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| Foto: Carlos Julio Martnez / SEMANA

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7 de cada 10 exguerrilleros están listos para volver a clase

La alfabetización será la piedra angular de la reincorporación. De ese proceso, en gran medida, dependerá que los hombres y mujeres estén listos para enfrentar el mercado laboral y así empezar a cimentar el camino de la no repetición.

4 de agosto de 2017

¿Qué va a pasar con los excombatientes de las Farc?, es la pregunta es recurrente en los corrillos desde cuando se anunció el desarme definitivo de la guerrilla. No será una menuda tarea y eso lo demostró la dificultad que ha tenido el Estado para terminar de adecuar las 26 zonas veredales donde se quedarán a vivir por un tiempo los hombres y mujeres que decidieron acogerse al acuerdo de paz.

Si el compromiso del Gobierno se cumple, el próximo 15 de agosto desaparecerá la figura de las Farc como grupo armado. Aunque muchos consideran que ese día, con la salida del último contenedor, se habrá garantizado el fin del conflicto, lo cierto que apenas comienza el camino para conquistar la paz en Colombia.

Durante el aterrizaje, el acuerdo de paz ha sufrido una que otra abolladura: hay dificultades para aplicar la ley de amnistía, el fast track camina lento y sobresale la desarticulación institucional. La implementación ha sido un camino serpenteante donde no sólo el Gobierno y las Farc enfrentan múltiples retos, sino también la sociedad colombiana. Uno de ellos, es mayúsculo: la reincorporación a la vida civil de los desmovilizados de la guerrilla.

Uno de los pasos más importantes que se ha dado en esta materia se concretó hace unas horas. Todo está listo para que este domingo 118 tutores se trasladen a las zonas veredales para iniciar la fase de implementación de los ciclos educativos que recibirán los excombatientes de las Farc y los habitantes de las comunidades aledañas.

"Este trabajo es articulado entre entidades del Gobierno, las Farc y el Consejo Nacional Noruego para Refugiados. Esto es una muestra clara que sí es posible el trabajo conjunto y coordinado. Además, es una lección aprendida de cómo avanzar con sinergias en acciones concretas que tengan impacto en la construcción de paz", apuntó la diplomática, Idun Aarak Tvedt.

En marcha

Los réditos de la paz se empiezan a asomar en los territorios. Además de los 4.500 excombatientes que participarán de los ciclos de nivelación, se estima que poco más de 4.000 personas que tienen sus hogares en espacios aledaños a las zonas veredales, también se vinculen a los procesos que se llevarán a cabo.  

De acuerdo con el censo socioeconómico que la Universidad Nacional llevó a cabo hace unas semanas hay una baja escolaridad entre los miembros de las Farc que hacen su tránsito a la vida política. Se trata de una característica predominante entre los hombres con un 9.7 % y en las mujeres del 1.7 %. Eso sí, cabe resaltar que en ambos casos la problemática va disminuyendo significativamente cuando se trata de la secundaria. Aunque unos pocos tienen estudios universitarios: 16 personas tienen posgrado.

De la caracterización que hizo la institución educativa sobresalió una característica: cuanto más se ha permanecido vinculado a la organización, la formación académica es mayor. En ese sentido, brota un reto enorme: alrededor de 1.139 personas no tienen nivel educativo y 5.689 apenas cuentan con la básica primaria. 

Teniendo en cuenta que para el proyecto de vida son los más jóvenes quienes tienen más expectativa de educación, para el proyecto que liderará la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAL) la mayoría de personas que se vincularán a este primer proceso se ubican entre los 18 y 28 años de edad. Es decir, de los 4.500 excombatientes que empezarán a estudiar, el 68 % del total de los estudiantes esperan terminar sus estudios de básica primaria y el 21 % la básica secundaria.

Los retos se vuelven mayúsculos para los 1.001 hombres y mujeres que no saben leer ni escribir, pues sólo 390 de ellos, iniciarán cursos de alfabetización. "El acceso a una educación de calidad contribuirá a la construcción de la paz, ofreciendo dividendos rápidos y tangibles; fortaleciendo la legitimidad de los acuerdos y creando oportunidades para la transformación social", manifestaron los impulsores del proyecto.

Según le explicó a SEMANA una de las coordinadoras del proyecto, los modelos educativos han sido adaptados a las necesidades y características culturales y territoriales de cada una de las zonas en las que se implementará el proyecto. "Los adultos ya no aprenden como los años con el método de cuente 1, 2 y 3. Hay que buscar algo que se ajuste porque ellos ya tienen unos saberes".

En ese sentido, se implementará el modelo de alfabetización, educación básica y media de la UNAD, que está basado en la proyección social y el desarrollo comunitario. Mientras que en las siete zonas restantes se implementará el modelo etno-educativo del Consejo Noruego para Refugiados y el Ministerio de Educación que está fundamentado en la cotidianidad y los conocimientos ancestrales de las comunidades como escenarios de aprendizaje.

"La educación es entendida como un medio para el establecimiento de derechos que impulse al país por un camino más humano y en paz (...) es imposible imaginarse una paz sostenible sin educación. Las coincidencias entre los niveles de escolarización de los excomabatientes y la población rural en Colombia son notables. Solo la mitad de los niños que acceden a la educación, según un estudio del CRC, en las zonas rurales lograron superar la educación primaria", manifestó Christian Visnes, Consejo Noruego para Refugiados en Colombia.

Este lunes 7 de agosto se tiene en mente poner a prueba a los excombatientes para ver en cual de los seis ciclos quedarán. Es decir, el modelo educativo para los adultos en el país está dividido de la siguiente forma: ciclo 1, Primero, Segundo y Tercero; ciclo 2, Cuarto y Quinto; ciclo 3, Sexto y Séptimo; ciclo 4, Octavo y Noveno; ciclo 5, Décimo y ciclo 6 el grado Once.

Bajo ese esquema también se regirán todos los campesinos ubicados en las zonas aledañas que se desplazarán a las zonas veredales para participar del proceso de formación. Es decir, compartirán un mismo espacio. Aunque la oferta educativa para los menores de edad no es la mejor, no podrán acceder a estos espacios y tendrán que seguir el modelo actual, desplazándose a la escuela más cercana.

Jairo Quintero, es el delegado de las Farc en el Consejo Nacional de Reincorporación y uno de los participantes del proyecto. "El inicio del proceso de formación, de validación de conocimientos es muy importante para la construcción de la nación. Aunque por varios meses no se había podido lograr una oferta concreta en ninguno de los aspectos que tienen que ver con la reincorporación. Creemos que este inicio es un buen mensaje que levanta la moral y la esperanza en todos los hombres y mujeres que se encuentran en la zona".

A Marcela Velandia, por ejemplo, el tiempo se le va cumpliendo con las tareas diarias que le asignan y en clase. Con cuaderno en mano, un grupo de 30 personas se juntan en el aula máxima de la zona veredal de Icononzo, Tolima. Son dos horas en la mañana y dos en la tarde las que dedican diariamente. La idea, es abonar el terreno mientras las instituciones llegan. Hasta hace unos días no había un profesor especializado, pero son siete guerrilleros con niveles de escolaridad más altos los que se ofrecen a impartir las clases. Entre ellos, un chileno al frente de matemáticas.

El ICFES, por estos días, es el dolor de cabeza en el campamento. Aunque no todos tienen la posibilidad de presentarse y validar rápidamente el bachillerato, no se quieren quedar a trás con su tránsito a la vida civil. Saben que el tiempo es oro, y entre más se demoren en enfrentar sus procesos, más traumático será. “Lo que hacemos es un acercamiento al lenguaje y esquema formal de la prueba”, explicó a SEMANA Valentina, una de las líderes del proyecto. A su juicio, son muchas las cosas que ellos ya manejan, por eso lo que intentan hacer es acercarse a la cotidianidad a la academia.

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"En Chocó, Nariño y Cauca iniciamos el proceso en el mes de julio. Es un esfuerzo que tendrá que ser continuado para garantizarles a todos los excombatientes que puedan capacitarse y terminar sus ciclos educativos. Este es uno de los componentes más importantes para hacer que el acuerdo sea exitoso", apuntó el viceministro de Educación Preescolar,  Básica y Media, Pablo Jaramillo.     

El proyecto tendrá un costo de 7.000 millones de pesos, de los cuales la embajada de Noruega invertirá 4.500 millones de pesos, el Gobierno 2.000 millones de pesos, y otras entidades, 500 millones de pesos.

La alfabetización es la piedra angular de la reincorporación. Las clases que arrancan formalmente el 14 de agosto, un día antes de que desaparezca la figura de la zonas veredales y broten Espacios Territoriales de Capacitación, son las que terminarán garantizando que su tránsito sea sostenible y que tengan todo el conocimiento para entrar al mercado laboral con sus proyectos productivos.