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“Lo que ustedes llaman autopréstamo, fue una transacción debidamente estructurada y con garantías reales” | Foto: DANIEL REINA ROMERO/SEMANA

ENTREVISTA

"Equivocaciones muchas, lavado de activos nunca"

Rodrigo Jaramillo, presidente de InterBolsa, responde por los cargos que le han formulado en los últimos días.

24 de noviembre de 2012

SEMANA: Contra usted se han lanzado muchas acusaciones últimamente, todas relacionadas con delitos financieros, pero en la última semana se le está asociando con lavado de activos.

RODRIGO JARAMILLO:
Esa es una acusación temeraria. Estoy sorprendido de hasta dónde ha llegado. Yo puedo haber cometido muchos errores, y asumo la responsabilidad por ellos. Pero me parece que mi trayectoria en el mundo de los negocios ha sido lo suficientemente clara y transparente para que ahora pretendan enlodarme con una supuesta vida secreta de lavador de activos.

SEMANA: ¿A qué le atribuye usted las acusaciones?

R.J.:
Ante acusaciones tan graves hay que ser muy concretos. Me están asociando con las actividades delictivas del señor Carlos Leyton, acusado de lavado y quien está en proceso de extradición. Yo no conozco a ese señor. Sé que trabajó en Proyectar Valores como gerente de Mercadeo, y por ese hecho lo han asociado con InterBolsa.

SEMANA: Pero él ha coincidido con ustedes en algunos negocios.

R.J.:
No. Él no ha sido funcionario, ni cliente de InterBolsa y por lo tanto no hay forma de haber realizado ningún tipo de operación con la firma. Y para lavar dinero hay que hacer alguna transacción.

SEMANA: También se ha dicho que un piloto del Loco Barrera traía dólares en bolsas para posteriormente lavarlos a través de InterBolsa.

R.J.:
Eso es igual de absurdo. Comienzo por decir que de todas las cosas que me han pasado en mis 70 años de vida lo que nunca llegué a imaginar es que mi nombre estuviera asociado con el delincuente más buscado de Colombia, que es lo que dicen del Loco Barrera. Se dice que nuestra empresa hacía el nexo con él a través de Claudia Ibarbo. Tampoco tengo la menor idea de quién es esa señora. En todo caso, nadie con ese nombre ha estado vinculado a InterBolsa. Además, en la firma no se realizan operaciones en efectivo, ni en dólares ni en pesos. Y en InterBolsa existe un departamento de control de lavado de activos precisamente para evitar que se cuelen ese tipo de transacciones. El funcionario a cargo de este departamento fue el primer colombiano aceptado por Acams, la asociación norteamericana especializada en el control de lavado de activos.

SEMANA: Pero volviendo al cuento del piloto del Loco Barrera ¿no cree usted que es posible que se haya podido hacer algún tipo de operación a espaldas de los administradores?

R.J.:
No. Lo que sí puedo afirmar categóricamente es que en sus 22 años de vida, InterBolsa nunca ha sido acusada de lavado de activos. Y en cuanto a su pregunta que si esto pudo pasar a nuestras espaldas, le contesto que en el negocio financiero ese es un riesgo que existe por más de que uno esté blindado. Varios bancos internacionales de primera categoría han sido multados por estos hechos.

SEMANA: ¿No está usted en cierta forma reconociendo que esto pudo haber sucedido en InterBolsa?

R.J.:
No.

SEMANA: Pero es un hecho que hay evidencias de otras transacciones ilícitas que no tienen nada que ver con el lavado de activo. Por ejemplo, conflicto de intereses, manipulación de la acción, autopréstamos.

R.J.:
Hay que tener mucho cuidado con dos cosas. En primer lugar con la palabra ilícitas y en segundo lugar quién es responsable de qué. Por ejemplo, lo que ustedes llaman autopréstamo, fue una transacción debidamente estructurada y con garantías reales, para solucionar un problema temporal de liquidez.

SEMANA: Pero eso no la convierte en legal.

R.J.:
Eso lo determinarán las autoridades. Lo que es claro es que en esa transacción no hay detrimento para los inversionistas, y por el contrario, la única razón por la que se hizo era para evitar el colapso de InterBolsa y preservar el patrimonio de esos inversionistas. Desafortunadamente los problemas de liquidez siguieron y esto desembocó en la lamentable situación que estamos viviendo hoy.

SEMANA: ¿Qué nos puede decir de la manipulación de la acción de Fabricato?

R.J.:
Los libros de InterBolsa están en manos de las autoridades para su análisis e inspección. Ahí se podrá establecer cuál es la verdad.

SEMANA: Pero es difícil entender que una acción haya pasado en un año de 26 pesos a casi 90.

R.J.:
El valor intrínseco de la acción de Fabricato, según los balances oficiales, es 80 pesos. Es decir la acción se estaba cotizando al 25 por ciento de su valor intrínseco. La apuesta que estaban haciendo los que compraban acciones de Fabricato es que ahí había un valor escondido: la empresa tenía tres actividades diferentes. Una de propiedad raíz con más de medio millón de metros cuadrados de excelentes terrenos, una fábrica textil con tecnología renovada en los últimos años y dos plantas generadoras de energía. Según la valoración realizada por Bank of America-Merryll Lynch el valor de la acción estaba entre 80 y 90 pesos. Ahora no pretenderán que InterBolsa controlaba a los avaluadores de Merryll Lynch.

SEMANA: Entonces ahora cómo explica usted que nadie crea que la acción hoy tenga un valor superior a los 30 pesos.

R.J.:
Yo no tengo por qué responder por el precio de una u otra acción. En el mundo financiero la percepción pesa tanto como la realidad, y en las últimas semanas es evidente que se ha afectado negativamente la percepción sobre Fabricato. Pero lo que sí le puedo afirmar es que había una expectativa de venta de la empresa y cuando una empresa se vende, generalmente su valor está por encima del valor en bolsa. Por otra parte, en lo que sería el peor escenario, es decir, la liquidación de Fabricato, la acción estaría entre 40 y 45 pesos. Y eso no es una interpretación de Rodrigo Jaramillo, sino una realidad matemática del balance.

SEMANA: Otro cargo que le están investigando es el de que los socios y administradores de InterBolsa, conscientes del colapso que se venía, a último momento salvaron el dinero de algunas personas allegadas, reemplazándolo por el de algunos ingenuos que terminaron perdiendo su plata.

R.J.:
Eso es muy fácil de determinar, pues como todas las operaciones están registradas, las autoridades podrán verificar si hubo o no favorecimientos a personas cercanas a la administración. Pero le anticipo una cosa. Cuando esa verificación se lleve a cabo, van a poder ver que personas de mi familia inmediata perdieron sumas muy importantes. Creo que con eso queda contestada su pregunta.

SEMANA: ¿Y qué nos puede decir sobre el Fondo Premium?

R.J.:
Es un fondo independiente, administrado por Amicorp y auditado por Ernst & Young, en el cual InterBolsa no toma decisiones sobre el destino de los recursos. La comisionista de InterBolsa, en su calidad de corresponsal del fondo, lo ofrecía como una opción de inversión.

SEMANA: Pero todo el mundo sabe que Juan Carlos Ortiz y su hijo Tomás fueron los fundadores.

R.J.:
Eso es verdad. Fue creado en el año 2000 por ellos. Pero eso no cambia nada lo que les acabo de decir y yo personalmente no tengo ninguna relación con ese fondo.

SEMANA: Bueno doctor Jaramillo, oyéndolo a usted uno llegaría a la conclusión de que nadie ha cometido un error, de que InterBolsa no tiene la responsabilidad de ninguna clase, que toda la culpa es de factores externos o de terceras personas. ¿No le parece que es difícil venderle esta imagen a la opinión pública ante las centenares de personas que han perdido su patrimonio?

R.J.:
Llamemos las cosas por su nombre. En InterBolsa tomamos una decisión de negocios que resultó equivocada. Asumimos unos riesgos grandes en unos negocios que fracasaron. Ese fracaso ha puesto en peligro no solo nuestro patrimonio sino también la supervivencia de la empresa. Hemos puesto a disposición de las autoridades todos los activos de la compañía para responder por esa decisión. A nadie se le engañó y no hubo mala fe.

SEMANA: ¿No se arrepiente de nada?

R.J.:
Lamento lo sucedido ya que después de haber desarrollado durante 22 años un lindo y exitoso proyecto empresarial en compañía de un competente equipo de personas leales y profesionales, este se derrumbó como consecuencia de unas decisiones empresariales equivocadas. A los clientes que nos depositaron su confianza durante todos estos años quiero pedirles las más sinceras disculpas.