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La presidenta de la EEB, Astrid Álvarez y el alcalde Enrique Peñalosa esperan que el Concejo de la ciudad apruebe la propuesta. | Foto: Juan Carlos Sierra

MERCADO

La apuesta de Peñalosa en la venta de la Empresa de Energía de Bogotá

Ante la necesidad de recursos para financiar obras para Bogotá, el alcalde planea vender un paquete accionario de la Empresa de Energía. Así sería la operación.

3 de octubre de 2016

El alcalde Enrique Peñalosa destapó su nueva carta para conseguir recursos que permitan financiar las obras que ayuden a resolver los problemas de movilidad en la capital. Tiene la intención de ofrecer, por medio de un programa de democratización accionaria, hasta un 20 por ciento de la Empresa de Energía de Bogotá, considerada la gran joya de la corona del Distrito.

Con la venta de este paquete accionario (1.836 millones de títulos) se recaudarían aproximadamente unos 3,4 billones de pesos que, según el alcalde, se invertirán en construir ocho proyectos viales como las entradas y salidas a Bogotá, la ALO, la calle 13 y la calle 63. Los recursos también apalancarán la financiación de un nuevo sistema de trolleys en los corredores férreos y buses eléctricos que unirán a Soacha con el norte de la ciudad y mejorarán la conectividad de toda la región.

Al radicar el proyecto de acuerdo ante el Concejo Distrital para que le autorice la operación, el alcalde calificó la propuesta como un negocio “gana-gana para la ciudad y para la Empresa de Energía”.

Analistas consultados comparten la visión del mandatario. En primer lugar, porque el Distrito Capital seguirá siendo el principal accionista y conservará el control de la EEB con el 56 por ciento del capital. Cabe recordar que actualmente posee el 76 por ciento. En el fondo estaría sacándole el máximo provecho a un activo, al cambiarlo por obras que necesita con urgencia la ciudad.

Pero el tema no estará exento de polémica. Mauricio Cabrera, exmiembro de la junta directiva de la EEB, afirma que al vender una parte de este importante activo, en la práctica, el alcalde estaría gastándose utilidades futuras lo que limitará a los próximos gobiernos distritales. Dice que las posibilidades de valorización de esta empresa son muy grandes y es preferible mantenerla en la mayor proporción posible.

Por el contrario, otros expertos dicen que si hubiera recursos de sobra para financiar las obras, no habría que echar mano de este paquete accionario, pero que es necesario ser realistas: faltan recursos y la capacidad de endeudamiento del Distrito es limitada.

Ahora bien, algunos analistas del mercado afirman que la administración tendrá que armar una estrategia muy buena para invitar a los inversionistas a participar de esta venta. Si bien los procesos anteriores, como los de Ecopetrol, ISA e Isagén, fueron muy exitosos en su momento, la caída de la acción de la petrolera podría haber desestimulado a muchos. “La democratización es un mito, la oferta terminará en manos de los fondos de pensiones e inversionistas institucionales”, dice Cabrera.

Al respecto la presidenta de la EEB, Astrid Álvarez, afirmó que de este modo aumentaría la participación directa de los ciudadanos en el Grupo Energía de Bogotá (hoy más de 3.300 accionistas), “fortaleciendo el GEB en términos de gobierno corporativo y transparencia. Contar con más accionistas del sector privado permite tener más representantes independientes en su junta directiva”, dijo. La oferta saldría al mercado el próximo año y según la funcionaria habría financiación para que la gente acceda a los títulos.

La EEB puede interesar a muchos por su fortaleza como empresa. Hoy en día el grupo tiene un portafolio de compañías en Colombia, Brasil, Perú y Guatemala, en las que cuenta con socios operadores estratégicos (Endesa, Gas Natural Fenosa, TGI y Furnas). Codensa, Gas Natural, TGI, Cálidda y Emgesa son algunas de las más reconocidas por su alcance geográfico y buen manejo.

Si todo sale como lo tiene previsto el Distrito, el año entrante arrancará con un negocio billonario para los inversionistas y con recursos para poner a marchar las obras que los bogotanos están esperando desde hace tanto tiempo.