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ENTREVISTA EVELIO DAZA DAZA

ESTOY DISPUESTO A DECLARARME IMPEDIDO

11 de noviembre de 1996

En los últimos días ha aparecido un curioso personaje que, con ademanes histriónicos y acento de costeño cachaquizado, cuestiona la forma como la Corte Suprema suspendió de su cargo al procurador Orlando Vásquez. Se trata de Evelio Daza, el procurador ad hoc que el Congreso designó como delegado en los procesos disciplinarios que la Corte le sigue a Vásquez y que la Procuraduría le adelanta al fiscal Alfonso Valdivieso. La semana pasada, además, Daza fue acusado de actuar como abogado de personajes de dudosa reputación. SEMANA lo entrevistó.
Semana: Usted se ha enfrascado en una polémica con la Corte Suprema para que le entregue el expediente que ese organismo adelanta contra el procurador Orlando Vásquez. ¿Por qué razón?
Evelio Daza Daza: La Corte alega razones legales para procesar a Vásquez y yo, como procurador ad hoc, esgrimo razones constitucionales. En esto se han tejido muchas suspicacias: dicen que me eligieron procurador para absolver a Orlando Vásquez. Yo podría decir que la Corte no me va a entregar el proceso porque quiere condenar al Procurador.
Semana: Pero es que en este caso al parecer la Corte tiene pruebas que demostrarían que desde el despacho de Vásquez fue orquestado un montaje para que testigos falsos acusaran al Fiscal .
E.D.D.: Yo me he referido hasta ahora al tema de la suspensión del cargo ordenada por la Corte. Yo creo que para tomar esa decisión no existían los agravantes exigidos por el Código Unico Disciplinario. En manera alguna me he referido a si existe o no la prueba sobre los hechos que le atribuyen a Vásquez Velásquez. Puede que no exista la prueba para su suspensión, pero sí puede existir la prueba para su destitución.
Semana: Sí, pero la Corte argumentó que desde el despacho del Procurador y con el poder que tiene esa institución era muy fácil entorpecer los procesos penal y disciplinario que se le adelantan. Por eso lo suspendió, mientras continuaban las investigaciones.
E.D.D.: Si eso fuera así, la Corte en pleno habría decidido la suspensión. Pero es que en la decisión del 5 de agosto pasado, en la que suspendieron de nuevo al Procurador, cinco magistrados salvaron su voto y argumentaron que toda providencia disciplinaria debe fundarse en pruebas legalmente producidas y aportadas al proceso.
Semana: Ahora busca usted que el Consejo de Estado dirima el conflicto y que le ordene a la Corte la entrega del expediente. ¿Eso no es agravar las cosas?
E.D.D.: Solo quiero con ello que una entidad distinta de la Corte y de mí decida. Pero mire, los autorizo a escribir esto: si el Consejo de Estado me da la razón y la Corte tiene que devolverme el proceso contra el doctor Vásquez, para evitar suspicacias yo estaría dispuesto a declararme impedido. Y lo haría porque estoy harto de todo esto y como una forma diáfana de demostrar mi transparencia profesional en el asunto.
Semana: Pero se regresaría al círculo vicioso de escoger otro procurador ad hoc.
E.D.D.: Sí, eso es lo que debe ocurrir porque la falta atribuida a Vásquez solo puede ser juzgada por un procurador y un proceso especial, no por la Corte.
Semana: Hablemos de su nombramiento.
E.D.D.: A mí me eligió el Senado de una terna en la que además estaban los doctores Susana Montes de Echeverry y Gustavo Gómez Velásquez.
Semana: Y a usted quién lo propuso: ¿la Corte, el Consejo de Estado o el Presidente?
E.D.D.: A mí me incluyeron en la terna por una deferencia muy especial del señor presidente Samper.
Semana: ¿El lo llamó a ofrecerle el cargo?
E.D.D.: No, todos los contactos fueron hechos por unos estudiantes de la facultad de derecho de la Universidad Libre que se encontraron en el Congreso con el secretario de la Presidencia, José Antonio Vargas. Luego envié la hoja de vida y me incluyeron en la lista.
Semana: ¿En qué procesos disciplinarios asumirá como procurador ad hoc?
E.D.D.: En dos. Uno, el que adelanta la Corte contra el doctor Vásquez por el tema de los testigos y el otro, el que se adelanta en la Procuraduría contra el fiscal Valdivieso por las acusaciones que en su contra formularon dos personas con respecto a hechos que presuntamente ocurrieron cuando él era Ministro de Educación.
Semana: ¿Cómo va esa indagación?
E.D.D.: En nada. Va muy atrasada y desde cuando me eligieron no se ha adelantado una sola diligencia.
Semana: ¿Hace cuánto conoce a Ernesto Samper?
E.D.D.: Desde cuando yo me desempeñaba como decano de derecho de la Universidad Nacional y él era director de Anif por allá en el comienzo de los años 80.
Semana: Ha trascendido que en desarrollo de sus actividades como abogado penalista usted ha sido apoderado de personas de dudosa reputación. ¿Qué hay de cierto en ello?
E.D.D.: Están tratando de vincularme como abogado de Pastor Perafán, lo cual es falso. Sí reconozco que estoy apoderando a un señor José Murillo ante una Fiscalía ordinaria por un presunto delito de falsedad, concierto para delinquir y fraude procesal en un pleito por la propiedad de unos terrenos en Barú, por lo cual tiene orden de captura. Esto no tiene que ver con testaferrato, enriquecimiento ilícito ni narcotráfico. Y desconozco totalmente si este señor tiene relaciones con Perafán.