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Exconsejera presidencial explica reunión con los Nule en la Casa de Nariño

Afirmó que ella, por instrucción del expresidente Uribe, se reunió con los polémicos empresarios porque entre sus funciones estaba servir de "puente" entre el Gobierno y el sector privado.

14 de abril de 2011

Claudia Jiménez Jaramillo, exministra Consejera de la Presidencia de la República durante la administración de Álvaro Uribe, manifestó en un comunicado dirigido a la opinión pública que la reunión a la que acudió con representantes del llamado Grupo Nule eran en calidad de “puente de comunicación entre el Gobierno y el sector privado”.
 
El 22 de abril de 2010, en los registros de ingreso a la Casa de Nariño revelados por medios de comunicación, aparece una visita de Manuel y Miguel Nule con destino al despacho presidencial, en pleno escándalo de los empresarios por la falta de avances en la construcción de la troncal de TransMilenio sobre la calle 26.
 
La exfuncionaria reitera la explicación del expresidente Álvaro Uribe, quien en comunicado del pasado 11 de abril aceptó que se reunió con los ambos Nule, así como en sus ocho años de gobierno “ingresaron a la Casa de Nariño cerca de 600.000 personas”. Jiménez Jaramillo expresó que “el señor Presidente se presentó a la reunión, saludó a los asistentes, se excusó de asistir por inconvenientes de agenda y me delegó para que lo reemplazara en dicho encuentro”.
 
En la visita, a la que asistió también José Géneco Roldán en calidad de gerente general del Grupo IGK (razón social de los Nule), “los señores Nule querían informar personalmente al señor Presidente sobre la estrategia de su grupo para responder a sus empleados, a sus acreedores y a las compañías que integraban su grupo”, manifestó la exconsejera en el texto.
 
Tal plan consistía, según la versión, en la total voluntad de responder por las deudas de sus compañías, la importancia de la admisión del proceso de reestructuración que cursaba ante la Superintendencia de Sociedades (rechazada posteriormente), la intención de democratizar su grupo con el consentimiento de sus acreedores y cuyos activos serían entregados a una sociedad anónima por acciones, y la posibilidad de encontrar posteriormente un inversionista extranjero.
 
“Mi función fue escucharlos, recordarles que nuestro Gobierno siempre daba garantía de transparencia en los procedimientos ante las diferentes entidades y manifestar que informaría al señor Presidente lo dicho en la reunión”, detalló Jiménez Jaramillo.