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Al paredón con María Isabel

¿Es cierto que a Lina de Uribe, su mamá, no le gusta la reelección?

Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, le contestan esta pregunta a María Isabel Rueda.

5 de junio de 2005

M.I.R.: Tomás -24 años, ingeniero químico- y Jerónimo -22, estudiante de economía- van a completar cuatro años en esa singular condición de ser los hijos del Presidente de Colombia.¿Cómo han sobrellevado esa vida? ¿Cuánto sufren? ¿Quisieran cambiarla? ¿Tienen miedo?

JERÓNIMO: No hay mañana en la que mi papá, si está en Bogotá, no entre a nuestra alcoba a las cinco de la mañana y nos dé un abrazo, un beso y la bendición.

TOMÁS: Es un momento muy breve, pero muy intenso.

M.I.R.: ¿Y no les da a veces miedo de que sea la última vez que lo vean?

J.U.: Ese miedo lo estoy manejando desde que estaba chiquito. Si no lo domino, me enloquezco.

T.U.: Sobre todo ha habido atentados que lo llenan a uno de pavor, como el de Barranquilla.

M.I.R.: Me dicen que ustedes son muy amigos. Que hasta duermen en el mismo cuarto en Palacio...

J.U.: Yo era muy miedoso. Hasta los 12 años dormí en el piso al lado de mis papás.

T.U.: Yo intenté tener mi cuarto solo. Lo pinté, le puse afiches?

J.U.: Y ahí le aterricé yo.

M.I.R.: ¿Asesoran a su papá?

T.U.: Opinamos más sobre la forma. Le recomendamos hablar de cierta manera, modular el tono y la vehemencia.

J.U.: La que más lo critica en lo de fondo es mi mamá. Hasta con ella me agarro a la hora de defender a mi papá. Y lo hago con el mayor amor del mundo.

M.I.R.: ¿Qué siente con las críticas?

T.U.: A veces no les paro bolas, pero otras me dan muy duro. Este hombre entrega su vida, su alma, su corazón al país y de pronto salen unos críticos tan enceguecidos, tan apasionados?

M.I.R.: A su papá lo critican porque se defiende armando camorra. Les está mostrando el papel que jugo 'Don Berna' en el gobierno de sus antecesores?¿flechazo contra Gaviria?

T.U.: Hay que medir la prudencia, pero no por eso quedarse cruzado de brazos cuando se le viene a uno el mundo encima. Hay gente que se ensaña contra mi papá diciendo que este gobierno es de los paramilitares, y resulta que es el gobierno que más bajas ha producido entre ellos.

M.I.R.: Entiendo que a Lina de Uribe no le gusta la reelección. ¿Estoy equivocada?

T.U.: No está para nada equivocada.

J.U.: Ella dice que solo le dieron casa por cuatro años. Y que el 6 de agosto empaca su maletica y se va por la puerta de atrás.

T.U.: Mi mamá valora mucho su intimidad.

M.I.R.: ¿Y qué sienten cuando critican a su mamá porque es muy discreta?

T.U.: Me da mucha rabia.

J.U.: Todavía que se metan con mi papá. Pero de mi mamá hasta han escrito que es boba, porque es muy callada. ¿Boba? Es viva a morir.

T.U.: Ella es intensamente mamá. Y como esposa, una compañera de una lealtad impresionante. De una gran profundidad en el amor por su marido. Pero al mismo tiempo sabe discrepar de él, aunque son diferencias totalmente constructivas. Y tiene una ventaja sobre muchos seres humanos: la de haber escogido su propio camino.

M.I.R.: ¿Contra cuál de ustedes dos se descubrió recientemente un plan de secuestro?

J.U.: Contra mí.

M.I.R.: ¿Se asustó?

J.U.: Capturaron a un tipo del Meta con un itinerario y un plano de mi universidad. Me produjo mucho malestar, pero por un rato. Es el costo de vivir en mi país, y tengo más bien que aprovechar las oportunidades.

M.I.R.: Entiendo que ustedes tienen juntos un negocio de venta de artesanías?

J.U.: Hace cuatro años, en la plaza de Montería, Tomás compró un sombrero de ala ancha, por 2.000 pesos. Ahí se nos ocurrió exportarlos a Europa.

T.U.: Metimos todos nuestros ahorros y compramos 7.000 sombreros. Nos pusimos a venderlos en España, desde Alicante hasta Barcelona. Fue un completo fracaso. Primero en España ventea demasiado en la playa: los sombreros salían volando. Y segundo, allá no es como aquí, que tenemos la cultura de protegernos del sol. Allá solo tienen sol unos mesecitos, y la gente aprovecha para rostizarse. A nadie le interesa un sombrero.

M.I.R.: ¿Se frustraron?

J.U.: Nos quedaron como 100.000 pesos en la cuenta. En el episodio de los sombreros habíamos conocido a la comunidad indígena zenú, y nos llamaron mucho la atención unas manillitas que ellos hacen.

T.U.: Comenzamos a venderlas en la universidad. Nos fue muy bien. Conseguimos vendedores en otras universidades, y después yo me fui para Australia. Jerónimo me mandó como 1.000, las vendí todas en Sydney, y luego llenamos a Barcelona de pulseras. El año pasado exportamos como 40.000. A la comunidad le ayudamos a fundar una cooperativa y los capacitamos en diseño. Hoy estamos trabajando con 30 comunidades artesanales indígenas y campesinas en Colombia.

M.I.R.: ¿Y encima de todo les queda tiempo para tener novia?

J.U.: Sí. Llevo dos años y medio con ella.

T.U.: Yo también.

M.I.R.: Su papá les recomendó recientemente a los jóvenes que dejaran 'el gustico' para cuando se casen. ¿Le van a seguir el consejo?

J.U.: De esta pregunta me salgo por la tangente.

T.U.: Pues yo creo que el mensaje del 'gustico' no se puede tomar literal. Hay que mirar la sexualidad con respeto, y de pronto en la generación nuestra eso se ha perdido. Uno vive bombardeado de sexo. Prende la televisión y en una propaganda cualquiera de gaseosas aparecen dos personas devorándose.

J.U.: Iba a decir exactamente lo mismo. Mi papá lo que quería resaltar era el tema de la familia; el de que la sexualidad se dé con la finalidad de conformar pareja para tener hijos en el futuro.

M.I.R.: Salieron muy bien de la pregunta? Pero yo creo que es pura paja, y que ustedes sí se han dado 'el gustico'. (Carcajada general). Ahora hablemos de política. ¿Están de acuerdo con la figura de la reelección?

J.U.: Yo sí. El argumento irrefutable es que la gente es la que decide, después de evaluar y reflexionar.

T.U.: Sí, la gente va a poder votar y vetar.

J.U.: Los críticos dicen que la reelección puede ser mal utilizada por el Presidente, no que la figura sea mala en sí misma. ¿Pero cuántas cosas en el mundo se vuelven malas si son mal utilizadas?

M.I.R.: ¿Quieren que a su papá lo reelijan?

T.U.: Es un poco contradictorio. Hay veces en que yo me levanto y digo: qué rico que esto se hubiera acabado. Que yo pudiera estar otra vez con mi papá, que pudiera ir tranquilamente a comprar el pan por la mañana. Pero al otro día digo: mi papá puede aportarle mucho más al país. M.I.R.: ¿Les da pereza acompañar a su papá a esos interminables consejos comunales?

T.U.: Claro que no. Es un ejercicio superinteresante, bonito. Tampoco le niego que aguantarse 12 horas?

J.U.: Su fuerte es que comunica transparencia. Le han dado palo en ese tema por el manejo del servicio exterior. Y de la noche a la mañana el servicio exterior no puede ser totalmente meritocratizado.

M.I.R.: El caso más reciente es el del hijo de Santofimio?

T.U.: Yo lo conozco personalmente. Sobresale por su prudencia y discreción. Estudió en Boston comercio internacional e hizo su especialización en Montreal, luego habla perfecto francés. Está totalmente desligado del tema político, pero muy convencido de las ideas de Álvaro Uribe.

M.I.R.: Papá-Presidente-candidato. ¿Es muy estricto?

J.U.: Nadie respeta más que mi papá el tema de la cosa pública.

T.U.: Estábamos una vez de chiquitos montando a caballo, y yo comenté que algún día quería ser gobernador de Arauca para volverme millonario con las regalías del petróleo. Mi papá iba cinco metros más adelante, paró en seco y me dijo con la mayor seriedad: "Tomás, con las cosas del Estado no se charla".

J.U.: Voy a contar otra anécdota. En el primer semestre que vivimos en Palacio estaba estudiando con unos amigos, y necesité cinta para un papelógrafo. Y me dijo mi papá: "Si esa cinta es de esta casa, no es suya. Tome plata y vaya cómprela".

T.U.: Nos regaña para que lleguemos temprano a la casa, porque le preocupan mucho las horas extras de los escoltas.

J.U.: Mi mamá pone letreros en la cocina que dicen: "Esto no es un hotel. Desayuno de 7 a 9, almuerzo de 12 a 2, comida de 7 a 9". Eso para no tener despiertas a las señoras.

T.U.: Cuando yo llamo a un amigo en Australia, mi mamá coge la cuenta y la paga. Es un total respeto por el patrimonio público.

M.I.R.: Y si no hay reelección, ¿quién sería el heredero político de su papá?

T.U.: Yo no sé quién sería el heredero, pero sí quién heredará el karma de ese trabajo porque ya lo vivimos: demandas, críticas? Eso somos Lina, Tomás y Jerónimo. ¡Cuando mi papá salió de la gobernación le pusieron 160 demandas!

M.I.R.: Insisto en el heredero. Juan Manuel Santos está muy cerca al gobierno?

T.U.: Es bien preparado?

M.I.R.: ¿Noemí Sanin?

J.U.: Grandes calidades personales y carisma.

M.I.R.: ¿Peñalosa?

T.U.: Solo sé que fue un buen alcalde y puso a Bogotá bonita.

M.I.R.: ¿Mockus?

T.U.: Me gusta mucho porque es muy auténtico. Muy profundo.

J.U.: A mí también. Es muy creativo.

M.I.R.: ¿Serpa?

T.U.: Tiene dichos muy divertidos.

M.I.R.: ¿Y Gaviria?

J.U.: Es un hombre muy respetable.

M.I.R.: ¿Y qué opinan de que ande 'puyando' a su papá?

T.U.: No sé. ¿Usted qué piensa?

M.I.R.: Yo soy la que pregunta.

T.U.: Pero me puede orientar?

M.I.R.: Que no puede descartarse su candidatura presidencial.

T.U.: ¡Segurísimo que no!