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. | Foto: Guillermo Torres

OBITUARIO

Falleció Guillermo la ‘Chiva’ Cortés

Era una de las figuras más importantes de los medios de comunicación y un histórico dirigente del Santa Fe.

26 de abril de 2013

“Mijito, mijito, cuando Santa Fe vuelva a ser campeón, me voy tranquilo de este mundo”. Es muy probable que Guillermo Cortés Castro, conocido entre sus amigos como la ‘Chiva’, se haya ido plácido y sereno porque su equipo del alma fue campeón el año pasado y ahora es el único representante colombiano en la Copa Libertadores de América.

La pasión por el equipo cardenal de don Guillermo era sólo comparable a la que sentía por la política y los medios de comunicación. En este último campo brilló en el área de la gerencia. Por ejemplo, se echó sobre sus hombros el montaje y la puesta en escena de la revista Cambio 16, que marcó una época dorada por el brillo de las firmas que él consiguió: Gabriel García Márquez, Patricia Lara, Daniel Samper Pizano, Antonio Caballero, Héctor Rincón, entre otros.

Al finalizar la década de los 90, fue nombrado cónsul de Colombia en Sevilla, España. Tras su regreso al país, le encantaba irse a su modesta finca de Choachí, en donde fue secuestrado por un frente de las FARC. La guerrilla creyó que era un hombre rico. “¿Dónde está el dueño de la camioneta Cherokee azul?”, le preguntaron los cuatro hombres que un sábado del año 2000 llegaron a eso de las 3 de la tarde a la finca El Zancudo, vereda río Blanco, en Choachí (Cundinamarca). Los hombres estaban vestidos de civil y todos portaban armas cortas. Entonces lo internaron en las montañas.

Su plagio sacó a flote toda la dureza de las FARC. Para amedrentar a su familia, no bastaron las violentas frases que lanzaba a su hijo un negociador de las FARC en las tenebrosas conversaciones telefónicas. Sus captores dieron un paso más: lo ataron y le untaron sangre de gallina para enviar unas fotos a sus parientes, para que creyeran que estaba torturado y malherido.

“Son días que se arrastran”, diría después sobre los más de 230 que pasó secuestrado por las FARC. Cuando lo liberaron, volvió a sus amigos, a su casa y a hablar en libertad de su otra pasión: la política. Era uno de los amigos más leales al expresidente Ernesto Samper Pizano, con quien compartía el gusto por la buena comida y el humor fino.

En este viernes lluvioso ha muerto en Bogotá, la ciudad en donde fue muy feliz porque él era lo que se dice un cachaco puro, y en donde experimentó una de sus máximas alegrías: ser el presidente de Independiente Santa Fe cuando este conquistó su sexta estrella, en el año 1975. ¡Paz en su tumba!