Home

Nación

Artículo

Yahir Acuña. En el recuadro, Milene Jaraba, su esposa. | Foto: Cortesía Manuel Santiago Pérez - El Universal / Archivo SEMANA

NACIÓN

El ‘Plan B’ de Yahir Acuña

La renuncia de su esposa a la Asamblea de Sucre ha generado suspicacias. Podría ser la candidata a la Gobernación si Acuña no puede lanzarse.

18 de marzo de 2015

Desde cuando renunció al Congreso, Yahir Acuña no ocultó sus intenciones de aspirar a la Gobernación de Sucre. Empezó a mover sus fichas para buscar un partido político que lo avale, en razón de que el Consejo Nacional Electoral le quitó la personería jurídica a su movimiento ‘100 por ciento colombiana’. Tocó las puertas de varios partidos con los que tenía muy buenas relaciones, caso del Partido Conservador, y de los de la Unidad Nacional con los que había trabajado en la reelección de Juan Manuel Santos.

Pero el tema del aval no es el único asunto que se les podría atravesar a sus aspiraciones. Acuña también está en vilo de una decisión del Consejo de Estado que el pasado mes de febrero aceptó una demanda de pérdida de investidura. Si el alto tribunal falla en su contra, Yahir quedaría ‘muerto’ políticamente, y obviamente no podría aspirar a la Gobernación de Sucre, su objetivo.

Sin embargo, esta semana se produjo un hecho en la Asamblea de Sucre que fue interpretado como una jugada política del excongresista para prever cualquier inconveniente que se le pueda atravesar a su candidatura. El 18 de marzo, su esposa, la diputada Milene Jaraba, renunció irrevocablemente a su curul en la Asamblea. En el departamento ya se habla de que Jaraba sería el ‘plan B’ de Acuña para alcanzar el poder político en el departamento.   

En la carta, conocida por Semana.com, Milene Jaraba argumenta como una de las razones de su renuncia la ‘guerra sucia’ que, según ella, adelantan varios dirigentes del departamento contra su esposo y el movimiento que lidera.

“Tengo que confesar mi consternación por los últimos acontecimientos políticos y sociales, donde nuestros contradictores políticos han decidido abandonar esa condición para convertirse en enemigos viscerales dispuestos a conspirar de manera cruel, despiadada, genocida hasta llegar a los más bajos instintos de Maquiavelo para acabar con nuestra organización política por el simple hecho de haber avanzado acompañado del pueblo en la búsqueda de soluciones a los problemas ocasionados por los malos manejos de un sector importante de esa clase política rancia, caduca, oligárquica, indolente y mezquina que le ha dado durante la mayor parte de la vida a nuestro Departamento un desarrollo rezagado al resto del país y no merecido por nuestro pueblo”, dice.

En la carta, Milene Jaraba también da a entender que su renuncia tiene el propósito de asumir las banderas de su esposo ante cualquier eventualidad. “Renuncio, para estar lista y preparada como lo están miles de nuestros compañeros de lucha, para si es el caso asumir las banderas, no de Yahir Fernando Acuña Cardales, si no del pueblo sucreño, de su gente, de sus sueños, y de su esperanza de ver algún día a Sucre, bien gobernada”.

Aunque la campaña política aún no empieza oficialmente, Sucre es uno de los departamentos donde más se ha movido. Los partidos de la Unidad Nacional ya tienen seis precandidatos para escoger a quien tenga el mejor perfil para enfrentar a Yahir Acuña, quien ha supuesto una amenaza para los clanes políticos que históricamente se han repartido el departamento. Acuña, pese a los cuestionamientos en su contra, no se resigna a alcanzar el poder en la Gobernación. Y si no lo consigue directamente, está dispuesto a hacerlo por interpuesta persona.