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EXPROPIAR CUSIANA SERIA UN INCESTO JURIDICO

ENTREVISTA ENRIQUE CABALLERO ESCOBAR

18 de noviembre de 1991

SEMANA: Está establecido desde hace muchos años que el subsuelo es de la Nación. ¿Por qué la pretensión de un grupo de particulares, dentro de los cuales se encuentra usted, de disputar derechos sobre el subsuelo en Cusiana, donde se ha descubierto un gigantesco yacimiento de petróleo? ;
ENRIQUE CABALLERO: Somos los primeros en proclamar que el subsuelo es de la Nación. El general Martínez, de quien derivamos nuestro derecho a título de herederos o cesionarios, celebró en 1920 un contrato con la Nación precisamente para rescatar el rico subsuelo de Santiago de las Atalayas, que es donde se encuentra Cusiana. Tras un reñido pleito Martínez se lo arrebató a unos comerciantes tunjanos que lo detentaban con títulos falsos y se lo entregó a la Nación en 1937. La Resolución 113, acusada ante el Consejo de Estado, no es sino el pago tardío de unos honorarios.
SEMANA: ¿Por qué se llaman ustedes comuneros particulares?
E.C.: Porque el Gobierno del doctor Eduardo Santos, en la imposibilidad de dividir o de avaluar un latifundio petrolífero, resolvió, de acuerdo con la Ley 128 de 1938, pagarle al General en especie, dejándolo como comunero con el Estado. Para eso dictó una resolución, la 1181 del 40. Fíjese, el Estado es ya comunero como nosotros. El régimen de comunidad está claramente establecido e el Código Civil. En estricto derecho, es inconcebible que un comunero despoje a otro de su haber en la cosa común. La expropiación sería una especie de incesto jurídico.
SEMANA: ¿Porqué, entonces, los sucesivos gobiernos tardaron tanto en pagar?
E.C.: Porque a los gobiernos les da mucha pereza pagar. Se valían los ministros de toda clase de recursos, y hasta llegaron a prohibir la explotación en esas precisas tierras. Como Martínez quería perforar, le dictaron ad hoc la Resolución 23, que suspendía la contratación y explotación de petróleo en Santiago de las Atalayas. Con eso demoraron por varios lustros el disfrute del campo petrolífero llamado a cambiarle el rumbo económico a Colombia, y de producirle a Casanare copiosas regalías que nadie le está arrebatando.
SEMANA: ¿Qué hicieron entonces las compañías interesadas?
E.C.: Pues hicieron su agosto. Presentaban sus aplicaciones y el Ministerio les ponía un letrerito: