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ENTREVISTA: HUMBERTO DE LA CALLE

'Retiro mi candidatura y apoyo a Valdivieso'

5 de mayo de 1997

El ex vicepresidente de la República, Humberto de la Calle Lombana, decidió romper con el oficialismo liberal y montar 'Tolda Aparte', un movimiento independiente que espera congregar a los enemigos del continuismo y apoyar la candidatura de Alfonso Valdivieso.
Semana: ¿Cómo ve la situación política en este momento? Humberto de la Calle: Hay un aspecto claro: es necesario derrotar el continuismo. Colombia tiene, de verdad, un dilema en el 98: o sigue hundiéndose en el tremedal en que se encuentra o le damos un timonazo a este país para sacarlo adelante. Pero al mismo tiempo la proliferación de candidatos ha oscurecido la política. Abunda la microempresa política, la política de garaje que convierte la campaña presidencial en un trampolín para obtener dignidades menores. Hay una inmensa falta de inspiración y de ideales.
Semana: ¿Y qué se debe hacer? H. de la C.: Ponerle humildad y realismo al momento político. Entender que lo esencial es evitar que siga el continuismo. Desenmascarar a quienes ofrecen más de lo mismo aunque lo hagan vestidos de piel de oveja populista.
Semana: Pero ya que usted dice eso, y como se supone que la caridad entra por casa, ¿estaría dispuesto a no lanzar su candidatura? H. de la C.: El palo no está para cucharas. Las ideas son más importantes que las candidaturas. He decidido no lanzarme para impulsar estas ideas que le he señalado.
Semana: ¿Cómo ve la situación del liberalismo? H. de la C.: El liberalismo ha dejado de serlo. Perdió su espíritu progresista y se ha dedicado exclusivamente a la tarea de alimentarse de clientela y burocracia. Dejó de ser portador de un mensaje moral. La mayoría de sus dirigentes formales _con escasas y meritorias excepciones_ ha venido guardando silencio frente a la corrupción. No me siento representado por quienes detentan la mayoría en la Dirección Liberal.
Semana: ¿Qué hay que hacer con el Partido Liberal? H. de la C.: Montar tolda aparte. No se trata de salirse del liberalismo, sino de salirse del esquema que ha planteado el régimen. Sería una construcción política provisional, un campamento para iniciar una reconstrucción del espacio público. Allí podemos confluir muchos sin consideración a su filiación política. Yo, incluso, propondría que le diéramos al movimiento el nombre de 'Tolda Aparte'.
Semana: ¿Cuántos y qué integrantes tiene su nuevo movimiento 'Tolda Aparte'? H. de la C.: Esta es una invitación inicial. Muchísimas personas que desean enfrentar el continuismo quieren algo como esto. Sé que van a estar allí. No concibo 'Tolda Aparte' como una organización jerarquizada y cerrada. Es más bien un punto de encuentro para la transformación política.
Semana: ¿Y esa 'Tolda Aparte' tendría candidato?H. de la C.: En 'Tolda Aparte' pueden coexistir varios candidatos, pero como se trata de derrotar el continuismo es preciso establecer algún mecanismo para aunar voluntades. Lo importante es que tenga un candidato viable. Yo creo que para que eso sea posible tenemos que sacrificar mucho nuestras aspiraciones personales. Yo me ofrezco de primero como voluntario.
Semana: ¿Y cómo sería eso? H. de la C.: La doble vuelta presidencial es la fórmula más sencilla. No obstante, antes hay que hacer algo porque puede ser muy tarde en ese momento. Lo menos que habría que hacer es mostrar convergencia entre los candidatos del cambio. Algunas ideas comunes: lucha contra la corrupción y el estado de tolerancia frente al delito en el que estamos sumidos, reconstrucción de nuestra política exterior, recuperación de la Presidencia como árbitro y no como una simple ficha en la lucha de grupos y facciones, preservación de la rama judicial, independencia de la prensa y recuperación de la política.
Semana: ¿Pero cómo se hace para que los candidatos acepten? H . de la C.: Hay que hacer un compromiso previo con la humildad. Más importante que el triunfo personal es la necesidad de salir de este desmadre general en que se encuentra Colombia. García Márquez habló de un cataclismo ético. En lo personal yo anuncio que estoy dispuesto a trabajar en beneficio de alguien que represente estas ideas. Espero que otros hagan lo mismo.
Semana: ¿Apoyaría a Alfonso Valdivieso? H. de la C.: Voy a apoyar a Valdivieso. Esta es una decisión mía y de mi grupo político, el cual no se disuelve y continuará trabajando en favor de los mismos propósitos que hemos defendido durante estos años.
Semana: ¿Y no le parece que la renuncia de Valdivieso le abre el espacio a un fiscal samperista? H. de la C.: Propongo y solicito que el Presidente se declare impedido para hacer la terna de Fiscal. La razón es obvia. La Fiscalía sigue manejando graves asuntos que comprometen personas cercanas a él, comenzando por su alter ego que es el doctor Serpa. La terna para la Fiscalía la debe hacer Lemos.
Semana: En el fondo usted está retirando su candidatura. ¿Se debe eso a su caída en las encuestas? H. de la C.: Reconozco que he sido castigado por sectores de opinión a consecuencia de la vicepresidencia. Yo tengo la convicción de que hice lo correcto. Renunciar antes, cuando el Presidente estaba a punto de caerse, no solo habría sido un abandono de mis deberes. Hubiese sido algo peor. En ese momento el vicepresidente no hubiese sido Lemos sino Guerra Tulena o alguien de ese corte. Tampoco debía permanecer en la vicepresidencia encabezando la oposición como me lo pidieron algunos. Esa hubiese sido una situación desestabilizadora, no para Samper sino para Colombia. Cuando se recuperó un mínimo de solidez, decidí romper con el gobierno atendiendo más a mi conciencia que a las conveniencias y la comodidad personales.
Semana: ¿Pero cree que se equivocó? H. de la C.: Todo depende de la finalidad que uno se proponga. Si mi meta hubiese sido continuar recibiendo honores, medrando en la burocracia y escalando en la diplomacia, pues entonces me equivoqué. Incluso es posible que si me dedico a ver toros en España como me recomendó Hernando Santos, ahora podría ser hasta el candidato de la maquinaria. Pero como no se trataba de nada de eso, sino de luchar por el restablecimiento del tono moral y del espacio público, tengo la convicción de haber obrado correctamente. No obstante, el que buena parte de la opinión no lo vea así, es síntoma de que no he sabido expresarme o que mi mensaje no coincide con el pensamiento de esas personas. Si alguien se siente decepcionado por mis actos, le pido excusas.
Semana: A usted lo estigmatizaron con que no es 'ni chicha ni limoná'. Que no fue leal con el gobierno ni tomó una posición que dejara satisfechos a los opositores del gobierno. ¿Fue desleal?H. de la C.: Algunos confunden la lealtad con la complicidad. Es el concepto mafioso de la lealtad. La ley del silencio. La verdadera lealtad comienza con los principios y los valores y, secundariamente, se materializa en las personas. Para que la lealtad personal subsista debe permanecer intacta la fidelidad a los principios. En todo este embrollo he sido totalmente fiel a los principios. Más bien quienes creyeron que podían entenderse con la mafia para financiar la campaña cometieron el verdadero acto de deslealtad.
Semana: Ya que va a apoyar al Fiscal, ¿a qué se dedicaría usted?H. de la C.: No hace falta cambiar solo el Presidente sino renovar la clase política. Voy a ayudar a llevar gente al Congreso, a las gobernaciones y a las alcaldías. Voy a defender la Constitución y a trabajar en temas como seguridad y justicia.
Semana: Ya que usted deja la condición de candidato, ¿qué opina de los candidatos restantes? (Mockus, Noemí, Juan Manuel, Carlos Lleras, Serpa, etc.)H. de la C.: Tengo un gran respeto por todos aquellos que desean cambiar este país, sean candidatos o no. nn "Más importante que el triunfo personal es salir del desmadre en que se encuentra Colombia"