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Habitantes de la vereda de Balboa del departamento del Cauca. La alta concentración de la propiedad de la tierra, sumado al histórico conflicto rural, ubican a Colombia entre los países con mayor desigualdad en Latinoamérica, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. | Foto: EFE

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Este miercóles presentan el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregará al presidente Santos el estudio "Colombia rural, razones para la esperanza". Conozca cuáles son las principales conclusiones.

28 de septiembre de 2011

Hacia la 1:30 de la tarde de este miércoles el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregará al presidente Juan Manuel Santos el Informe de Desarrollo Humano 2011, "Colombia Rural, razones para la esperanza", en el que aseguran que Colombia modernizará su economía, superará la pobreza y resolverá el conflicto armado si aplica una reforma rural transformadora.

Entre las propuestas del PNUD están rectificar el modelo de desarrollo rural y vincularlo al de las ciudades, incluir a los pobladores rurales más vulnerados en un orden social equitativo, rediseñar la institucionalidad, y replantear el papel del Estado frente al mundo rural.

De acuerdo con Bruno Moro, representante Residente del PNUD en Colombia, la reforma rural busca “hacer de lo rural un eje fundamental del desarrollo del país, con equidad, inclusión y democracia, es decir, con una renovada apuesta por el desarrollo humano”.

El representante Moro explica que el informe se concentrará en los "factores estructurales que facilitaron la degradación del conflicto y en los efectos sobre la gente, antes que en la dinámica de los actores armados”.

Según el informe, el conflicto agrario se agudece por los impactos de la apertura económica y los tratados de libre comercio; la baja inversión en ciencia, tecnología e innovación; la poca gestión del agua y cultura del riego; el cambio climático y las dinámicas socioeconómicas generadas por los megaproyectos (mineros, energéticos, forestales o agroindustriales). 

Ante la presentación del estudio, el economista Absalón Machado, director académico del informe, señala que los acuerdos de transformación de la estructura agraria solo serán sostenibles con la participación de todos los actores sociales y los agentes económicos.

Conclusiones
 
El PNUD destaca que Colombia incurrió en un error histórico cuando creyó que "podía modernizarse prescindiendo del sector rural y de sus pobladores e ignorando los vínculos entre los conglomerados urbanos y las zonas rurales". Añade que la equivocación del país se agudizó cuando priorizó la apuesta urbanizadora como la única ruta hacia el desarrollo.

Y es que según el inédito índice de ruralidad (IR) desagregado por municipio, el país es más rural de lo que se creía: el 75,5 por ciento de los municipios son rurales, en ellos vive el 31,6 por ciento de la población (no el 25 por ciento, según el Censo General de Población de 2005), habitantes que además cubren el 94,4 por ciento del territorio nacional.

El estudio también sugiere confrontar y suprimir los impactos del bloqueo a la reforma agraria de la década de 1960, que trajo consigo la entrega de subsidios a pequeños propietarios para "facilitarles el acceso a un mercado imperfecto de tierras", el abandono de los programas de desarrollo rural y el favorecimiento de los intereses de la gran economía en detrimento de la población campesina.

Agrega que se estimagtizaron y desconocieron los roles políticos y sociales de los habitantes de los sectores rurales, hasta reducirlos a la condición de "simples víctimas".
 
Además, añade que al desdibujar la visión territorial no se logró ordenar el territorio con justicia. "El campo quedó dotado solo de atributos productivos, sin otras dimensiones como la espacial, la ambiental, la social, la cultural, la política y la institucional. Y, por cuenta del conflicto armado, se ha enfatizado su condición de “escenario de guerra”".

Como última conclusión, el informe señala que se igualaron erradamente temas como conflicto agrario tradicional y conflicto armado.

Finalmente, PNUD apunta que mientras "el Estado concentraba esfuerzos para recuperar militarmente vastos territorios rurales y consolidar su presencia y la gobernabilidad, se desvanecía buena parte de la institucionalidad que atendía al sector agropecuario".