar con las guerrillas en Arauca. Declaró zona de rehabilitación a ese departamento, se hicieron decenas de capturas masivas y nombró por un corto lapso un gobernador militar. Cuando estas acciones resultaron inútiles, aumentó el pie de fuerza considerablemente, creó un batallón especializado para proteger el oleoducto apoyado por una flotilla de 12 helicópteros, y un grupo elite para recuperar ganado robado. Aun así, las estructuras de las guerrillas seguían intactas.

Pero a finales del año pasado todo empezó a cambiar. En una disputa por el control de la zona, las Farc mataron a varios miembros del ELN que actuaban en la frontera. Desde entonces, han muerto más cabecillas de ambas guerrillas que en los últimos años; han caído colaboradores y campamentos. También han debido desplazarse familias que están en medio del fuego. Lo curioso es que no se trata de una guerra entre los grupos armados y el gobierno. Sino una guerra entre los frentes 10 y 45 de las Farc, y el Frente Domingo Laín del ELN.

La confrontación no es nueva. Arauca fue durante casi una década territorio eleno. El Frente Domingo Laín infiltró la institucionalidad. Hizo de la extorsión a las empresas petroleras una fuente inagotable de recursos, y controló desde mediados de los años 80 buena parte de ese territorio.

Pero a mediados de los años 90 las Farc empezaron a expandirse en la región, buscando las rutas de la frontera con Venezuela, para el comercio de armas y coca. También empezaron a disputarle al ELN el control de la administración pública, la contratación y las regalías petroleras. Desde entonces hubo fricciones, desconfianza y en muchos momentos enfrentamientos armados. Cada vez que las cosas estaban al borde de la guerra, el 'Che', un dirigente de las Farc, actuaba como conciliador. El 'Che' era conocido por tener un temperamento calmado, querido por la población, y por ser hombre de confianza del 'Mono Jojoy' y 'Granobles'. Además, llevaba siete años en la región, y nadie ignoraba sus 25 años de militancia en las filas de 'Tirofijo'.

Como las relaciones estaban tan tensas, se acordó una reunión en diciembre pasado en la que participarían mandos medios de ambas guerrillas. Por las Farc, asistió el 'Che'. Al Frente Domingo Laín del ELN lo representaron dos guerrilleros conocidos con los alias de 'La Ñeca' y 'El Culebro'.

En la reunión se habló de varios temas. Entre otros, de una disputa que tuvieron guerrilleros de ambos bandos borrachos y que dejó varios muertos. Algunas versiones aseguran que también hubo una discusión por asuntos de dinero, y muchas fricciones políticas.

Al finalizar el encuentro entre los guerrilleros, según lo han relatado testigos, 'La Ñeca', del ELN, sacó la pistola y mató al 'Che', sin que mediara palabra o explicación alguna. Luego se desató una batalla campal entre los escoltas de ambos jefes.

Las Farc le pidieron al Frente Domingo Laín una explicación, so pena de que se desatara una guerra frontal. Poco después, los comandantes del ELN aseguraron que habían fusilado a sus propios hombres, por el crimen cometido. Y enviaron un video con un supuesto entierro de los muertos. Pero las Farc no quedaron convencidas. Tenían información de que 'La Ñeca', en lugar de haber sido fusilado, había sido trasladado a otra zona. La guerra entonces se hizo inevitable y aguda. Incluso, un hijo del 'Che' que actuaba como guerrillero de las Farc en otra región, pidió ser trasladado a Arauca para vengar con su propia mano la muerte de su padre. Las Farc le dieron la orden a toda su gente en Arauca de acabar con cualquier vestigio de los elenos. Los combates no se han hecho esperar, particularmente en las zonas rurales de Arauquita, Fortul y Tame. Se calcula que las Farc han atacado 14 campamentos del ELN; además, contra uno de estos habría usado poderosos cilindros. Las muertes de combatientes ya son más de 40.

Pero la guerra no se ha limitado a combates. En Arauquita ya se calcula que esta reyerta ha cobrado más de 10 muertes de civiles. Una de ellas, la del concejal José Manuel Roa, quien fue baleado hace dos semanas. También se le atribuyó a este enfrentamiento la explosión de un carro que transportaba gasolina. Al parecer, se trató de una emboscada de las Farc en la cual murieron además de quienes iban en el carro tanque, más de 10 guerrilleros del ELN. Las Farc también han atacado cooperativas y otros proyectos económicos en zonas de influencia elena. El enfrentamiento también ha obligado a que algunos dirigentes del Partido Comunista salgan de la región porque las milicias del ELN los están persiguiendo. Lo mismo ocurre con líderes políticos y de organizaciones campesinas cuya cercanía con los elenos es histórica.

La paradoja es que en Arauca, donde todas las medidas implementadas por el Estado para acabar con la insurgencia parecían agotadas, la batalla intestina entre guerrilleros le está dando un giro al conflicto. En un departamento donde la influencia guerrillera es histórica, esta guerra se puede convertir en un enorme baño de sangre para los civiles. Esa es la preocupación actual de las autoridades.