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El expresidente del Polo Carlos Gaviria Díaz es considerado por sus copartidarios como un faro ideológico de la izquierda.

ENTREVISTA

"Es más difícil hacerle oposición a Santos"

El exmagistrado y excandidato presidencial Carlos Gaviria Díaz llama al Polo a una rendición de cuentas autocrítica, no descarta acercamientos con los Progresistas de Gustavo Petro y critica que el presidente Santos no respete los fallos de los jueces.

25 de febrero de 2012

SEMANA: El Polo va a hacer un congreso ideológico, que usted presidirá. ¿Será un 'mea culpa'?

Carlos Gaviria Díaz:
Es importante hacer una especie de rendición de cuentas autocrítica, para analizar de una manera serena a qué obedece la crisis en el Polo. En 2006 el partido alcanzó un momento de auge porque logró que viejas controversias de la izquierda tradicional empezaran a suavizarse, identificarse y tramitarse de manera civilizada. Muchos factores incidieron en que ese ambiente de armonía empezara a perderse. Es posible que no hayamos sabido tramitar las diferencias.

SEMANA: Y con los hermanos Moreno procesados por corrupción…

C.G.D.:
Ese factor ha influido de manera determinante en la crisis y en el descrédito del Polo. El partido procedió como se hace en un Estado de derecho: sancionarlos cuando hubo alguna disposición oficial del procurador y la Fiscalía, porque toda persona goza de presunción de inocencia. Pero en esa circunstancia tuvo una suerte merecida por la ingenuidad con la que procedió: fue tan benévolo con Samuel que siguió considerándolo como su alcalde aun cuando él mismo dijo que no era el alcalde del Polo y gobernó con la U, Cambio Radical y el Partido Liberal. El Polo no tuvo mayor representación, sin embargo, cargó con la responsabilidad porque fue el que lo avaló.

SEMANA: Al Moir y al Partido Comunista los acusan de haberse tomado la dirección. ¿Usted comparte esa idea?

C.G.D.:
Pienso que existe esa percepción y la sola percepción es dañina y debe corresponder a algo: creo que, como son las fuerzas más organizadas y los militantes del Moir los que más trabajan, naturalmente dan frutos. Lo que molesta es que luego se pretenda reivindicar ese trabajo con beneficios para ese par de tendencias. Ambos han aportado mucho y al Partido Comunista le he dicho que definitivamente debe quedar claro que la izquierda del Polo es democrática, porque consideramos que el uso de las armas debe estar completamente vedado para llegar al poder. Y al Moir, que tiene que acostumbrarse a anteponer el Polo a su propia organización.

SEMANA: ¿Cómo está la izquierda?

C.G.D.:
La izquierda es fundamentalmente el Polo. Y me adelanto a una pregunta: Petro es un dirigente inteligente, luchador, excelente parlamentario, pero con una ambición personal desmedida a la que sacrificó los propósitos del partido. Hubo un pulso interno con Petro y ganó, hay que reconocerlo. Para mi sorpresa, mucha gente piensa que con Petro el Polo volvió a ganar las elecciones en Bogotá. A mí, que he sido su contradictor, me felicitan en la calle porque, dicen, la izquierda volvió a ganar la Alcaldía. Y respecto a ese sector creo que hay oportunismo, aunque gente muy buena está convencida de que el Polo se equivocó y que ese es el camino.

SEMANA: ¿Ve posible una futura alianza con Progresistas?

C.G.D.:
Las alianzas del Polo deben ser siempre programáticas. Con los sectores que apoyan a Gustavo Petro veo posible que en un futuro, no muy remoto, podamos hacer acercamientos.

SEMANA: ¿Cómo le ha parecido la gestión de Petro?

C.G.D.:
Como la esperaba. Yo me opuse a su candidatura no porque siempre hayamos sido adversarios, ni por la manera desconsiderada como me trató, sino por un argumento: Gustavo Petro no conoce a Bogotá. Con 50 días de gestión lo ha demostrado. Le abono cosas, porque sería insensato y sectario desconocerlas. Por ejemplo, me gusta el desarme y que esté cumpliendo la promesa del agua más barata para los más pobres.

SEMANA: ¿Es posible la paz negociada?

C.G.D.:
A mí no me ha gustado hablar de paz negociada. A mí me ha gustado hablar de buscar la paz por la vía del acercamiento y del diálogo, y creo que aún es posible, a pesar de que las coyunturas han cambiado. Es necesario seguir insistiendo porque la guerra es demasiado costosa.

Y si se habla de terminar el conflicto es porque hay guerra. No se puede decir que se dialoga cuando los ataques cesen porque, entonces, ¿para qué diálogo? Lo que sí debe haber es una agenda que conduzca a algo.

SEMANA: ¿Está lejos la paz?

C.G.D.:
Todavía veo muy lejos el día en que podamos disfrutarla en Colombia.

SEMANA: ¿Cómo ve la discusión sobre fuero militar?

C.G.D.:
En un Estado social de derecho es inadmisible que el Estado viole la ley así sea en tiempo de guerra. Pienso que el fuero está definido, pero si quieren más definición, que dicten una ley, pero que no trate de llevar crímenes de guerra o delitos de lesa humanidad al juzgamiento por militares, como algunos sectores lo piden.

SEMANA: ¿Para usted Santos es Uribe II, como lo dijo el senador Jorge Robledo?

C.G.D.:
Cuando estuvo en Francia, el presidente Santos dijo: mi proyecto es el mismo de Uribe, pero con estilo distinto. A la gente hay que creerle. Es cierto que Santos comenzó a exhibir un estilo distinto del de Uribe, más respetuoso con la oposición, más sereno. Ese cambio produjo una cierta distensión. Pero, infortunadamente, ha empezado a cambiar de estilo para mal. Incumplió una promesa que es esencial en la buena marcha del Estado: el respeto por parte del gobierno de los fallos de los jueces. En el fallo que reiteró la condena al coronel Plazas Vega se refirió en términos desconceptuantes al fallo.

SEMANA: Pero de Santos a Uribe…

C.G.D.:
Me parece inverosímil que quien fue presidente de la república les aconseje a algunos de sus exfuncionarios que evadan la Justicia y busquen asilo. En esa disputa el presidente Santos tiene toda la razón. Pero hay que recordar algo: a menudo se dice que Santos hizo algo bueno, recompuso las relaciones con Venezuela y con Ecuador. Pero tenemos una memoria frágil. Él había dañado las relaciones con Venezuela y Ecuador siendo ministro de la Defensa. Es una hipérbole decir que Uribe y Santos son la misma cosa. Creo que es más difícil hacerle oposición a Santos que a Uribe porque Santos es mucho más sutil. Y la oposición también tiene que ser mucho más fina.

SEMANA: ¿Cómo le parece la idea de candidatizar a Angelino Garzón para la OIT?

C.G.D.:
Santos es tan astuto que sabe que así lo aleja, porque a Angelino le gustan los puestos.