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Así se ve el túnel verde que comunica a Envigado con Medellín. | Foto: Juan Esteban Mejía / SEMANA

ANTIOQUIA

Envigado: ¿habrá masacre ambiental?

Quieren tumbar 130 árboles en una vía urbana para construir un proyecto que poco satisface.

18 de julio de 2013

Los vecinos de una zona exclusiva entre Medellín y Envigado se rebelaron. Ellos viven en uno de los pocos lugares que, pese a estar sobre una concurrida avenida, todavía reciben la sombra permanente de los árboles y donde se oye el canto de las aves en las mañanas. Pero el paradisíaco ambiente tiene los días contados. 
 
Van a talar 130 árboles para hacer una línea paralela al Metro para los buses articulados del Metroplús. “Tenemos que pensar en las personas para quienes el transporte público es su única opción, para quienes presentan movilidad reducida, es nuestra obligación brindarles alternativas económicas y funcionales de transporte público para su desplazamiento diario. También en el peatón, para que cuente con andenes y espacios amplios”, dijo el alcalde de Envigado, Héctor Londoño. 
 
Cuando los vecinos vieron a los contratistas cortando los árboles, salieron en manada. Hicieron campamento, abrazaron los árboles, impidieron que los cortaran, mientras cinco activistas interpusieron una acción popular en el Tribunal Administrativo de Antioquia. Sin dudarlo, la orden fue suspender la tala de los árboles hasta cuando se demuestre que el impacto ambiental se va a mitigar. 
 
Metroplús y la Alcaldía de Envigado apelaron la decisión del tribunal. Dicen que están haciendo una inversión de 21.000 millones de pesos y que por cada mes de retraso habrá un sobrecosto de 1.100 millones. En ambas entidades defienden que desde el 2003 se dijo que por allí se iba a hacer una obra de transporte masivo y que en los últimos días se hicieron 60 reuniones para contar que ya iban a poner manos a la obra. 
 
La Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), una reputada organización que dirige el exgobernador Álvaro Villegas Moreno, había llamado la atención al respecto. 

“No es solamente por la imperdonable tala de árboles y su calidad paisajística en la avenida El Poblado, desde Envigado hasta la Aguacatala, es por la poco inteligente solución de construir una segunda ‘línea de transporte masivo’, paralela al Metro, en lugar de alimentarlo como el sistema racional lo obligaría, de manera transversal, como todo organismo natural nos lo enseña”, expresa Villegas. 
 
Los Sistemas de Transporte Masivo (SITM), como el Metroplús, son la gran apuesta del Gobierno Nacional para las ciudades del país. Hace diez años, por medio de documentos Conpes, se estableció que la Nación invertiría el 70 % del dinero para las obras y cada municipio el restante 30 por ciento con dineros de la sobretasa a la gasolina. Finalmente, quienes se encargarían de la ejecución serían los municipios.
 
En un artículo publicado por SEMANA a comienzos de este año titulado 'Algo rueda mal en Colombia', se lee que al cabo de todo este tiempo, la dura realidad para las ciudades donde está en marcha el sistema es que el flujo de pasajeros no es el esperado.
 
En el caso de Medellín, el Metroplús inicialmente no fue bien recibido por altos funcionarios del Metro, pues no se diseñó de manera articulada con este. Los empresarios privados no tuvieron suficientes recursos para quedarse con el negocio y el Metro lo asumió. Fue así como el Metroplús empezó a operar en el 2012. 

Las proyecciones decían que a diario se iban a movilizar 249.200 personas, pero en realidad lo hacen 40.000. Y los líos con los empresarios de buses que se quedaron por fuera del negocio no cesan. El pasado 10 de diciembre, un grupo de transportadores marchó por las calles con sus familias porque todos se veían afectados con la falta de soluciones de empleo, y la respuesta fueron disparos del ESMAD, que dejaron como resultado un niño bañado en sangre. 
 
Ahora la peor parte la llevan los árboles con el nuevo tramo que se va a construir en Envigado, en un sentido que no se articula con el Metro sino que le hace competencia. Eso, precisamente, es lo que incomoda del proyecto del Gobierno desde un principio y sigue sucediendo con mayores motivos, como el impacto ambiental en este caso.