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CREO QUE LA CRISIS DEL LIBERALISMO SE DEBE EN BUENA PARTE A QUE DURÓ MUCHO CONCENTRANDO EL PODER COMO PARTIDO

Al paredón con María Isabel

Entonces, ¿el liberalismo se contentará con ser en adelante la mayor de las minorías?

El senador Juan Fernando Cristo le responde a María Isabel Rueda.

30 de septiembre de 2006

M.I.R.: Deja un sabor de revancha contra Álvaro Uribe el proyecto presentado por el liberalismo para quitarle poderes al Presidente…

J.F.C.: Es una impresión equivocada. ¿Cuál es el corazón de esta reforma que le vamos a presentar al Congreso? Que el equilibrio institucional de la Constitución del 91 se rompió con un Presidente de ocho años.

M.I.R.: ¿Y qué les hace pensar que van a tener las mayorías para darle este 'golpe de Estado' al Presidente?

J.F.C.: Porque este proyecto no es contra el presidente Uribe. No estamos ni siquiera planteando que se revoque la reelección presidencial. Yo sigo pensando que la reelección es un desastre. No la de Uribe, sino la de cualquiera. Pero el liberalismo aspira a volver al poder en el año 2010, y quiere gobernar al país con un equilibrio institucional.

M.I.R.: Si usted no está de acuerdo con la reelección (y le advierto que yo tampoco), ¿por qué no aceptar la fórmula Petro que es tumbarla, en lugar de provocar este 'Titanic' constitucional?

J.F.C.: Nosotros preferiríamos que no hubiera reelección, pero el día en que se presente un proyecto para revocar la reelección, el gobierno vuelve y une a toda su bancada. Por eso nos dedicamos a elaborar durante dos meses este trabajo serio que acabamos de presentar con la ayuda de figuras muy importantes dentro del partido. Muchas de estas normas ni siquiera se aplicarían a Uribe.

M.I.R.: La reforma plantea dejar al Presidente sin ninguna representación en el Consejo Nacional de Televisión. Pero durante el gobierno de Samper ese mismo poder presidencial lo aprovecharon muy bien…

J.F.C.: Como todos los gobiernos lo han hecho desde que se creó. Personalmente preferiría que la Comisión se acabara porque le ha hecho un daño enorme a la televisión. Lo único que la justifica es que sea independiente y autónoma, y después de 10 años de creada, la han manejado todos los gobiernos a su antojo. Su existencia sirve para que un gobierno evada la responsabilidad política frente a decisiones que se toman en torno a la televisión.

M.I.R.: Otra propuesta del proyecto es crear un 'instituto nacional de estadísticas'.¿ Eso es para acabar con el Dane?

J.F.C.: Sí, definitivamente. ¿Usted cree en las cifras del Dane?

M.I.R.: No, y tampoco en las de los atentados dinamiteros frustrados por las autoridades.

J.F.C.: La noticia última es que la economía creció en el último trimestre un 6 por ciento. Pero desde la entrada, la presentación fue: Oiga, y esto ¿cómo fue? El Dane incluso desapareció a tres millones y medio de colombianos en el último censo. Dizque se fueron para el exterior… Buscamos crear un instituto independiente, integrado por expertos, con períodos de 10 años y que ese instituto maneje toda la estadística del país, para que la gente tenga confianza y credibilidad.

M.I.R.: ¿La norma de que el Presidente no puede nombrar a parientes de magistrados de la Corte Constitucional no tiene nombre propio, y va contra los doctores Cepeda, padre e hijo, embajador y magistrado?

J.F.C.: No. Es cierto que seguramente el magistrado Cepeda estaría más cómodo en la Corte si no hubieran nombrado embajador a su papá. Yo a él lo respeto profesionalmente, pero es un problema para la legitimidad de la Corte que no se puede desconocer. La prohibición no es sólo para los parientes de magistrados sino también de congresistas. Vía nombramientos un gobierno reelegido interfiere totalmente la autonomía de la rama legislativa y judicial del poder público.

M.I.R.: Se plantea en este proyecto que haya cinco magistrados de la Corte Constitucional elegidos por el Senado, pero además impiden que este Presidente presente las dos ternas a las que tiene derecho el año entrante…

J.F.C.: El Senado hoy elige los nueve magistrados de las cortes, y ahí no hay ningún cambio. Lo que pasa es que hoy el Presidente puede postular tres ternas, y ahora pasaría a postular sólo dos. Las cortes postulan cada una tres, y ahora van a postular una.

M.I.R.: ¿Eso no termina de politizar gravemente a la Corte Constitucional?

J.F.C.: ¿Y acaso usted no cree que la Corte está politizada?

M.I.R.: Usted sabe cómo es el mercado persa cuando el Congreso elige miembros de la rama judicial...

J.F.C.: Pero los cambios en la Corte irían más allá. Sus magistrados tendrían períodos de 10 años para que trasciendan el período presidencial, con el objeto de que un presidente no se adueñe de la Corte. Se trata de que el Senado tenga la libertad de elegir a buena parte de la Corte.

M.I.R.: Personalmente prefiero que sean las Cortes y el Presidente los que integren esas ternas.

J.F.C.: Hoy en día llegar a la Corte Constitucional se ha vuelto un tema muy elitista. Someter a la gente académica y a abogados estudiosos a pasar el filtro del Presidente y de las cortes, para después llegar al Senado, hace que mucha gente importante no se someta a ese doble filtro. En cambio ahora se inscribirían directamente ante el Senado para hacerse elegir.

M.I.R.: Mucho mejor el filtro que el no filtro…Y con respecto a la elección de Contralor, Registrador y Defensor del Pueblo, ustedes obligan en este proyecto a que esos funcionarios sean prácticamente enemigos del gobierno, porque no pueden pertenecer al mismo partido del Presidente…

J.F.C.: Hicimos mucho debate sobre ese tema. El hecho de que no pertenezcan a partidos que no acompañaron la elección del Presidente no quiere decir que tengan que ser enemigos. Hoy en día hay gente independiente a la que no le gusta el presidente Uribe, pero tampoco el Partido Liberal o el Polo. Es poner a las cortes a pensar, cuando vayan a elaborar sus ternas, en incluir a candidatos que ni sean de oposición ni sean del gobierno. No se puede confundir independencia con oposición.

M.I.R.: Unas especies de ángeles políticos… Y eso, unido a que el Congreso tendrá que elegirlos con las dos terceras partes de los votos…

J.F.C.: Para obligar a que cuando las cortes envíen sus ternas, su elección no sea producto de una mayoría coyuntural sino que tengan que ser funcionarios de todo el país, y no de un sector político.

M.I.R.: Búsqueme un candidato como ese, a ver si existe. Pero el Partido Liberal siempre ha gobernado con 'amigos' en esos cargos, y ahora le parece inconveniente que lo haga Uribe…

J.F.C.: Yo, personalmente, creo que buena parte de la crisis del liberalismo se debió a eso. A que gobernó concentrando el poder como partido. El actual gobierno concentra el poder alrededor del Presidente. Ninguna de las dos cosas es buena para el país.

M.I.R.: Si no se les atraviesa Uribe, ustedes no estarían haciendo este 'mea culpa'…

J.F.C.: Seguramente. Pero buena parte del desprestigio y del desgaste del Partido Liberal se debe a que los gobiernos de los últimos 12 años no tuvieron un control político independiente. Y eso sin reelección.

M.I.R.: Por Dios. Eran dueños de todo…

J.F.C.: Y eso no salió bien. ¿Y ahora que Uribe es dueño de todo sí va a salir bien?

M.I.R.: ¿No será que detrás de este aparente acto de contrición, el liberalismo se está curando en salud ante la posibilidad de seguir siendo oposición durante mucho tiempo?

J.F.C.: Es precisamente lo contrario. No queremos gobernar en 2010 con exceso de concentración en el poder, que lo tuvo muchos años el liberalismo y que hoy lo tiene el presidente Uribe. ¿Qué tal la vaciada de Uribe al presidente de la Corte por cuenta de su entrevista? Eso no se había visto nunca.

M.I.R.: ¿En qué grado van los coqueteos con Germán Vargas?

J.F.C.: Van muy bien. Vargas dijo hace unos meses que Cambio Radical no era un partido con vocación histórica sino coyuntural, y que cuando se superaran unas diferencias se reintegraría. Esa declaración abre unas puertas importantes con el Partido Liberal.

M.I.R.: ¿Usted no descarta que antes de que se acaben estos cuatro años de gobierno el Partido Liberal va a estar otra vez armado?

J.F.C.: El Partido Liberal hoy está armado.

M.I.R.: ¿Cómo así? No tienen representación en la Cámara en muchos lugares del país, y en Bogotá ni siquiera tienen mayoría…

J.F.C.: El Partido Liberal nunca va a volver a ser mayoría absoluta en el país, sólo relativa. Hay que ser conscientes de eso. Es bueno para el país y para el partido, porque pasamos del bipartidismo a un escenario multipartidista. El liberalismo tiene que actuar sobre esa realidad, sin seguir diciéndose mentiras. Puede volver a ser una mayoría relativa, si es capaz de volverse a sintonizar con los problemas de la gente. No puede echar candado y rechazar a todo el que en los últimos años no ha estado de acuerdo con las políticas del partido. Pero también cometería una grave equivocación si comienza a recibir a todo el que dice que es liberal porque el presidente Uribe empieza a bajar en las encuestas o a perder popularidad. Ah, y no recibir nuevamente a los paras y corruptos que se fueron.

M.I.R.: ¿O sea que el futuro del liberalismo está en lograr ser la mayor de las minorías?

J.F.C.: En ser la primera fuerza política del país, suficiente para volver al poder en 2010 pero no para arrasar como antes.

M.I.R.: Finalmente, ¿la jefatura de César Gaviria como que está funcionando?

J.F.C.: No lo había reconocido públicamente. Pero si él no hubiera sido jefe del partido en las elecciones de marzo, Uribe habría logrado su propósito de liquidar al Partido Liberal.