Entre trenes y "gusanos"

Todas las grandes ciudades del mundo, que quieran seguir siéndolo, tienen que contar con un eficiente sistema de transporte público masivo. En Medellín se resolvió este problema con el metro y en Bogotá se está afrontando con el Transmilenio. Otras capitales colombianas están en mora de encontrarle solución a este problema de transporte. Cali es una de ellas. Después de seis años de discusiones y debates todavía no hay claridad sobre el sistema más apropiado para la ciudad. La propuesta más reciente fue presentada hace dos semanas, en el foro sobre transporte organizado por SEMANA, el periódico El País y la Cámara de Comercio del Valle del Cauca. En este certamen Ramiro Perlaza, presidente de Metrocali, expuso la idea de combinar dos líneas de tren ligero con buses articulados, los famosos ?gusanos? que puso de moda el Transmilenio bogotano. Esta alternativa costaría 780,5 millones de dólares, casi 200 millones más de lo que se tenía presupuestado cuando se habló de un metro ligero, y permitiría la movilización de 1.400.000 pasajeros. Su construcción demoraría tres años, generaría 3.900 empleos en este lapso y 2.500 cuando empezara a funcionar. Estas cifras están siendo estudiadas por el gobierno nacional, que en últimas es el responsable del desembolso de 70 por ciento del valor total del proyecto. En estos temas la cuestión económica siempre levanta ampollas. Por eso no es de extrañar la opinión de un ingeniero civil durante el foro, quien no tuvo ningún reparo para proponer que cerraran Metrocali ?antes de que sigan botando plata?. Para evitar esto Metrocali tiene como punto de referencia las experiencias de Medellín y de Bogotá en esta materia. De ambas se habló en el foro. Alvaro Bernal, ex gerente del metro de la capital antioqueña, relató el proceso de dos décadas que permitió a los paisas contar con el primer metro del país. También expuso los pros y los contras del sistema y recomendó a las autoridades caleñas ser muy cuidadosas con los estudios de factibilidad antes de embarcarse en inversiones de infraestructura de gran envergadura. En particular les aconsejó ser muy precavidos con los dineros prometidos por la Nación: ?El país está lleno de posibilidades, de aportes y transferencias, pero lo que no hay es caja?. Esta desconfianza fue superada por medio de la intervención de Edgar Sandoval, gerente de Transmilenio, quien fue enfático al afirmar: ?El transporte urbano masivo organizado es un excelente negocio para el Estado y para los transportadores privados que se deciden a reorganizar sus empresas?. Sandoval contó cómo el Transmilenio estaba acabando con la denominada ?guerra del centavo? de los conductores, aportado más de 15.000 millones de pesos al sector financiero y superado en 40 por ciento las expectativas que se tenían para el sistema. También resaltó como positivo el hecho de que los buses y las estaciones habían creado un espacio de orden que generó respeto e identificación con la ciudad. En conclusión, lo que mostró el foro fue que Cali tiene casi todo de su parte para convertir en realidad un sistema mixto de transporte masivo. El tiempo corre y la solución no da espera. Este es el momento para demostrarles a los caleños, como lo señaló un editorial de El País, ?que hay posibilidades de progreso, donde no cabe el pesimismo o el negativismo?.