Home

Nación

Artículo

| Foto: Cortesía de Offir Hernández

CASO

Familia de grafitero muerto en Miami pide justicia

El barranquillero Israel Hernández, de 18 años, falleció el año pasado luego de ser arrestado por pintar un grafiti.

7 de julio de 2014

Han pasado ya 11 meses desde cuando se conoció el deceso del joven barranquillero en Miami Beach, luego de ser perseguido por oficiales de la Policía que lo vieron pintando un grafiti en un muro de la ciudad.

Este lunes, la familia del joven, quien murió luego de ser atacado con un taser (arma que lanza descargas eléctricas paralizantes), le pidió a la fiscal del condado justicia en el caso del estudiante.

"Ella que es una madre, debe entender el doble dolor de perder a un hijo y de no tener justicia", dijo a EFE Israel Hernández, padre del joven artista y quien asistió este lunes a una rueda de prensa en las afueras de la Fiscalía para exigir una respuesta sobre el caso.

Hernández instó a la fiscal del condado Miami-Dade Katherine Fernández Rundle a "actuar sobre el uso excesivo de la fuerza" por parte de la Policía. Así mismo, denunció que aún desconocen los resultados de la investigación.

Hace dos semanas, una auditoría independiente recomendó a la Policía de Miami Beach no utilizar largas descargas de taser.

El informe señala que se debería cambiar la descripción del taser de 'no letal' a 'menos letal', y precisó que una exposición de una descarga de electrochoques 'durante más de 15 segundos (ya sea una aplicación o la suma de varias) puede aumentar el riesgo de muerte o lesiones graves".

La revisión de los protocolos de la Policía fue solicitada el año pasado por el nuevo gobierno de Miami Beach al Foro Ejecutivo de Investigación Policial, debido a incidentes pasados relacionados con mala conducta y uso de la fuerza, especialmente por la muerte de Hernández.

La auditoría puntualizó que el taser solamente se puede usar cuando el sospechoso supone una amenaza o el oficial siente que este es una amenaza para él u otras personas.

Algunos resultados preliminares de la autopsia de Hernández-Llach evidenciaron que el joven fue sorprendido pintando un grafiti, murió el 6 de agosto del 2013 de un "fallo repentino del corazón" tras un disparo con una pistola eléctrica.

La familia del joven ha denunciado que "hubo uso excesivo de fuerza" y que no se ha tenido en cuenta la versión de dos testigos, según la cual, el estudiante "fue golpeado contra una pared y ya estaba con un fuerte golpe en la cabeza" cuando recibió la descarga eléctrica. 

Con Efe