Home

Nación

Artículo

DELINCUENCIA

Extorsión en varios idiomas

No son muchos, pero que los hay, los hay: varios extranjeros han sido capturados en el país haciendo extorsiones, entre otros, a sus propios compatriotas.

18 de febrero de 2011

Martha* tenía una doble vida. En las mañanas estudiaba hotelería en una universidad de Bogotá. En las noches se dedicaba a algunas actividades extracurriculares que le permitían conseguir ingresos extras. Básicamente a través de Facebook, la joven estudiante de 20 años de edad ofrecía sus servicios como prepago. Para evitar que su novio, familia o amigos se enteraran decidió que lo más seguro era contactarse solo con extranjeros. Durante algún tiempo, el ‘negocio’ marchó sin problemas hasta que a mediados del año pasado un ciudadano alemán de 52 años de edad la contactó por la red social.

Después de los primeros encuentros, el alemán le sugirió a la joven ayudarle a conseguir clientes extranjeros y le propuso tomarle unas fotos desnuda para “promocionarla”. La mujer aceptó y ese fue el comienzo de su calvario. A los pocos días, el alemán, que trabaja en Bogotá para una empresa de importaciones, la contactó y, a cambio de no publicar en Internet sus fotos desnuda, le exigió no solo que no le cobrara por sus servicios, sino que le pagara 10 millones de pesos. Durante algún tiempo la joven cedió a parte del chantaje, pero ante la imposibilidad de cumplir con la exigencia económica las amenazas del alemán aumentaron.

Cansada de la situación, Martha acudió hace tres semanas al Gaula de la Policía, contó su historia y denunció la extorsión. El alemán fue capturado en flagrancia cuando recibía parte del dinero y fue llevado ante un juez que le otorgó el beneficio de casa por cárcel mientras comienza el juicio a finales de este mes. No pocos colombianos creen ingenuamente que los extranjeros, por el solo hecho de serlo, no se van a dedicar a tales pilatunas. Y el alemán no es el único.

En noviembre de 2009, Zohan Hai Tao, un ciudadano chino, fue arrestado y condenado al comprobarse que, junto con otro compatriota, extorsionaba a otro oriental, propietario de un reconocido restaurante chino en el norte de Bogotá. Los chantajistas, que lo amenazaban con hacerle daño a él o a su familia si no cancelaba una millonaria suma de dinero, fueron capturados por la Policía dentro del restaurante cuando iban a recibir su ‘pago’.

En junio pasado, otros dos chinos fueron arrestados por amenazas y extorsiones en contra de un grupo de empresarios chinos que importan mercancía a Colombia. Los extorsionistas y sus víctimas venían importando electrodomésticos, que los segundos vendían a precios muy inferiores a los primeros. Cuando los dos chinos se vieron en la bancarrota, acudieron a extorsionar a la competencia.

No menos exótico fue el caso de un ciudadano ruso que trabajaba como profesor de Matemáticas en una reconocida universidad de la capital. El hombre no vio ningún inconveniente en contactar a un compatriota suyo que tiene un negocio de importación de maquinaria hidráulica en Bogotá para exigirle 50 millones de pesos. Como parte de las amenazas, el profesor ruso intimidaba a su víctima diciéndole que si no cancelaba acudiría a sus contactos con la temible mafia rusa para que le hiciera daño a la familia del empresario en Moscú. El profesor fue capturado por el Gaula mientras recibía parte del pago. Sin embargo, quedó en libertad: durante el juicio, la víctima no se presentó a ratificar la denuncia y los cargos porque estaba fuera del país.

Aunque no es muy frecuente, pues en los últimos dos años únicamente 12 extranjeros han sido capturados, estos son tan solo algunos de los casos más pintorescos que muestran que la extorsión no tiene nacionalidad.