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Enrique Peñalosa. | Foto: Archivo SEMANA

ELECCIONES

“Si tengo que reunirme con Petro, pues me reúno”: Peñalosa

A la Alianza Verde se le agota el plazo para definir si van a consulta.

30 de enero de 2014

A la Alianza Verde se le está agotando el tiempo para definir su futuro en las elecciones presidenciales. Los dirigentes del partido insisten en que van a tener candidato en el próximo debate electoral, pero aún no se ponen de acuerdo en el mecanismo que escogerán para seleccionarlo. Ya completan más de tres meses intentándolo, pero aún no sale humo blanco de la sede del partido.

Este jueves, desde las 2:00 a. m. y hasta las 9:00 p. m., hubo un nuevo intento. Pero la conclusión fue la misma. “Aún no hay acuerdo”. La razón es una sola. Los petristas, que en el pasado congreso, en el que se fundó la Alianza Verde, casi que se adueñaron de la dirección de la colectividad, mantienen esa especie de veto contra el precandidato Enrique Peñalosa.

Este sector insiste que el exalcalde de Bogotá no los identifica y representa un modelo de desarrollo distinto al que proponen los sectores de izquierda de la colectividad. “El partido quiere proponerle al país un cambio en el modelo de desarrollo. El modelo que hemos heredado de Uribe, y que ha continuado el presidente Juan Manuel Santos, es un modelo de desarrollo que no sirve para el futuro ni para la paz”, dice Luis Carlos Avellaneda, copresidente del movimiento.

El veto de los petristas a Peñalosa


Pero en la realidad política, los progresistas de Petro no le perdonan a Peñalosa ni su cercanía con el expresidente Álvaro Uribe, quien apoyó su candidatura a la Alcaldía, precisamente cuando fue derrotado por Gustavo Petro, ni sus posturas críticas contra la administración de Petro, ni su afirmación que votaría por la revocatoria del mandatario de la capital.

Esa fue la radiografía de otros precandidato de la Alianza Vede, el senador John Sudarsky, quien le aseguró a Semana.com que Peñalosa incomoda al ala petrista por sus posiciones frente a la Alcaldía y su relación con Uribe. “Son temas que no lo abandonan”, dice. Por eso aún no hay consenso alrededor de que Enrique Peñalosa participe de la consulta verde.

A tal punto ha llegado la controversia, que en la reunión de este jueves, en la que se dieron cita Peñalosa, Sudarsky y el tercer precandidato, el senador progresista Camilo Romero, el exalcalde de Bogotá fue objeto de un duro memorial de agravios por parte de la representante Ángela Robledo, quien incluso llegó a la sede del partido con una camiseta que decía “No voto por Peñalosa”. La respuesta del exalcalde no se hizo esperar. “Hay algunos muy beligerantes a favor de la paz en La Habana, pero les queda más difícil hacer la paz dentro de su propio partido”.

El debate alrededor de las posturas de Peñalosa ha llegado a tal límite, que miembros del partido hasta han propuesto que el exalcalde firme en notaría un compromisos de que no se va aliar con Uribe en las próximas elecciones, si llegara a ser candidato, y hasta que emita un pronunciamiento público en el que se comprometa a no apoyar la revocatoria de Petro. Este sería el punto de honor de los petristas para levantarle el veto a Peñalosa.

Pero como los verdes tienen en el tiempo a su peor enemigo, pues antes del próximo viernes 7 de febrero tienen que inscribir ante la Registraduría a los precandidatos que participarán en la consulta, durante la reunión surgió una propuesta para dirimir el conflicto. Que Enrique Peñalosa se reúna con el alcalde Gustavo Petro.

El concejal Antonio Sanguino, copresidente del partido, le dijo a Semana.com que esa reunión tendría el propósito de ambientar que la decisión que adopte la dirección nacional del partido “sea del mayor consenso posible y que el partido salga unificado a disputar la presidencia de la República”.

Peñalosa se opondría a la revocatoria


Peñalosa aceptó el encuentro. “Si tengo que reunirme con el alcalde Petro, pues me reúno.  No tendría ningún problema, si es que cuando lo eligieron tuve una reunión en mi casa con él. Yo quisiera opinar sobre muchos temas relativos a esta ciudad”. Falta esperar si el alcalde lo acepta.

Porque de momento Peñalosa no va a firmar ningún acta de compromiso vetando al uribismo, eso sí dejó en claro que si hubiese querido tener el respaldo del expresidente, pues se iría del partido. “Yo habría podido estar en cualquier otro partido si hubiera querido, estaría en el uribismo. Pero si yo me quedé en Alianza Verde es porque quiero estar aquí, es mi partido, el que llevo construyendo durante cuatro años. He tenido que aguantar toda clase de maltratos. Y estoy aquí porque me identifico con este partido que he estado tratando de construir por años porque creo que es una alternativa sana para la política colombiana. Yo podría estar en cualquier otra parte más cómodamente, sin conflictos, sin dificultades, nada me lo impedía, no tenía ninguna inhabilidad. Si yo estoy aquí es porque quiero estar en Alianza Verde, quiero construir, ser el candidato del partido a la Presidencia”.

Y frente a la revocatoria, Peñalosa parece ceder. Y aunque en el pasado haya manifestado que, como ciudadano, apoyaría revocar el mandato de Petro, ahora asegura: “Estoy listo a acatar la posición de mi partido sobre el tema de la revocatoria y si mi partido se opone a la revocatoria, pues también me opongo a la revocatoria”.

Por lo visto, Peñalosa no quiere más confrontaciones y busca que el partido acate lo que aprobó en su congreso. Que el candidato a la Presidencia se escogería mediante una consulta. Lo que controvierte es que el ala petrista insista en su veto. “Cuando llegaron los progresistas ellos sabían que yo estaba ahí. Me conocen, soy el mismo. Pero parece que a algunos les hubiera gustado poner el requisito de que yo saliera o que renunciara a ejercer mis derechos políticos”.

La tercería se desinfla


El otro tema de debate, que parece de menor trascendencia, es si Alianza Verde adelanta una consulta con los candidatos de otros partidos para definir su apoyo en las presidenciales. Aunque Antonio Sanguino ve ese escenario “cada más remoto”, Luis Carlos Avellaneda es más optimista y no le cierra las puertas de forma definitiva. Su deseo es encontrar una candidatura más allá de la Alianza Verde y que aglutine al centro y a la izquierda. Dice que seguirán intentado con Clara López, del Polo; Aída Abella, de la Unión Patriótica, y no descarta trasladarle una invitación a Eduardo Verano de la Rosa o a la exsenadora Cecilia López.

En todo caso, y a la luz de las recientes encuestas, si Alianza Verde quiere convertirse en una alternativa de poder en las elecciones presidenciales, probablemente Peñalosa sea la carta que cuenta con mayor favoritismo. Pues sin ser candidato, supera a López, a Abella, y ya sobrepasa al candidato uribista Óscar Iván Zuluaga.

La hora cero

Los nuevos verdes llevan más de tres meses enfrascados en discusiones y nada que llegan al puerto de las definiciones. El escenario de la consulta, incluido Peñalosa, también podría ser un as bajo la manga para enfrentar el otro reto crucial que afronta el partido. Superar el umbral para mantenerse con vida en la política, y aunque en las listas de candidatos a Senado haya figuras de peso electoral como Antonio Navarro, nada les asegura que sobre los hombros del exgobernador de Nariño puedan conseguir los 450.000 votos a los que están obligados.

Hace cuatro años, en las elecciones del 2010, los verdes enfrentaban ese panorama, y la consulta que ‘enfrentó’ a Antanas Mockus, Luis Eduardo Garzón y al propio Peñalosa jugó como factor de arrastre para impulsar sus candidatos al Congreso y convertirse en una fuerza electoral con significativa participación: cinco curules en el Senado en su primera experiencia en las urnas.

Por eso, muy seguramente el próximo martes, cuando se reuma la dirección nacional en la que parece ser la cita definitiva, se adopte el mecanismo de la consulta. Falta ver si la decisión es aceptarle a Peñalosa su participación. Si no se aprueba, el exalcalde no descarta recurrir al Consejo Nacional Electoral, que en su criterio debería hacer cumplir al partido con lo que aprobó en su más reciente congreso: que el candidato a la Presidencia se escogería en las urnas el próximo 9 de marzo.